Vanexa Romero"En una tienda del barrio Las Palmas, ejecutando su acto de mímica para la gente que disfruta con su puesta en escena.

Jesús Pardo Rodríguez definitivamente no tiene aptitudes para el canto, tampoco nació en Becerril, Cesar, un 24 de marzo de 1954. No se ha paseado por los grandes escenarios musicales del mundo, ni su carisma y el color especial de su voz han dejado una huella indeleble entre miles y miles de seguidores.

Sin embargo, al asomarse a la calle, la gente lo saluda con alegría, entusiasmo, lo abraza y hasta se toman fotos con él. Cuando este humilde barranquillero de 54 años habitante del barrio El Concorde, camina las calles de La Arenosa no deja a nadie indiferente ¡Buena Rafa! ¡Repítelo Pollo Isra! ¡Rafa, mi hermanito! Le gritan con cariño los barranquilleros, esos que aún no han olvidado al ídolo, al gran intérprete de canciones inolvidables que se quedaron en la memoria colectiva de todo un pueblo.

Cuenta Jesús que primero comenzó a usar el cabello muy al estilo del baladista Raúl Santi, pero una vez que en su cara se instaló un tupido bigote y se cortó las patillas, en su casa, sus hermanos y los vecinos, comenzaron a mamarle gallo repitiéndole con insistencia que se parecía a ese cantor del folclor vallenato que alegró la vida de tantos y tantos colombianos con sus interpretaciones inolvidables.

Esa, la que tanto quiero
esa, la que tanto adoro
esa, por la que me muero
esa, la de mis antojo...

Pardo, tararea y canta con un dejo de timidez una de las canciones entrañables que hicieron grande aquel niño de la provincia que hace mucho tiempo se consolidó con un estilo propio y diferente como uno de los más grandes de la música de acordeón.

“Ya yo andaba con mi bigote y con este corte, porque siempre me ha gustado, pero como en al año 99, un hermano me convenció que me presentara en el Carnaval y en el 2000 me presenté a las oficinas con un afichito y vestido como Rafa y desde ahí seguí. “Es que yo soy Rafael Orozco”, aseguró Jesús quien disfruta de ese reconocimiento heredado al desaparecido artista.

“Tengo 13 años de estar participando en los desfiles del Carnaval, la gente cuando me ve, me abraza, se sonríe, me piden fotos y yo no sé si es por ‘huesera’ o qué, pero las mujeres cuando me presento en una fiesta, cuando estoy trabajando haciendo la fonomímica, gritan, se me tiran encima. No te digo, yo soy Rafael Orozco, en todas partes donde voy la gente me llama Rafa, no más en mi casa es que se acuerdan que me llamo Jesús”, aseguró Rafa, mejor, Jesús, con una sonrisa picaresca que hizo que el lunar postizo que lleva 13 años dibujando al lado derecho de su mentón para que la caracterización del ídolo se vea mucho más real, se moviera un poco.

Dime pajarito,
por qué hoy estás triste
no escucho en tu canto
la misma alegría...

Desde que el Canal Caracol comenzó con la campaña de expectativa previa al lanzamiento de la serie Rafael Orozco, el ídolo, inspirada en el carismático cantor de Becerril y en algunas de las célebres canciones que él interpretó, la popularidad de Pardo subió como la espuma y hasta los niños que no conocieron en vida al que fuera durante años la voz líder del Binomio de Oro, se le acercan ahora para saludarlo.

“Mira, ahora con lo de la novela hasta los pelaítos me paran en la calle. Te cuento que yo fui y me presenté al casting de la novela y no quedé ni nada, pero la gente me dice que yo me parezco más a Rafa, no ves que ese pelao que esta ahí de actor es muy narizón”, aseguró este barranquillero nato que vive de tapizar muebles y de los pocos pesos que consigue animando fiestas con su show de fonomímica.

Jesús luce orgulloso, muchos trajes inspirados en los que usaba el inolvidable Rafa en sus presentaciones se los confecciona su hermana Martha Pardo que es modista.

“Yo copio los trajes de fotos de la televisión, de revistas y periódicos y cuando él se los pone queda idéntico a Rafael Orozco”, aseguró su hermana que se considera una de sus más fieles alcahuetas.

Jesús asegura que su vida dio un vuelco al descubrir frente al espejo que algo en su fisionomía compartía semejanzas con el cantante que murió de manera violenta a manos de repudiados criminales que le arrebataron a Colombia y al mundo, una voz, un cantor que con sus interpretaciones le rindió tributo al amor, a la felicidad y al festejo.

“Yo he vivido cosas muy bonitas gracias a Rafa, me gané el concurso de disfraces del Carnaval de la 44, he estado en dos festivales vallenatos, me han invitado hasta a Medellín y la gente se enloqueció aplaudiendo, ese día me sentí más que nunca Rafael Orozco. Lo bueno es que mi mujer me apoya en esto, mi hermano”, aseguró. Rafa,.. digo, Jesús que sin saber cantar, se ha apropiado de una imagen, de un símbolo y hoy con esa careta que se le ha adherido al cuerpo y en el corazón, sin siquiera proponérselo, se ha convertido en un recuerdo ambulante que nos dispara las nostalgias y evita el olvido.

Ya llega la mujer que yo más quiero, por la que me desespero, y hasta pierdo la cabeza ¡Clara!

Por Carlos Polo

Facebook
Twitter
Messenger
Whatsapp
Convierta a El Heraldo en su fuente de noticias
X
COMO REPORTAR A WASAPEA
1. Agrega a tu celular el número de Wasapea a EL HERALDO: +57 310 438 3838
2. Envía tus reportes, denuncias y opiniones a través de textos, fotografías y videos. Recuerda grabar y fotografiar los hechos horizontalmente.
3. EL HERALDO se encargará de hacer seguimiento a la información para luego publicarla en nuestros sitio web.
4. Recuerda que puedes enviarnos un video selfie relatándonos la situación.