Vándalos siguen desvalijando Altos del Campo, denuncian copropietarios
Desde que desocuparon sus viviendas en septiembre del año pasado, las familias que residían en el conjunto Altos del Campo, ubicado en la calle 84B con carrera 41D sector de Campo Alegre, viven en la incertidumbre por cuenta de la inseguridad que ronda el sector. Aprovechándose de la soledad que reina en la inhabitada edificación, los desvalijadores se han llevado paulatinamente partes de la infraestructura y lo poco que dejaron algunos propietarios en los apartamentos.Rejas, puertas, ventanas, lavamanos, inodoros, cables, pisos, contadores y hasta acometidas eléctricas han sido el botín de los amigos de lo ajeno.Enis Marbello, dueña de uno de los apartamentos y a quien ya le robaron la estufa y otros enseres, ayer llegó con un camión de mudanzas dispuesta a llevarse todo el mobiliario que le queda.“La Alcaldía nos mandó a desocupar, pero no nos brindó la seguridad que se requiere para no dejar nuestras viviendas a la buena de Dios. Los carretilleros y vándalos han hecho un festín con nuestras pertenencias”, dice la mujer.Álvaro Eljaiek, otro copropietario que ayer fue a sacar de su otrora casa las últimas cosas que allí tenía, afirma que los ladrones llegan en manadas durante la madrugada y con todo tipo de herramientas desvalijan y en la mañana se los llevan. Y agrega que algunos bloques se han protegido de ser saqueados porque quienes vivían allí instalaron rejas.“Le pedimos a la Alcaldesa que nos dé una solución. A pesar de que hay una sentencia de la Corte Constitucional, el Distrito no nos ha resuelto nada y cada día se deterioran más nuestras propiedades. Cada vez quedarán menos cosas que robar”, asegura Eljaiek mientras muestra la última incursión de los oportunistas en el bloque B.Óscar Hurtado, recordado por pasar más de 47 días en huelga de hambre, sostuvo que hace un mes la directora de la Oficina de Prevención y Atención de Desastres del Distrito, Martha Rodríguez, se comprometió a proporcionarle seguridad al conjunto residencial; pero, hasta el sol de hoy no ha cumplido. “Quedarse aquí es exponer la vida. Vengo periódicamente a revisar mi apartamento y me he cruzado con los ladrones. Ahora estoy quitando puertas y ventanas antes de que se las lleven”, dice.Como la de Óscar 159 familias más están esperando que el Distrito les pague el 50% del avalúo de sus inmuebles y la constructora el porcentaje restante.Por Liz Held Casalins