“Siempre fue muy conservador con las guayaberas”, sastre de Gabo
Édgar Gómez Estévez, un cucuteño adoptado por Cartagena, fue el responsable de las camisas caribeñas que vistió el Premio Nobel colombiano.
A cualquier encuentro de gala o alta etiqueta Gabriel García Márquez siempre llevó su irreverente humor, ingenio literario y una infaltable guayabera de tonos claros. Siempre se alejó de la corbata y el traje anglosajón para vestir una prenda fresca, tejida en lino y de amplios bolsillos.
Si alguien popularizó esta pieza, símbolo de la singularidad Caribe, además de Gabo, fue el diseñador, Édgar Gómez Estévez. Un cucuteño, cartagenero por adopción, que ha vestido con dicha prenda a celebridades, como Bill Gates, Juan Pablo Montoya y el presidente de Estados Unidos Barack Obama. Uno de los sastres más reconocidos del Caribe colombiano y el único que confeccionó para el Premio Nobel colombiano.
Gómez Estévez, de 64 años, llegó a Cartagena en 1974, tras haber aprendido el arte de la confección en San Cristóbal, Venezuela.
La guayabera era la prenda de moda con bolsillos clásicos, similar a la camisa yucateña mexicana, y era vestida por personalidades como el pintor Alejandro Obregón, el torero Palomo Linares y el presentador de televisión Fernando González Pacheco.
Gabo era “de ese mismo grupo” y llegó al taller del cucuteño, en el barrio La Manga en aquella época, recomendado por dichos personajes.
“La primera guayabera que le diseñé a Gabito era de cuatro bolsillos, blanca, de tela terlenka. Siempre le aconsejé usarla sin bolsillos, pero solo en los últimos años me hizo caso. Siempre le gustaron los tonos claros y fue muy conservador”, evoca el costurero de hablar rápido.
El escritor acompañado del diseñador Édgar Gómez y su hija Vanessa Gómez.
Diseñó en total unas 20 guayaberas para el Nobel. Entre las más destacadas recuerda una que le pidió la fotógrafa Indira Restrepo, de mariposas bordadas a mano en la parte inferior de la prenda, y que fue entregada en México.
Sus sesiones de ‘moda caribeña’ con el escritor duraban máximo unos 30 minutos. Gabo, recuerda el diseñador, era de pocas palabras, riguroso con las prendas y de completa disposición para el sastre.
“Sus piezas tienen bordados y calados exclusivos. Los ribetes de Gabo son irrepetibles, así como los que he diseñado para Andrés Pastrana o Carlos Vives. Sí alguien quiere alguno de esos ribetes puede comprarlo", indica.
Pero a pesar de su devoción por esta prenda, el autor de El Amor en los Tiempos del Cólera decidió recibir el Nobel de Literatura, en 1982, con un traje formal, de origen venezolano denominado “liqui-liqui”, el cual también tejió Gómez Estévez.
Esa camisa, que hoy todavía muchos confunden con una guatyabera, Gabo le denominó “cotona”, añadiéndole aún más confusión al asunto.
La última vez que vez que el cucuteño vio y confeccionó para Gabo fue en enero de este año, para el Festival Internacional de Música en Cartagena.
“Aunque había que ayudarlo a sentarse y levantarse, mantuvo el mismo buen sentido del humor y le gustaba la comodidad que sentía con la camisa”, ultima sus palabras con emoción.
