“Si quieres una virgen, ven recomendado”
EL HERALDO recorrió de noche el sector amurallado de Cartagena, donde la prevención reina entre las trabajadoras sexuales y los proxenetas. Familia de modelo detenido asegura que el operativo fue un “montaje”.
Las redes de prostitución y proxenetismo en Cartagena no están de luto por la captura de 10 de sus presuntos miembros, mas sí prevenidas ante cualquier interesado en menores de edad.
“Si quieres una virgen, tienes que ser de confianza, ya conocido, o venir recomendado”. La respuesta que recibió uno de los reporteros de EL HERALDO es de las pocas cosas que han variado en el ambiente nocturno en el Centro Histórico, tras las dos operaciones de la Fiscalía y la ONG Operation Underground Railroad contra la explotación sexual, la primera en mayo y la última hace dos semanas.
Esquina de la Plaza de los Coches y el Portal de los dulces, donde hay gran movimiento de trabajadoras sexuales.
Al recorrer el sector amurallado, no es una novedad que la esquina de la Plaza de los Coches y el Portal de los Dulces, a un lado de la Torre del Reloj, sea un hervidero de tacones, vestidos ajustados al cuerpo y escotados, humo de cigarrillo e invitaciones para acercarse a El paraíso del marino o Isis, un oasis de placer.
En esa zona, a las 9:40 p.m., había siete mujeres pendientes de quién se embobaba con sus atributos. Y, a las 11:20, ya era posible contar no menos de 28 de ellas. Pero también miraban con desconfianza y reparaban de pie a cabeza a quien tuviese una cámara fotográfica. “Es que la marea está alta y esa gente se está cuidando”, contó el mesero de un estadero de salsa y música antillana.
Un prostíbulo que funciona en el sector amurallado.
A Humberto Padilla Martínez, coordinador técnico de la Fundación Renacer en Cartagena, que desde 1998 atiende al año unos 140 casos de menores explotados, le sorprendió escuchar de la prevención de quienes comercian la sexualidad de otras personas.
“Nuestras investigaciones han arrojado que esto no solo se da en el Centro, también en centros comerciales, playas, hoteles, colegios y hasta universidades, porque si un profesor le ofrece a una estudiante ‘una ayuda’ para subirle la nota, a cambio de sexo, ya es un explotador sexual”, explicó Padilla.
Último caso
El 10 de octubre se conocieron las capturas de Juan Manuel Oquendo Sierra; Eduardo Ortega Issa; Samuel David Olave Martínez; Kelly Johana Suárez Moya y Horacio Revollo Pacheco en las Islas del Rosario.
Agentes del CTI de la Fiscalía y exagentes de la CIA de Estados Unidos que conforman la ONG Operation Underground Railroad, se les presentaron como turistas y lograron que se organizara una fiesta -que al final no se hizo- a la que asistieron 19 niñas y seis niños de entre 13 y 17 años. En el operativo se hallaron en total a 60 jóvenes de hasta 20 años, entre hombres y mujeres.
Entre los mayores estuvieron dos amigas de Samuel Olave, un modelo de 18 años, a quien las autoridades señalan de captar a las víctimas junto con la exreina popular Kelly Suárez, a través de una agencia de modelaje.
Pero ellas aseguran que lo acompañaron porque junto con 17 amigos (5 eran menores), habían acordado que celebrarían el cumpleaños de una compañera en “ese paseo”, del que se enteraron a través de otra amiga. Y que cada quien pagó su cupo en el bus que las llevó al barrio Manga y, después, de la lancha que los trasladó a Islas del Rosario.
“Nunca nos ofrecieron plata para tener sexo con extranjeros; estamos convencidas de que Samuel es una víctima de todo esto”, insistieron.
Irina Martínez Romero, madre del presunto proxeneta, refuta que se diga que su hijo y Suárez tengan una agencia de modelaje que sirva de fachada para el delito. “Apenas estaban en las vueltas para montarla”.
Y su abogado, José Meneses Brid, cuestiona cómo se realizó el operativo, que se filtraran a los medios evidencias con reserva y que ningún defensor conocía, como el video de las capturas en la isla. Por eso lo considera “un show mediático” para mostrar resultados. “Hay irregularidades que no se han conocido y por las que rodarán cabezas en la Fiscalía”.
¿Y la Fiscalía?
EL HERALDO buscó por siete días un vocero para confrontar las acusaciones y conocer más detalles del caso en Cartagena. Primero se anunció el contacto con Alexandra Ladino, directora de articulación de policías judiciales especializadas, quien dijo no saber al respecto; y Luis González, director nacional de seccionales, canceló el diálogo telefónico anunciado y autorizó al final de la tarde del viernes a un funcionario de Barranquilla, que tampoco sabe del caso.
En la seccional cartagenera tampoco hubo forma de contactar a Vicente Guzmán, su director, porque desde Bogotá no hubo autorización para que entregara declaraciones, ni para que se ingresara a las instalaciones de la URI.
