El Heraldo
Elsa Negrete es atendida por los organismos de socorro durante el simulacro. Luis Felipe De La Hoz
Barranquilla

Sabanalarga finge ciclón y desbordamiento de arroyo

Cerca de 300 personas participaron en el simulacro de emergencias del Municipio. Organismos de socorro reaccionaron rápidamente, aunque tuvieron algunos obstáculos.

“¡Una ahogada en 20 de Enero!”, gritaba escandalizada Delsy Morales, en medio de la muchedumbre, del barro y del llanto desconsolado de una niña de cinco años, a quien su mamá no le pudo explicar que se trataba de un simulacro de emergencia y no de un accidente real. “Tu abuelita no está muerta, solo está actuando”, le susurraba al oído.

Pero en ese instante, la pequeña Emily estaba demasiado confundida. Decenas de uniformados de la Policía, Defensa Civil y Ejército, así como unidades del Cuerpo de Bomberos y promotores de la oficina de Atención y Prevención de Riesgos trataban de socorrer a su abuela, quien llevaba más de 20 minutos tendida dentro del que es el arroyo más caudaloso del barrio.

Elsa Negrete, ama de casa de 50 años, había sido arrastrada supuestamente por la corriente, luego de un desbordamiento causado por el falso ciclón tropical ‘Merlina’, que azotó en la mañana de ayer al municipio de Sabanalarga. La mujer estaba muerta… pero de la risa.

De manera simultánea, se simulaba el destechamiento del Palacio Municipal, producto de los hipotéticos vientos del fenómeno natural. El saldo de la actividad: 3 heridos en la Alcaldía, dos más en la estación de gasolina Los Manantiales y dos ahogados por el arroyo del barrio 20 de Enero.

Desde las 8:00 a.m., el secretario del Interior, José Meza, ya alertaba a los distintos organismos de socorro por alerta naranja en Sabanalarga.

“A todas las unidades les rendimos un informe sobre el ciclón tropical que reporta el Ideam. Pedimos estar alertas ante las emergencias”, fueron las primeras indicaciones antes de iniciar el simulacro.

El escenario planteado ocurrió primero en la Alcaldía. Eran las 10:00 a.m. cuando advirtieron de la amenaza de unas láminas que volaron en medio de la tormenta. Tres personas se encontraban atrapadas. De manera inmediata, los uniformados y voluntarios arribaron al lugar de los hechos para tratar de evacuar a todo el personal, aunque algunos de los empleados decidieran cerrar las puertas de la oficina para seguir trabajando.

Media hora después, el llamado era en una zona de alto riesgo. Allí estaba a la espera de un rescate, Negrete, quien minutos antes había excavado entre su ropa más vieja, pues no quería ensuciar sus mejores pintas de lodo enjabonado.

Del otro lado del arroyo, se encontraba Iván José Acevedo, un niño de 10 años, quien realmente terminó con una herida en el pie, luego de que se acostara cerca al charco.

“Mi pobre hijito se cortó de verdad cuando se tiró”, exclamó su madre en tono serio, mientras observaba cómo los expertos en salud le limpiaban la pequeña herida.

Como si se tratara de una función de teatro, los habitantes del sector corrieron de un lado a otro para no perderse de la simulación.

“Creo que a ellos les están pagando por hacer eso, ni loco me tiro en ese barro”, comentaban los niños, que reían de la seriedad con la que algunos vecinos se apropiaban de sus personajes.

“¡Ay, Dios mío! yo le dije que no combatiera la furia de este arroyo”, se lamentaba una mujer entre llantos fingidos y risas espontáneas.

Al término de la actividad, que hizo parte del ejercicio nacional de atención de emergencias, en tono sobrio los vecinos reconocieron la importancia de trabajar en equipo frente a los desastres.

“Esto en verdad es una realidad dura por la que pasamos cuando hay fuertes lluvias. Este charco que usted ve aquí se desborda tanto que inunda nuestras casas y el agua nos llega hasta la cintura”, manifestó Yoenis Padilla, presidenta de la Junta de Acción Comunal.

Con respecto al balance del operativo, los promotores agradecieron la participación masiva y reconocieron los obstáculos, pues al atender las emergencias les tocó utilizar vías alternas debido a la congestión del tráfico vehicular.

Región Caribe

Bolívar

Cartagena se unió al ejercicio desde las 10:00 a.m. hasta las 12 del mediodía con la simulación de tres accidentes: un incidente tecnológico en la zona industrial de Mamonal, una emergencia marítima en el muelle turístico y un incendio estructural en un edificio del barrio Manga, por el supuesto coletazo de un ciclón tropical.

Sucre

En menos de 10 minutos fueron evacuadas 580 personas de la Gobernación de Sucre, donde se llevaron a cabo dos rescates de personas supuestamente heridas. El director de la Defensa Civil, mayor Luis Enrique Sanabria, manifestó que se requiere de prácticas continuas para mejorar en la atención de incidentes.

Cesar

Valledupar y otros 14 municipios simularon terremotos, incendios estructurales, vendavales y crecientes súbitas. En la capital evacuaron 110 personas del hotel Sonesta y del centro comercial Guatapurí.

La Guajira

En Riohacha evacuaron varios centros comerciales, además de que el simulacro se extendió a los barrios Villa Fátima, José A. Galán y Bocagrande. En el Departamento participaron unas 4.500 personas.

Magdalena

En Santa Marta, el simulacro tuvo como epicentro el barrio Simón Bolívar, donde habitantes y estudiantes cumplieron con la evacuación ante la ‘creciente’ del río Manzanares. Participaron cerca de 500 personas.

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