El Heraldo
Un joven en bicicleta observa la pared exterior de lo que fue la antigua parroquia del barrio San Roque, empezada a construir en 1853 e inaugurada en 1857.
Barranquilla

Rescatan paredes de lo que hace 162 años fue la parroquia de San Roque

Arquitectos que están al frente de las obras de la nueva plaza y de la restauración de la iglesia encontraron parte de la estructura que fue levantada en 1853, en honor al Santo francés que curó a la ciudad del cólera.

En medio de la construcción de la nueva plaza de San Roque y la restauración de la iglesia que lleva el mismo nombre del santo francés, los trabajadores que ejecutan las obras encontraron una ‘joya’ con más de 160 años de historia.

Se trata de parte de la estructura de lo que fue la primera parroquia que tuvo el tradicional barrio barranquillero y que fue levantada en 1853 en honor a San Roque de Montpellier, proclamado santo en 1584 y venerado por la iglesia católica por curar a los contagiados de epidemias, especialmente la peste y el cólera.

De acuerdo con el Archivo Histórico del Atlántico, hacia 1849, Barranquilla, que en ese momento tenía al menos 5.600 habitantes, vivió momentos dramáticos por la presencia del cólera, enfermedad infecto-contagiosa que afectó los intestinos de decenas de personas hasta llevarlos a la muerte. La ciudad se sumió en el desespero: cadáveres a plena luz del día tendidos sobre las vías, además de las muertes que se registraban dentro de las casas.

Para ese entonces, una de las salidas a la crisis, fue crear la Sociedad de Socorro de Barranquilla, compuesta por miembros pudientes de la comunidad. Estas personas se encargaban de suministrar medicamentos a los enfermos y controlar, con lo que tenían, la propagación de la enfermedad.

Paralelo a esto, familiares y amigos de enfermos se aglomeraban en una vivienda situada entre la carrera Progreso (carrera 41) con calle San Roque – El Banco – Amargura, (calle 31), en donde permanecía una imagen de San Roque.

La peregrinación hacia aquel domicilio fue creciendo día tras día al punto que después de cierto tiempo, cuando fueron mermando los casos de cólera, aquellos devotos lograron sacar al santo en procesión con la promesa de levantar un templo en su honor.

Fue así como el 31 de octubre de 1853 el padre Rafael Ruiz, financiado con fondos recogidos por suscripción pública y limosnas del vecindario, puso la primera piedra de la parroquia. Esta comenzó a edificarse en un terreno de 23 metros de largo por 19 de ancho, cedido por Tomasa Camargo, una vecina del Distrito Sur, tal como delimitaban antiguamente a quienes vivían en San Roque y otros sectores aledaños. La iglesia finalmente se inauguró el 15 de agosto de 1857.

Sin embargo, 10 años después de su inauguración, en enero de 1867, la estructura de estilo colonial se desplomó. Pasaron 50 años y, en 1917, el arquitecto holandés Antonio Stoute llegó con sus planos góticos florentinos bajo el brazo a levantar lo que hoy se conoce como el templo de San Roque, situado en la calle 30 con carrera 36, justo al lado donde se inició en 1853 la primera capilla. Según registros del Archivo Histórico, la iglesia se terminó de construir en 1941.

Luego de esto, una nueva historia empezó a tejerse allí con el recordado presbítero lituano Stanley María Matutis Cyzauskaité, nombrado párroco a mediados de 1950. Para muchos fue el apóstol de los pobres y de hecho sus restos reposan hoy en la iglesia.

Recuperación y valoración. Afif Simán, secretario de cultura distrital, afirma que lo recuperado en las jornadas de “primeros auxilios” a la iglesia de San Roque se convierte en un nuevo atractivo que tendrá la nueva plaza.

Para él, las paredes de la parte exterior, así como los arcos torales y ventanas rectangulares y ojivales encontradas dentro del centenario recinto son de incalculable valor histórico. Añade que sirve para recordar que ese templo fue erigido por valientes que sobrevivieron a una peste.

Señala que desde 1853 nunca hubo un proceso de conservación y lo que hicieron fue construir siempre junto a la primera capilla.

“Lo que encontramos en San Roque, en la parte lateral de la carrera 36, son los vestigios de la parroquia original”, indica Simán.

Asimismo el funcionario sostiene que su construcción fue con método de verdugadas (combinación de ladrillos y piedra, típico de la época antigua). Esto -asegura- quedará al descubierto para que los visitantes tengan la oportunidad de palpar cómo se hizo la primera parroquia. También tendrán placas algunos datos históricos para orientar a propios y turistas.

De acuerdo con el secretario de Cultura en unos 15 días ya debe estar abierta al público la plaza de San Roque, mientras que la iglesia y la restauración de la antigua capilla se lograrán en un mes o mes y medio.

Ronald Labastidas, arquitecto especialista en restauración y uno de los descubridores de la estructura, detalla que la ventana rectangular hallada, que posee aberturas de 90 grados en los costados,es similar a las que tienen las casas coloniales de Cartagena. Esto, según él, “tiene mucho valor histórico”.

Sin duda, sostiene el arquitecto, lo hallado se convertirá en otro de los atractivos de la nueva plaza y la iglesia neogótica que fue declarada monumento nacional en 1996, bajo la presidencia de Ernesto Samper Pizano. Considera que las imágenes de los santos, de más de 100 años de elaboración, así como las baldosas pompeyanas en granito y los restos de Matutis deben ser de visita obligada para los turistas.

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