Polémica por estudio técnico del AMB sobre reestructuración de rutas
Alcaldesa advierte que si eventualmente no logran reubicar los recorridos, algunas tendrán que salir de circulación. Transmetro sostiene que no es coherente que transportadores se nieguen a sacar rutas de buses que le compiten al sistema.
La recomendación del estudio técnico contratado por el Área Metropolitana de Barranquilla con la firma GDS-Moviconsult Barranquilla, de reestructurar 25 rutas de transporte público colectivo sigue generando polémica.
Pese a que todavía no han sido divulgados los resultados del análisis, cuyo valor fue de 150 millones de pesos, tanto la alcaldesa de Barranquilla como Transmetro defienden la necesidad de hacer dichos cambios para darle mayor viabilidad al sistema de transporte masivo y mejorar la movilidad de la ciudad. Mientras, los transportadores agrupados en Analtra cuestionan el estudio porque no se tuvo en cuenta la variable del transporte informal.
Sobre la viabilidad de las modificaciones, la alcaldesa de Barranquilla, Elsa Noguera, sostuvo ayer que “si eventualmente no se pueden reubicar las rutas, tienen que desaparecer, porque así fue estructurado el sistema”.
La mandataria aclaró que “siempre prevalece el sistema masivo sobre el colectivo” y que lo que buscan es incrementar el número de pasajeros, y “la forma de lograrlo es ampliar las rutas del Transmetro”.
Ante la interrogante de por qué no habían iniciado este proceso antes, la alcaldesa reconoció que el sistema no contaba con el número de buses necesarios, y recordó que están en vigencia una serie de compromisos que suponen la descarga de la tarifa, la infraestructura y la chatarrización.
“Esperamos que los operadores cumplan con el ingreso de los buses que hoy está necesitando Transmetro”, apuntó Noguera.
En materia de transporte de pasajeros, la Alcaldesa aseguró que la proyección es llegar a los 220 mil pasajeros, ya que hoy el sistema solo cuenta con 130 mil, es decir, la demanda debe incrementarse en 90 mil pasajeros más.
Mayor compromiso. Por su parte, el gerente de Transmetro, Manuel Fernández, sostuvo que es necesaria la reestructuración de las rutas para optimizar el transporte público, complementando el sistema masivo con el tradicional. Sin embargo, advirtió que esto requiere un compromiso real de los transportadores, que son los mismos propietarios de los operadores del sistema.
En ese sentido, considera que no es coherente que los transportadores se quejen por no tener suficientes ingresos en el sistema, pero mantienen 81 vehículos fuera de servicio, y, además, se resistan a sacar las rutas de buses tradicionales que son una competencia para Transmetro.
“La ciudadanía puede estar tranquila porque la condición indispensable para retirar cualquier ruta en el futuro, consiste en que los buses del sistema estén disponibles para operar dichas rutas. Este es el compromiso del AMB y Transmetro”, dijo Fernández.
El funcionario recordó que fue el Concejo Nacional de Política Económica y Social el que en su momento estableció que la ejecución del proyecto “implicaba necesariamente la reorganización de las rutas de transporte público colectivo, el ajuste de capacidades a las empresas de transporte y la reducción de la sobreoferta”. Esto quedó plasmado en el Conpes 3260 de 2003.
Además, Fernández hizo énfasis en que la entrega de recursos del Gobierno nacional está sujeto a la implementación de un Plan de Acción, por lo que están a la espera de que el Área Metropolitana de Barranquilla, AMB, emita los actos administrativos que den inicio a la reestructuración de las rutas.
El giro de los recursos también se condiciona a que los buses que están por fuera de servicio sean reparados e incorporados al sistema.
Ante este panorama, el gerente de Transmetro, Manuel Fernández, reconoció que el sistema no alcanzará los ingresos suficientes para su viabilidad financiera si los empresarios del transporte no vinculan el cien por ciento de los buses que se necesitan para la operación.
Fernández aseguró que al sistema le falta el 40% de sus buses, lo que hace difícil operar adecuadamente, captar más usuarios e incrementar los ingresos.
Según el Dane, en el 2013 había un promedio mensual de 3.136 buses tradicionales afiliados en el Área Metropolitana, por lo que es común ver un bus de Transmetro enfrentándose a la competencia de varios buses tradicionales.
Un ejemplo de esta situación se presenta en el llamado corredor universitario (antigua vía a Puerto Colombia), donde se observan varias rutas de empresas socias del sistema por el trayecto que cumplen los vehículos de Transmetro.
Las cartas de Analtra. Entre tanto, Edgardo Altamar, director de la Asociación Regional de Transporte Urbano por Buses y Busetas del Atlántico, Analtra, volvió a cuestionar la propuesta de reestructurar las rutas.
El dirigente gremial criticó que para llegar al equilibrio financiero del sistema de transporte masivo no se requiere la eliminación de nuevas rutas, sino acabar con la informalidad en el transporte. En su concepto, con la eliminación de las rutas se estarían “sacrificando a las empresas de transporte público colectivo legalmente constituidas”.
El pasado 11 de junio, Altamar envió un documento dirigido al director del AMB, Ricardo Restrepo, en el que planteaba algunos conceptos acerca de la reestructuración de las rutas, a raíz de la publicación de un artículo relacionado con dicha modificación hecha por EL HERALDO el 7 de junio.
La comunicación indica que si bien es cierto que el Transmetro presenta “serios problemas que amenazan con paralizar el servicio”, a la agremiación le preocupa que con la eliminación de algunas de las rutas ese sistema no esté en capacidad de trasladar a los usuarios que lo requieran hasta cualquier punto del área metropolitana.
Tras 13 días sin haber recibido respuesta a la carta que envió, el director de Analtra procedió a dirigir un nuevo oficio a la entidad, en el que presentó nuevas apreciaciones sobre los resultados del estudio. “El gremio transportador considera que esta información se encuentra desactualizada, correspondiente a los años 2008 y 2011”.
De acuerdo con el documento, cuya copia fue enviada al Ministerio de Transporte, “es verdaderamente equivocado pretender que con la eliminación o modificación de las rutas del TPC se van a resolver sus problemas financieros, sin considerar además que los viajes de los usuarios del TPS se constituyen en el modo más importante de transporte, ya que representa 895.099 viajes, 59% de todos los viajes en modos motorizados en Barranquilla y Soledad, según el Plan Maestro de Movilidad de Barranquilla, PMM 2012”.
El contrato de consultoría, que fue suscrito entre el representante legal de la AMB, Franco Fiorentino Posteraro, y Fabio Alejandro Gordillo Restrepo, representante de la Unión Temporal GDS-Moviconsult Barranquilla, estipula que entre el alcance del estudio está el diseño de un plan de servicios operacionales para las rutas de la Fase I del Transmetro, que “cumpla con las restricciones de oferta vehicular actual”, que corresponde a 92 articulados, con capacidad para 160 pasajeros cada uno; 85 padrones, para 80 pasajeros; y 107 busetones, para 45 pasajeros.
Convenio. El AMB y Transmetro suscribieron un convenio interadministrativo de cooperación, radicado como el número 001 de 201, en el desarrollo del cual el AMB en su calidad de ejecutor de recursos, adelantó un concurso de mérito abierto, con propuesta técnica simplificada número 044 de 2013, que permitió la realización del estudio en cuestión.
EL HERALDO tuvo acceso al anexo número uno del primero de los informes de resultados entregados por GDS-Moviconsult Barranquilla, correspondiente a la “toma de información primaria y análisis de información secundaria”.
En el reporte, la firma encargada del estudio presenta una comparación entre los recorridos autorizados y los actuales de las 27 empresas de transporte público colectivo que operan en la ciudad. Coolitoral encabeza el listado, con 14 rutas; seguido por Coochofal, con 6; Sobusa, con 6; Transdíaz, con 5; Cootrantico, con 5; Transmecar, con 4; y Sodetrans, con 3.
Sobre caso barranquillita
Acerca de los retrasos en la terminación del portal de Barranquillita, Transmetro aclaró que multaron al concesionario en más de $1.700 millones e interpusieron una demanda contra este en un Tribunal de Arbitramento. Sin embargo, precisó que el contrato establece que deben aportar patios de parqueo, pero que Transmetro podrá alquilar parqueaderos provisionales, como en efecto han hecho alquilando espacios en la Central de Abastos.
Sistur y Metrocaribe recibieron multas por incumplimiento contractual contra el sistema, el primer concesionario 10 y el segundo 13.
