El Heraldo
Termocandelaria fue intervenida, a última hora, por la Superservicios, en medio de críticas por su gestión. Archivo EL HERALDO
Barranquilla

La feria billonaria del Cargo por Confiabilidad

En 2013 la Contraloría General emitió un control de advertencia, sobre incumpli- mientos • La Resolución de la Creg, ordenando el cobro de este ‘seguro’ a los usuarios, no estableció controles • ¿Qué se hicieron $15 billones?

El lío de las empresas generadoras de energía que durante los últimos nueve años recibieron de los colombianos unos 15 billones de pesos por del Cargo por Confiabilidad, a cambio de que cuando hubiera una crisis energética, como ahora, respondieran, pero no lo hicieron, había sido anunciado desde 2013 por la Contraloría General.

El representante a la Cámara cordobés David Barguil, quien el pasado miércoles hizo graves denuncias durante un debate en el Congreso de la República, dijo a EL HERALDO que “en ese control de advertencia se dijo que estábamos expuestos a esta situación y nadie lo atendió” y enfatizó que “ahí hay una responsabilidad inmensa de la Superintendencia de Servicios Públicos y de la Comisión de Regulación de Energía y Gas, Creg”.

La contralora delegada, Ana Silva  había alertado que existía una “pérdida de credibilidad institucional y efectividad en la toma de decisiones, en la medida en que se erosiona la estrategia diseñada por el Estado para garantizar confiabilidad en la provisión del servicio”.

Agregó en su advertencia que esta política era afectada por tres situaciones: los continuos atrasos en los cronogramas de construcción, incluso en proyectos promovidos por empresas de capital estatal; la existencia de vías de escape regulatorias de tal manera que el costo asociado a tomar esta opción “no incentiva a cumplir obligaciones”, y la resolución de diferencias de interpretación de normas o de procedimientos en instancias judiciales.

SUPERSERVICIOS SABÍA
La Resolución 071 de la Creg, del 3 de octubre de 2007, que con todos sus anexos está conformada por 70 páginas, y que reza “Por la cual se adopta la metodología para la remuneración del Cargo por Confiabilidad en el Mercado Mayorista de Energía”, fue suscrita por el viceministro de Minas, Manuel Maiguashca –actuando como delegado del ministro– y el director ejecutivo de la Creg, Camilo Quintero Montaño.

Y aunque la Superintendente de Servicios Públicos, Patricia Duque, haya aseverado, hace un par de semanas, que ese organismo de control carecía de facultades para abordar la pesquisa por este caso, lo cierto es que desde el inicio de la idea de implementar el Cargo por Confiabilidad, e incluso por la Resolución del 17 de julio de 2006 que fue el acto previo al que hoy está en el ojo del huracán, se convidó a la Superservicios a presentar sus consideraciones al respecto: “(…) se invita a los agentes, a los usuarios, a las autoridades locales, municipales y departamentales y a la Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios, para que remitan sus observaciones o sugerencias sobre la propuesta (…)”.

SIN CONTROL ALGUNO
En el subtítulo de definiciones se deja en claro para qué era este Cargo o seguro y lo mencionan como una “remuneración que se paga a un agente generador por la disponibilidad de activos de generación (…). Esta energía está asociada a la Capacidad de Generación de Respaldo (…) y es la que puede comprometerse para garantizar a los usuarios la confiabilidad en la prestación del servicio de energía eléctrica bajo condiciones críticas”.

Pero, afirma Barguil, “nunca se pensó en establecer unas garantías de verdad, ni un mecanismo claro de auditoría e interventoría de estos recursos” y se pregunta el parlamentario costeño ¿es que le íbamos a entregar a estos particulares acaso los recursos públicos con los ojos vendados, confiando ciegamente en fondos de inversión extranjera, en bancos, en fondos de pensiones, en cementeras, en grupos económicos?

“Son –denuncia– 15 billones y a la fecha no hay una sola auditoría financiera de la utilización de estos recursos, porque desde el principio no quedó contemplado un esquema claro de vigilancia y control”.

Añade el legislador que “tampoco se estableció” un régimen claro de reservas financieras sobre capital, para que estas empresas tuvieran unas reservas mínimas de capital cada año y “en vez de cogerse las utilidades cada año y distribuírselas entre los dueños”, guardaran anualmente parte de esos recursos para que el día que tuvieran que entregar la energía –como deben hacerlo hoy– contaran con el músculo financiero necesario para cumplir.

En el debate, el representante, Carlos Guevara, criticó que mientras en otros países el Cargo por Confiabilidad incluye una variable de penalidad, en Colombia no sucede así.

POCAS OBLIGACIONES
Si bien en el capítulo de las obligaciones la Resolución 071 advierten sobre los efectos de incumplimientos, esto solo hacer referencia a la no entrega de la construcción, repotenciación o la puesta en operación de las plantas térmicas, que en estos casos le ocasionan a quienes incumplen el ajuste y ejecución de la garantía la pérdida de la asignación de la Obligación de Energía Firme y la remuneración.

Además se especifica que para participar en la subasta únicamente podrán hacerlo “aquellos agentes propietarios o que representen comercialmente plantas y/o unidades de generación a las cuales se les haya determinado la Energía Firme para el Cargo por Confiabilidad (…)”, lo cual, a la luz de lo ocurrido, pone en duda nuevamente si la Creg hizo bien su trabajo en este sentido, dice Barguil.

Y en las disposiciones finales se menciona nuevamente a la Superservicios como entidad que debía vigilar todo el asunto: “(…) si la planta y/o unidad de generación se encuentra indisponible y las autoridades competentes determinan que su indisponibilidad no es justificada, el agente será responsable por los perjuicios derivados del racionamiento causado, sin perjuicio de que la Superintendencia de Servicios Públicos pueda tomar posesión de la empresa (…)”.

Con pérdidas y premiadas
Denuncia también el congresista cordobés –Director del Partido Conservador– que “si usted le entrega a esta gente $15 billones para el día que necesite la energía en firme, y si usted se da cuenta de que hace dos, tres o cuatro años una o varias de las térmicas están produciendo pérdidas, ¿usted cómo va a creer que le van a devolver la energía? Estábamos era girando cheques a empresas quebradas, y la prueba reina es Termocandelaria y otras que vienen en camino con problemas financieros”.

Su argumento lo fundamenta en las cifras que reportaron estas generadoras, como por ejemplo Gecelca que en 2007 informó sobre pérdidas que sumaron $55 mil millones, pero a la que le han girado más de $2 billones por el Cargo, y Proeléctrica que desde 2008 hasta 2014 reportó pérdidas por $38 mil millones y le pagaron $155 mil millones.

También menciona a la quebrada Termocandelaria que en 2006, 2007 y 2011 reportó pérdidas por 17 mil millones y recibió 568 mil millones de esté seguro; Termovalle que informó pérdidas de 2006 a 2010 por un total de 115 mil millones, pero recibió 150 mil millones, y Termoyopal que de 2007 a 2009 sufrió pérdidas por más de $7 mil millones, pero le giraron $23 mil millones.

En el debate, la representante cordobesa Sara Piedrahíta (La U) advirtió que “los cinco grupos económicos dueños del negocio de la energía en este país, EPM, Isagén, Cesia, Emgesa y Gecelca, que tienen negocios tanto hidráulicos como térmicos, han recibido más del 90 por ciento de los $15 billones del Cargo por Confiabilidad que se han entregado en la última década”.

“Que la Superservicios no se hubiera dado cuenta de esto, es una muestra del desastre con que ha venido siendo manejado este tema”, critica Barguil, y califica como “inconcebible” que el Gobierno nacional vaya a cobrar por varios años más el Cargo por Confiabilidad y en la factura de la energía un sobrecosto, y no piense en reformular este seguro.

“Es decir –alerta finalmente Barguil– podríamos estar expuestos a que en el futuro se siga presentando esta situación”.

Termocandelaria vuelve a operar hoy
Con una inyección de recursos de crédito por 32 mil millones de pesos, provenientes del Fondo Empresarial de la Superintendencia de Servicios Públicos, Termocandelaria retoma desde hoy la generación de energía luego de dos meses haberla suspendido. La superintendente, Patricia Duque Cruz, informó que la planta, ubicada en Cartagena y recientemente intervenida por la entidad, prenderá una de sus turbinas para aportar al sistema eléctrico nacional 150 MW que serán comercializados en la bolsa de energía. El Fondo Empresarial de la Superservicios fue creado para apoyar las empresas intervenidas y en liquidación. Duque dijo que la próxima semana, el agente especial a cargo de Termocandelaria deberá continuar las estrategias para la compra adicional de combustible con el fin de generar los 300 MW de capacidad total de la planta, hasta la finalización del fenómeno de El Niño. “Queremos darle un parte de tranquilidad al país garantizando la generación térmica de energía entre tanto se normaliza la situación hídrica del país, afectada por el fenómeno de El Niño que ha provocado la reducción de los volúmenes de agua de los embalses utilizados por las hidroeléctricas”, agregó la superintendente.

 

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