El Heraldo
El Comité de Ganaderos de La Guajira ha reportado la muerte de cerca de 10 mil reses por el intenso verano.
Barranquilla

Denuncian pérdida de 205 mil hectáreas de cultivos

Comités de ganaderos de los departamentos del Caribe hacen crítico balance sobre intenso verano: van 37.000 reses muertas.

Ya van 37 de los 196 municipios de la Región Caribe que han declarado calamidad pública debido a la sequía que afecta al país. Las autoridades advierten que aún no ha comenzado el fenómeno de El Niño, cuyo efecto será la escasez de las lluvias esperadas para octubre. Con esto, se agravará un panorama reseco, que deja millones de pesos en pérdidas en reses y cultivos.

Carlos Iván Márquez, director de la Unidad de Gestión de Riesgo, entidad del gobierno nacional en la que se concentrarán los recursos para el manejo de la crisis, consolidó las afectaciones en cada uno de los departamentos para iniciar las acciones de atención para mitigar la sequía, tras una reunión el viernes con los gobernadores de La Guajira, Cesar, Magdalena, Atlántico, Bolívar y Sucre, y un delegado de Córdoba.

Según reporte de los agricultores y ganaderos afectados, en la Costa han perdido 205.334 hectáreas de cultivos, lo que triplica la extensión del Parque Isla Salamanca, que tiene 56.200 hectáreas. Y han muerto 37.400 reses. Estimando que una res cuesta alrededor de $1.500.000, las pérdidas económicas por la muerte de estos animales ascenderían a $56.100  millones.

EN LA GUAJIRA. Márquez señaló que La Guajira será el primer departamento en atender. La sequía ha sido dura, porque en municipios como Uribia y Manaure no ha llovido desde hace dos años y el fenómeno de El Niño es solo una continuación de ese grave estado. Las comunidades wayuu, los ganaderos y agricultores han sido los más afectados con la falta de lluvias.

El Comité de Ganaderos de La Guajira ha reportado la muerte de al menos 10.000 animales, mientras que la Defensoría del Pueblo entregó un informe en el que asegura que son 37.000 niños que sufren de desnutrición en esta región debido, entre otras razones, a la falta de agua.

Los arroceros afirman además que son 3.000 las hectáreas que se encuentran afectadas, y ya decidieron que no seguirán cultivando para no tener más pérdidas.

La situación ha generado que sean 9, de los 15 municipios de La Guajira, los que han decretado estado de calamidad pública. Mientras que el gobernador, José María Ballesteros, afirmó que adelanta gestiones para declarar a todo el departamento en la misma situación.

Márquez, que anunció una primera inversión de $20 mil millones para paquetes alimentarios con prioridad para La Guajira, manifestó que hoy llegan a Riohacha 5 mil de esos paquetes y 10 carrotanques de agua. Además, se ha dispuesto la compra de alimentos para animales, así como el envío de 30 carrotanques de 5.000 y 10.000 litros para este departamento.

EN MAGDALENA. Las mayores afectaciones por la sequía en el Magdalena están en la capital, Santa Marta, y en los municipios de Concordia, Zapayán, Nueva Granada, San Sebastián, Plato, Pivijay, San Ángel, Tenerife, San Sebastián y Sitionuevo.

Los cuerpos de agua que disminuyen su caudal y que están a punto de secarse son las ciénagas de Zapayán, cerro de San Antonio, de Zárate (Plato); Sura, El Morro y Tapegua (Tenerife); de Pijiño y Grande (Pueblo Viejo).

Luis Barraza, coordinador de la Oficina de Gestión del Riesgo, dijo que han reportado la muerte de 4.380 reses aproximadamente, y han sido desplazadas unas 150. De un total de 11.300 predios, hay 4.000 afectados.

La oficina de Gestión del Riesgo y Desastres no tiene información precisa de pérdidas de cultivos, pero se calculan daños de más del 30 por ciento en siembras de banano y palma; de café, de frutas y hortalizas. Aún no se tienen cuantificadas las pérdidas económicas.

En Santa Marta anunciaron la perforación de 11 pozos como una solución de alivio al  corto plazo para la falta de agua.

El mandatario local, Carlos Caicedo Omar, planteó además la propuesta de afrontar la emergencia con la implementación de un esquema de transporte de agua multimodal, en el que intervengan el férreo y el marítimo.

EN CÓRDOBA. El panorama de la sequía se traduce en la declaratoria de emergencia en los municipios de Montería, Cereté, San Pelayo, Lorica, San Bernardo del Viento, Moñitos, Puerto Escondido, Los Córdobas y Chimá.

Lo más crítico está en la zona rural de Lorica y el área costanera, donde por la falta de pasturas y de agua, los animales de corral empiezan a morirse.

De acuerdo con el presidente de la Federación Ganadera de Córdoba, Ganacor, Alfredo García, el reporte es de 5 mil reses muertas este año, netamente por la crisis de la sequía.

Como agravante, la Cooperativa Lechera de Córdoba, Codelac, reporta a través de su gerente, Julio Roberto Ruiz, la disminución de 8 mil litros diarios de leche. La cifra de acopio pasó de 70 mil litros diarios a 62 mil.

Entre tanto, 16 mil hectáreas de maíz, tanto de la variedad amarillo como blanco, están por perderse y desde ya se vislumbra que el rendimiento no será el mismo, tras reporte del Comité por la Salvación Agropecuaria. Creen que el ciclo vegetativo del cultivo coincidirá con el inicio de la siembra de algodón, lo que automáticamente hará disminuir el área que se sembrará de la mota.

EN ATLÁNTICO. El gobernador del Atlántico, José Antonio Segebre, manifestó que el mayor problema es la afectación por falta de agua en el sur. Sin embargo, dijo que han caído tres lloviznas que han permitido tener embalses llenos y jagüeyes con agua. Y trabaja en inyectar el preciado líquido del río Magdalena a los cuerpos de agua.

Precisó que los municipios más afectados son Piojó, Juan de Acosta, Luruaco, Baranoa y se están atendiendo con 10 toneladas de alimentos para el ganado. En total, dijo que son 450 familias las que deben recibir apoyo del Estado por las pérdidas en sus cultivos de pancoger. En materia de pérdidas de animales, indicó que, según información de Incoder, en Atlántico se han perdido 200 reses. 

Los cuerpos de agua en Bolívar están quedando secos, específicamente la Ciénaga de la Virgen, en el sector de Marlinda.

EN BOLÍVAR. Los ganaderos en Bolívar se han visto obligados a movilizar su ganado a otras regiones, ante una de las sequías más agresivas de los últimos tiempos.

En esta sección del país, especialmente en la parte del cono sur, como se le conoce, se han producido 4.489 muertes de reses, según Miguel Torres, presidente del Comité Departamental de Ganaderos en Bolívar.

Jesús Marcelino Zapata, dirigente ganadero, dijo que “hay una cantidad de ganado que se ha movilizado y ya está en las zonas bajas, pero las reses que están en las sabanas, que generalmente pertenecen a los pequeños productores, son las que se están muriendo”.

Según los ganaderos, 161.938 hectáreas de cultivos han resultado afectadas por el verano intenso en Bolívar, con pérdidas totales o parciales, y son más de seis mil los predios impactados por la ola de calor y escasez de lluvias.  Otro dato que refleja la dramática situación es la muerte de animales de campo. El número llegó a 58.788. La falta de agua y alimentos es la causa.

EN SUCRE. Todos los sectores de la agricultura y la ganadería se han visto afectados por la intensa sequía que golpea a Sucre ante el preámbulo del fenómeno de El Niño.

Según el presidente de la  Asociación de Tabacaleros de Sucre, Javier Villalba, de las 1.700 hectáreas de tabaco sembradas en Sucre, el 80% se ha perdido. “Para cultivar una hectárea de tabaco invertimos cerca de $5 millones y la ganancia es de $9 millones, pero con la sequía que golpea al departamento no creo que podamos obtener más de $1 millón”, dijo.

Situación similar sucede con el arroz: de las 15 mil hectáreas de arroz que sembraron en la Mojana, el 70% se ha perdido.

Según la Asociación ganadera de Sucre cerca de 10.000 cabezas de ganado, de las 980.000 que conforman el hato ganadero del departamento, han muerto.

EN CESAR. Los productores del sector agropecuario en el Cesar reportaron pérdidas por $136.491.760.000 por cuenta de la sequía.

De acuerdo con el gerente del Fondo Ganadero en este departamento, Hernán Araújo, la producción de leche bajó en un 50%, al pasar de un millón 100 mil litros diarios a 550.000. “Con la sequía se afectaron los pastos y no hay alimento para el ganado, lo que trajo como consecuencia una baja de peso, el deterioro de las reses y la afectación de la producción de leche”. El dirigente gremial dijo que no tienen cifras consolidadas de muerte de animales.

En palma de aceite, las 62.000 hectáreas cultivadas tienen producción de 198.400 toneladas en épocas normales, pero ante la sequía se han perdido 29.760 toneladas y 1.860 empleos para un detrimento de 44.640 millones de pesos, según reportan los gremios del Cesar.

En arroz se perdieron 2.696 hectáreas, que dejaban una producción cercana a las 15.000 toneladas. Las pérdidas se estiman en 7.000 millones de pesos para este sector. La zona más afectada es el corregimiento de Badillo, al norte de Valledupar que, según el alcalde Fredys Socarrás, padece una calamidad social debido a que el 100% de sus habitantes dependen económicamente de este cultivo.

En maíz tradicional, de las 7.143 hectáreas que se siembran en condiciones normales, con una producción de 12.857 toneladas, se han perdido 9.000 toneladas por valor de 5.850 millones de pesos. Y la situación no para allí. De fríjol, con 1.500 hectáreas sembradas para producir 1.050 toneladas, se han perdido 700 toneladas, junto a mil hectáreas y 380 empleos.

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