“Todos creímos que Edith sí estaba embarazada”

En casa de Miguel Ángel Castro en el corregimiento de Guaimaral, jurisdicción de Tubará, quedaron los objetos del ajuar que, junto a su compañera Edith María Molina Charris, habían comprado para la bebé que supuestamente esperaban. Ella es la misma mujer que el martes anterior raptó a un recién nacido en el Hospital Niño Jesús.

Justamente la diferencia en el sexo de la criatura dejó desconcertado a Miguel cuando, a las 12:30 del día, su mujer lo llamó para decirle que había dado a luz a un varoncito y no a la niña que tantas ilusiones les había generado.

En la misma vivienda, Marcial Castro, padre de Miguel, contó ayer que desde que se descubrió la mentira su familia ha vivido horas de sufrimiento, pues creyeron que su nuera sí estaba embarazada. Eso sí, desmintió la versión de parientes de Edith sobre presuntas presiones de Miguel hacia su mujer para que le diera descendencia.

“Él nunca la amenazó con levantarla a patadas si no le deba un hijo, siempre la trató bien, así como nosotros”, sentenció Castro.
El padre de Miguel relató que la historia de amor de su hijo y Edith comenzó cuando él trabajaba en un granero en Juan de Acosta. “Allá se conocieron y se enamoraron, de pronto un día llegaron juntos acá, y supuestamente estaba embarazada de mellos, pero por complicaciones los perdió”.

En octubre Edith le dio la noticia a su marido de que otra vez estaba embarazada y así lo sostuvo hasta el día en que raptó al bebé. “Solo notamos inconsistencias en los últimos días porque decía que iban hacerle la cesárea el martes, luego de que se la habían aplazado...”, anotó.

Según el relato de Marcial, Edith salió el martes diciendo que se dirigía a la clínica La Merced, pero a las 10 de la mañana llamó a su marido a decirle que le habían programado la cirugía para el día siguiente (miércoles). En vista de eso, el joven le recomendó que se quedara en Barranquilla donde su sobrina Milagros que reside en el barrio Campo Alegre, mas a las 12:30 llamó nuevamente, esta vez a Rafael Castro, su cuñado, a decirle que había dado a luz a un niño y que no lo había alimentar porque no podía lactar.

“Mi hijo (Rafael), que vive en Barranquilla, fue a la clínica, pero nadie le dio razón de Edith ni de su bebé. Cuando él se da cuenta del robo del niño por las noticias, asoció todo con las incongruencias de mi nuera y llamó a la Policía. Eso sí, a él nadie le ha dado recompensa, ni la pensamos cobrar”, aclaró.

De acuerdo con los familiares de Miguel, quien labora como obrero en la construcción de la carretera a Tubará, él ha estado muy triste con lo que pasó porque verdaderamente ama a su mujer y nunca pensó en dejarla ni siquiera si no nunca llegaban a tener hijos.

Por Harvey Jiménez