Los tres capturados por homicidio de exdirector de Medicina Legal se allanan a cargos
Por los delitos de concierto para delinquir, homicidio agravado, hurto calificado agravado y porte ilegal de armas.
En audiencia realizada este viernes en la mañana, los tres capturados por el asesinato del exdirector regional de Medicina Legal, Eduardo Pinto Viloria, de 34 años, aceptaron su responsabilidad en el crimen.
Los sospechosos fueron capturados este jueves, antes de 6:30 a.m., en distintos puntos de la ciudad por agentes de la Dijín de Bogotá.
Están identificados como Johan Beltrán Ulloque, capturado en una casa en el barrio Los Nogales, en el norte; Jesús Gutiérrez Arrieta, aprehendido en el barrio El Pueblito, y Miguel González Reales, sorprendido en una vivienda de este mismo sector del suroccidente.
El fiscal 26 de la URI, Carlos Newbal Rodríguez, les imputó los delitos de concierto para delinquir, homicidio agravado, hurto calificado agravado y porte ilegal de armas.
Pinto Viloria fue asesinado el 4 de mayo pasado, en la casa donde vivía con su esposa y su hijo en el barrio Cevillar, suroriente de Barranquilla.
En las pesquisas se referenció que Beltrán es el autor intelectual del asesinato y quien, "al parecer, contrató a la estructura" que lo ejecutó; que Gutiérrez, alias Chucho, fue el sicario que ingresó a la casa y baleó a Pinto; y que González, alias Migue, conducía el taxi.
Beltrán era el conductor de confianza de Pinto y su familia, el mismo que el día del asesinato transportaba a Dayana Hassim De la Hoz, esposa del funcionario.
La madrugada del 4 de mayo, Beltrán recogió en un auto a De la Hoz en la residencia donde vivía con Pinto y el hijo de ambos, en la calle 48 con carrera 18, barrio Cevillar.
Por declaraciones que la mujer entregó, las autoridades supieron desde un principio que dos hombres en un taxi interceptaron el Kía 'Stylus', de placas IRY-418, que maniobraba Beltrán.
Los homicidas hurtaron en la vivienda alrededor de $3 millones en efectivo y elementos como un computador, pero el robo no es la única hipótesis que las autoridades contemplan.
