El Heraldo
Esta es la vivienda en obra negra que compartía Solano con su familia en la finca ‘San Joaquín’, en Santo Tomás. Carlos Cordero
Judicial

Lo requieren por violación y se suicida

Luis Solano, de 37 años, se quitó la vida a las 12:30 de la noche del pasado domingo en la finca ‘San Joaquín’, en Santo Tomás. Al parecer, amarró a su compañera sentimental y luego abusó sexualmente de la hija de ella.

En la pequeña habitación en obra negra que Luis Enrique Solano Quintana, de 37 años,  compartía con su compañera sentimental, su hijastra de once años y su hija de 7, se disparó con una escopeta calibre doce, en medio de un cerco de la Policía.

Esto sucedió luego de que supuestamente hubiera abusado de su hijastra la madrugada del domingo, en la finca San Joaquín, ubicada en jurisdicción de Santo Tomás, en el kilómetro uno de la vía a Polonuevo.

En la mañana de ayer, en la desordenada habitación todavía había rastros de sangre al pie de la cama, lo mismo que en las tejas que cubren de la intemperie al cuarto desprovisto de cielo raso. 

Solano Quintana, según algunos de sus conocidos y del mismo propietario de la finca, llevaba más de un año residiendo allí al lado de su compañera sentimental, sus dos hijos mayores producto de otra relación, su hijastra de once años y la pequeña de siete, la única que nació como fruto de la unión entre él y su actual compañera con la que llevaba compartiendo la vida hace una década.

Pasado de tragos. De acuerdo con el dueño de la finca y otros conocidos de Solano, el domingo por la tarde este último lo pasó al lado de su compañera ingiriendo licor en un popular estadero de Santo Tomás.

De acuerdo con ellos, Solano y su pareja regresaron entrada la noche a San Joaquín con la disposición de descansar.

Media hora después de la medianoche, por lo menos así lo relataron quienes conocieron el hecho, el hombre desnudó a su mujer, la amarró y abusó sexualmente de su hijastra de once años delante de su hija de 7 y de la madre de la niña.

Al parecer Solano, del que todos los entrevistados dejaron claro que “era una buena persona, confiable y trabajador”, se durmió o tuvo un descuido y su mujer aprovechó para soltarse de los amarres y escabullirse entre el follaje de los árboles, hasta llegar hasta la finca vecina y contarle a los allí presentes la terrible pesadilla que le había tocado padecer.

“Uno no sabe qué fue lo qué le pasó, si  yo a él  lo tenía  aquí sin pagar un peso porque era ‘camellador’, serio. Me cuidaba la finca con su familia”, contó el propietario de San Joaquín.

Los vecinos ayudaron a vestir a la mujer que había llegado cubierta solo con una toalla y quien luego se desplazó  hasta la estación de policía a informar a las autoridades sobre el caso.

El cerco policial. Minutos después varias patrullas de Policía cercaron San Joaquín  y, según la versión entregada por uno de los trabajadores del lugar, Solano Quintana, acorralado y desesperado tomó la escopeta entre sus manos y disparó contra los agentes en una ocasión antes de accionarla en su cabeza. 

“Al hombre  los policías le gritaban ¡entréguese! Y desde la entrada del cuarto respondió con un disparo, después volvió a cargar la escopeta y ahí mismo en la entrada se dio el tiro cuando se vio acorralado”, contó una persona que trabaja con el propietario de la finca.

La noticia sobre la violación de la niña de once años y el posterior suicidio de su padrastro tiene conmocionados a los habitantes de Santo Tomás que en la madrugada del domingo observaban curiosos y consternados la febril actividad de las patrullas de Policía sin saber a ciencia cierta qué estaba sucediendo.

De acuerdo con un tío de la compañera de Solano, este era oriundo de La Unión (Sucre), conoció a su sobrina hace una década cuando llegó por motivos laborales a Santo Tomás. Allí vivieron en  una aparente  relación normal hasta que sucedió esta tragedia.

“Él era un tipo normal, un señor del campo que trabaja la tierra y la albañilería y se rebuscaba en lo que sea. Un tipo respetuoso”, afirmó el familiar.

¿Un hombre correcto?. De acuerdo con  Mario Polo, propietario de una finca en donde Solano Quintana trabajó, el hombre de 37 años siempre le pareció una persona ejemplar. “Uno no entiende estas cosas, pero él era un tipo honrado al que yo le daba trabajo a ojos cerrados. La verdad estamos asombrados con esto que pasó”. 

A Deisy Solano, hermana de Luis Enrique, no le cabe en la mente  que ese hombre al que ella califica de una persona correcta y trabajadora haya cometido semejante atrocidad. “Ella dice que él violó a la niña pero no  entiendo, hasta donde yo sé él la veía como a una hija ” , afirmó.

La mujer recalcó que  la familia de Solano se encuentra a la espera de los resultados del Instituto de Medicina Legal. “La mamá dice que la niña fue violada, pero estamos esperando a ver qué pasó”, agregó. 

El coronel Didier Mosquera, comandante operativo de la Policía Departamental, indicó que la mujer y las menores de once y siete años, ayer en la mañana fueron valoradas en Medicina Legal y están recibiendo  apoyo de las entidades correspondientes. 

Se encerró y se disparó. “Varios agentes la acompañaron hasta la finca, la rodearon y las niñas como que estaban gritando solicitando auxilio y el hombre las sacó de la habitación se encerró y se disparó”, fue la versión entregada por el alto oficial.

Pese a los esfuerzos de los trabajadores de la finca San Joaquín por limpiar, organizar  y de alguna manera ‘exorcizar’ la habitación donde se desarrolló este doloroso drama. Ayer por la mañana aún se podía sentir el olor de la sangre y en medio del desorden se podía armar el puzzle de una tragedia no anunciada entre los retazos que dejó una noche sin fortuna, para una familia acosada por las necesidades y los demás rigores de la pobreza.  

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