Germán dejó seis hijos, entre ellas cuatro mujeres. En la foto, con tres de ellas.

Germán Enrique Duperret, de 64 años, fue asesinado de tres tiros cuando practicaba ciclismo recreativo en la carretera Troncal de Occidente, cerca de la vereda Las Pavas, en jurisdicción del corregimiento de Malagana, Bolívar.

El crimen ocurrió el pasado 3 de abril. Tras conocer la trágica noticia nada volvió a ser igual para los familiares del empresario: las dudas, las inquietudes y el dolor no dejaba de mortificarlos.

Con tristeza, pero también con orgullo, Fernanda Duperret, una de los seis hijos que dejó el empresario, dice que “mi papá era una persona que le caía bien a todo el mundo, siempre andaba alegre, lo quería muchísima gente, era un hombre muy honesto que tenía una manera de ser muy particular, y la verdad que nos hace mucha falta”. La joven reside en Cartagena junto a otra de sus hermanas.

Un amor fatal. La relación que Germán Enrique inició con Nohora Paola Martínez Sánchez, una joven de 26 años, 38 menos que él, llegó a convertirse en su peor tormento y, a la postre le costó la vida. Según Fernanda, el vínculo amoroso de su papá con la joven no era el mejor, peleaban constantemente. “Esa mujer le escribía correos a mi papá preguntándole que cuándo se iban a casar porque quería asegurar su futuro. Ella planeó todo, el que disparó fue su amante Andrés Ramón Múnera Arias, un infante de la Armada Nacional”, relata la hija.

Como muestra del inmenso amor que le sigue teniendo a su padre, Fernanda se tatuó en el brazo derecho la firma de su ser querido, con las fechas de su nacimiento y fallecimiento.

Amante del ciclismo. Aparte de la pasión por el trabajo y por sus hijos, Germán Duperret era amante del ciclismo. La actividad lo mantenía saludable y en forma. El profesional en administración de empresas y economía era integrante de la escuadra de Los Escarabajos, que, además de reunirse para ejercitarse, participa en diferentes eventos. El día de su sepelio, amigos y compañeros de equipo organizaron la Clásica de la Amistad, con la que le rindieron un merecido homenaje.

Según la hija, pese al fuerte temperamento de Germán Enrique Duperret, apellido de origen francés, su papá era un hombre cariñoso y protector, al punto que estando con un brazo enyesado por un accidente que tuvo, se lanzó a la piscina para rescatarla cuando apenas era una niña.

En torno al origen del empresario, de quien se llegó a decir que había nacido en Barranquilla, Fernando señala “que nació en Neiva, pero vivió muchos años en Barranquilla donde trabajó como gerente de ventas de la empresa Cartón de Colombia, luego lo trasladaron para Cartagena”. Por eso gozaba de muchas amistades en las dos ciudades de la Costa Caribe.


Fernanda Duperret se tatuó en el brazo derecho la firma de su papá con las fechas de su nacimiento y muerte, como una forma de llevarlo consigo todo el tiempo.

En la actualidad los dos hijos varones que llevan el mismo nombre de su papá residen fuera del país, al igual que Laura, quien está en Montreal (Canadá), la otra hija de nombre Silvana vive en Caracas, Venezuela, mientras que Fernanda y otra hermana menor están radicadas en Cartagena, para no apartarse del recuerdo de su papá.

‘Trasnochos’

En su blog ‘Trasnochos’ (www.duperret.net), Laura Duperret dice en un artículo titulado ‘No soy de apellido Samper ni Uribe, pero parece que en mi caso habrá justicia’, que “noticias como la de la captura de esta gente devuelve la confianza a los colombianos por la justicia de nuestro país”.

Por William Colina Páez

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