El Heraldo
En la foto, algunos de los desmovilizados en su época de paramilitares, entre ellos Daniel Giraldo Contreras y Norberto Quiroga Poveda.
Judicial

Frente Tayrona de AUC pagaba armas con dólares o cocaína

Fiscalía dio a conocer datos entregados por los desmovilizados.

En las audiencias de formulación y aceptación de cargos que ha desarrollado esta semana la Fiscalía Novena ante magistrados de Justicia y Paz, con exparamilitares del frente Resistencia Tayrona de las Autodefensas, trascendieron datos recopilados en las investigaciones sobre la forma cómo el grupo se dotaba de armamento.

En principio, este frente desmovilizado en 2006 y que estaba al mando de Hernán Giraldo Serna, alias el Patrón (extraditado a Estados Unidos), adquiría armas en pocas cantidades con comerciantes ilegales que las llevaban desde La Guajira hasta poblaciones como Guachaca, en Santa Marta, donde el frente tenía su centro de operaciones. 

En la medida en que se fue fortaleciendo, según lo documentado por la Fiscalía, esta sección de las Autodefensas utilizaba nuevas estrategias para obtener más armas y con mayor capacidad ofensiva.

Fue así como estos elementos empezaron a llegar en barcos merqueros a Bahía Portete, en La Guajira, y desde allí eran transportados en vehículos de su propiedad hasta la Sierra.

En ese entonces las armas que ya tenían uso costaban hasta 5 y 6 millones de pesos y las nuevas unos 8 millones. Podían adquirirlas en dólares o intercambiarlas por cocaína con traficantes en Panamá, Nicaragua, Alemania, Estados Unidos, Brasil, Venezuela y Bulgaria, con base en el testimonio del postulado Omar Ochoa Ballesteros, en versión libre de 2008.

Entre los elementos que compraba la organización ilegal había fusiles AK-47, galil, R-15, M-14, M-16, escopetas; las denominadas armas de apoyo como morteros, M-60, lanza granadas, entre otras; las cortas como revólveres, pistolas, ametralladoras R-9 y MP-5; además de granadas de mano, granadas de morteros, granadas para fusil, cilindros, entre otros. También estaban las consideradas prohibidas por los organismos internacionales, como cilindros, cazabobos, quiebrapatas, entre otros. Este último aspecto fue confesado por Hernán Giraldo en versión libre que entregó del 22 de junio de 2010.

Sobre el armamento no convencional, los desmovilizados han informado que para su uso se apoyaban en expertos en explosivos -los llamados explosivistas-, que llegaron del grupo del comandante paramilitar Rodrigo Tovar, alias Jorge 40, habían sido militantes de la guerrilla y fueron reclutados por Édgar Córdoba Trujillo, alias 5-7 o Samuel, quien fuera el primer comandante militar del Tayrona. Los explosivistas se encargaron de entrenar a otros miembros.

En las últimas audiencias han asistido los desmovilizados Hernán Giraldo (por videoconferencia), Nodier Giraldo, Eduardo Vengoechea, Édgar Ballesteros, Norberto Quiroga Poveda, Adán Rojas, Carmen Rincón, José Mora López, Flavio Reyes y José Gelvez Albarracín. El procedimiento se adelanta dentro del sistema de priorización adoptado por la Fiscalía para darle agilidad a Justicia y Paz.

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