“Estuve preso tres años por un crimen que no cometí”

Ayer a las 9:30 de la mañana volvió a la libertad Roberto José Márquez Lidueña, un barranquillero de 31 años que permaneció tras las rejas 34 meses por un delito que, de acuerdo a lo estudiado por las autoridades judiciales, no cometió.

Resulta que en 2009, Márquez Lidueña fue señalado de segarle la vida a un ganadero identificado como Howard Alberto Sierra, en hechos ocurridos el miércoles 18 de noviembre, en un puesto de comidas rápidas de la calle 82 con carrera 45. La víctima, al parecer, se opuso al robo de $5 millones.

Siete días después del atentado criminal, Márquez Lidueña fue capturado por la Policía, en cumplimiento a una orden judicial proferida por el Juez Octavo Penal del Circuito con funciones de conocimiento, por el delito de homicidio agravado.

Roberto José Márquez en noviembre de 2009.

“Me acuerdo que la Policía me detuvo una noche frente a la Clínica General del Norte. Estaba esperando el nacimiento de mi segunda hija. Me agarraron en la puerta, los policías no esperaron que les avisara a los que estaban conmigo. No sabía por qué me llevaban para la URI”, relató Roberto José.

El 27 de noviembre Márquez fue llevado a audiencia y luego pasó a la penitenciaría de El Bosque, tras decisión del Juez.

Enseguida, el expresidiaro recalcó que lo que las autoridades hicieron con él fue “dar un falso positivo, en medio de una temporada de violencia que vivió la ciudad”.

Recuerda que el día en que perdió la vida el ganadero, él se encontraba retenido en el CAI del barrio La Victoria por un supuesto porte ilegal de arma. “Buscaban a un delincuente y yo había sido retenido en el CAI de La Victoria. A las 6 de la tarde, hora en que sucedieron los hechos, yo me encontraba en el establecimiento policial, por lo cual era imposible que estuviera en 2 lados a la misma hora. Estuve preso en el CAI un lapso de 3:30 a 6:30 p.m.”, repitió.

Mencionó que las autoridades tampoco tuvieron en cuenta los interrogatorios que le hicieron a la esposa del ganadero muerto, pues la mujer dio unas características físicas del asesino, totalmente, diferentes a las suyas.

Tres años tardaron las autoridades para determinar que habían detenido a la persona equivocada. Roberto indicó que no importaba el tiempo perdido, pues en la cárcel se dedicó a Dios. Y aunque reconoció que el pasado cometió errores, dijo que su intención es tomar un nuevo camino para sacar adelante a su familia.

Por Redacción Judicial