Isaías CárdenasEl Gobernador del Magdalena y el Director del Incoder durante la reunión.Dispuestos a retomar el cultivo de productos de pan coger, habitantes de la Zona Bananera del Magdalena afectados por la transición en la explotación del banano a la palma de aceite, le pidieron al Incoder tierras para reacomodar su economía, menguada por la reducción de la mano de obra en las fincas.
Ante el director seccional del Incoder, Roberto Jaramillo Cárdenas y el gobernador del Magdalena, Manuel José Bonett Locarno, los labriegos plantearon el problema y manifestaron su preocupación por el forzado desplazamiento que se registra en esa basta región agrícola a raíz del desbordado cultivo de palma.
Afirman que lo que antes eran fincas bananeras hoy son extensas plantaciones de palma, cultivo que demanda menos trabajadores para su producción. Mientras el banano emplea a un hombre por hectárea, la palma emplea a uno por cada diez, además, es de fácil crecimiento, no necesita tanta agua como el banano y una vez sembrada, empieza a producir desde los tres años y puede hacerlo hasta los 50 años.
S.O.S de campesinos. Wilmer Manuel Contreras, líder campesino de Guamachito, dijo que la idea es constituir una asociación y adquirir las tierras para sembrarlas con yuca, maíz, cilantro, fríjol, ñame, auyama y otros productos de pan coger que han desaparecido prácticamente del mapa alimenticio de la región.
“Queremos sembrar pero no tenemos lo principal que son las tierras. La verdad, estamos cercados de pura palma”, dijo. Wilmer Contreras tiene 4 hijos y hoy subsiste gracias a una tienda que montó en Guamachito.
El presidente de la Junta de Acción Comunal de este corregimiento, Víctor Manuel Robles, quien se gana la vida vendiendo artesanías, expresó que la desocupación es tremenda en la zona y todo ello debido al incremento en la producción de palma de aceite.
Convocatoria de Incoder. El director del Incoder, Roberto Jaramillo Cárdenas, se comprometió con los campesinos a interceder con sus buenos oficios para hacer realidad sus sueños.
El funcionario del Gobierno Nacional los instó a participar en la convocatoria de subsidios de tierras que le permitan, una vez se surtan los trámites de rigor, desarrollar el proyecto productivo a efectos de que puedan subsistir con sus familias.
“La modalidad es que ellos seleccionen la tierra y la presenten al Incoder como opción de compra”, explicó Jaramillo Cárdenas.
Dijo que acto seguido la entidad la mide topográficamente, hace el avalúo comercial a través del Inac y luego decide si acepta o no el predio. “Cada familia tiene derecho a un subsidio de 29 millones 900 mil pesos avaluados en tierra, lo que quiere decir que si 10 familias se reúnen pueden adquirir una tierra por valor cercano a los 300 millones de pesos”, anotó el Director del Incoder.
En lo posible – dijo Jaramillo - la finca debe generarle al campesino los elementos básicos para que el proyecto subsista, de tal manera que cada familia debe tener ingresos no menores a los dos salarios mínimos.
El gobernador del Magdalena, Manuel José Bonett Locarno, se comprometió a agilizar en Bogotá los proyectos para que no duerman el sueño de los justos.
Por Agustín Iguarán G.
