El Heraldo
Todos los integrantes de la banda fueron asegurados con medida intramural.
Judicial

Banda ‘los Arenca’ vendía Metadona y recetas médicas

Interceptaciones telefónicas revelan detalles de operaciones a domicilio. Organización que vendía heroína en Barranquilla y Soledad llevaba 12 años delinquiendo. 8A

Las interceptaciones telefónicas realizadas por la Policía Metropolitana y la Fiscalía Quinta Antinarcóticos permitieron develar días atrás el accionar delictivo de los Arenca, la banda de 14 personas dedicada a la venta de heroína en Barranquilla y Soledad.

En los audios conseguidos por las autoridades fue posible desenredar la estructura criminal de los Arenca y, de paso, detectar que ellos no solo llenaban las calles del potente alucinógeno sino que sacaban provecho de la adicción de sus clientes para venderles de manera fraudulenta el medicamento llamado Metadona, con el cual estos conseguían doparse. También les brindaban la alternativa de obtener recetas médicas falsificadas para conseguirla en droguerías.

Este grupo, según investigaciones, tenía al menos 12 años delinquiendo y “acabando” seres humanos a través del alucinógeno que comercializaban con ‘domicilios’, tras pactar a través de llamadas telefónicas, tal y como quedó evidenciado en una de las conversaciones interceptadas por las autoridades.

El general Segura el día de la rueda de prensa.

Comprador: Alex, te habla el Bebe, te llamo para ver si me podías empeñar una fórmula.
Vendedor: Nombe, yo no empeño nada de eso Bebe, nombe, ¿tú qué estás loco?
C: ¿Y tú tienes metadona?
V: Ajá, ahí hay.
C: ¿Cuántas tienes?
V: Como cuatro o cinco.
C: Nojoda, necesitaba 20.
V: ¿Necesitas cuántas?
C: 20, un frasco completo.
V: No, tengo como 8 por ahí.
C: ¿Y no tienes de 10 miligramos?
V: No, nada.
C: ¿Y esas 8 en cuánto me las das?
V: En 80 pesos.
C: Nojoda, ¿cuál 80 lucas?
V: Entonces te las regalo ya, pues.
C: 60 barras.
V: No, no, no, déjalas ahí, eche ¿tú qué, estás loco?

Luego de las capturas, la Fiscalía les imputó a los procesados los delitos de concierto para delinquir agravado y tráfico de estupefacientes, cargos que no aceptaron, por lo que el Juez Segundo Penal Municipal les dictó medida de aseguramiento en la cárcel El Buen Pastor y en la penitenciaría de El Bosque, respectivamente.

Solo a uno de los capturados, Wulfran Emilio Cepeda Morales, la Fiscalía no le imputó cargos ya que estableció que no pertenece a la estructura delincuencial y tampoco tenía orden de captura, por lo que fue dejado en libertad.

Pagos en especie. Los audios lograron establecer también que no solo dinero recibían los traficantes de heroína, también aceptaban objetos de valor como relojes, celulares, cadenas de oro y hasta computadores portátiles, como parte de pago, así quedó registrado en otro audio.

Comprador: Habla Padilla, Padillita, Padillón...¿Todo bien Padilla?, ¿cómo anda la vuelta?
Vendedor: ¿Estás con tu amigo ahí?
C: No, no, no acabo de encontrarme con él porque es que me debe plata y yo no tengo plata hoy, entonces vine a cobrarle y tampoco tiene y estoy barro, estoy mal, me siento malito, entonces te llamaba para pedirte un favor. Tú sabes que yo soy serio, ya el teléfono ese te puedes quedar con él, pero me devuelves el chip porque ya la empresa me dio otro, entonces a ti te sirve más porque tú puedes vacilártelo ya, pero hazme un dos ahí con el reloj que tengo, un reloj Nike.
V: Pero yo no te puedo dar una subiendo, tienes que bajar, yo te la doy.
C: ¿Tengo que bajar hasta allá?
V: Sí.
C: ¿Llego a dónde?
V: Ahí mismo, por acá.
C: ¿Y si te llevo una metadona me das otra de 40?
V: Tú sabes que yo doy una por dos en 40.
C: Bueno ya, va pa esa y te llevo el reloj.

La jerga. Durante un año que duró la investigación, La Fiscalía puso al descubierto la jerga utilizada en las conversaciones telefónicas por los vendedores y consumidores para evitar ser descubiertos en caso de posibles interceptaciones a los celulares, como efectivamente sucedió.

Para solicitar un ‘domicilio’  los clientes se referían a la droga como una recarga, también la denominaban la ropa o en su defecto solicitaban un corrientazo o medio minuto, entre otras palabras.

En varias ocasiones la droga que les vendían era de mala calidad, que por poco les ocasionaba una sobredosis, o como le decían los consumidores: una  enfermedad. 

Las diligencias de allanamiento y registro se realizaron en barrios de Barranquilla y Soledad.

En otro audio, precisamente uno de los ‘clientes’ se refiere a la heroína como una recarga.

Comprador: Hey mi hermanito, ¿no hay nadie por ahí al ruedo?
Vendedor: Lo que pasa es que ustedes no quieren dar la plata completa.
C: No, no, no, tengo los 20 completos para dos recargas.
V: Si tienes los 20 barras, sí, ¿dóndes estás tú?
C: Estoy aquí en la 68 con 43… ¿entonces qué, ya vienes para acá?
V: Ya casi.
C: Bueno te espero aquí pues, no te demores, este es mi número.

De acuerdo con el general José Vicente Segura comandante de la Policía Metropolitana, los Arenca es la primera organización criminal dedicada al microtráfico de heroína que es desarticulada en el país.

Una de las características que utilizaba la banda y que les permitió delinquir durante mucho tiempo era el no ponerse a vender la heroína en la calle o adueñarse de determinado sector de la ciudad.

“Incluso la clientela era selecta, no a cualquiera le vendían la droga, tenía que ser un consumidor reconocido por ellos”, dijo un investigador.

Los 12 años que los miembros de la estructura criminal llevaban vendiendo heroína en Barranquilla y Soledad se debió en gran parte a la forma en que vendían la droga que era en pequeñas cantidades (gramos) y en forma de bolitas, fácil de ocultar por los expendedores en caso de ser requisados.

La organización criminal era liderada por los hermanos Astrid De los Ángeles y Alex Alberto  Téllez Márquez, otros dos hermanos también la integraban.

Metadona, también adictiva

El consumo de metadona conlleva un riesgo muy alto de desarrollar dependencia física y psicológica. Con el consumo crónico de metadona, el cerebro puede dejar de producir endorfinas, analgésicos naturales, porque se ha acostumbrado al medicamento. Algunos efectos devastadores de esta droga son sudoración excesiva, especialmente de noche; estreñimiento, dolor en músculos y articulaciones.

Algunos consumidores experimentan dolores similares a los del reumatismo. Pérdida de apetito, náuseas y vómito; dolores y calambres abdominales; retención de fluidos que causa hinchazón en manos o pies; caída de dientes. Muchas mujeres tienen ciclos menstruales irregulares con el consumo de mucha metadona, entre otros.

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