Rousseff denuncia un “golpe”
El Senado vota a favor del ‘impeachment’ de la presidenta de Brasil Dilma Rousseff. Michel Temer, presidente interino, presenta su nuevo gabinete de gobierno.
“Lo que más duele es la traición y la injusticia”. Con estas palabras Dilma Rousseff, la presidenta de Brasil, se despidió de miles de seguidores en el Palacio de Planalto, sede del Gobierno brasileño, luego de ser separada temporalmente de la Presidencia por decisión del Senado. (Ver infografía).
Rousseff sufrió una abultada derrota en la Cámara alta, 55 votos frente a 22, que ayer, después de una sesión que se prolongó durante más de 20 horas, decidió iniciarle un juicio político con fines destituyentes por considerar que cometió un “crimen de responsabilidad”.
El delito fue maquillar las cuentas públicas en los ejercicios de 2014 y 2015, una práctica ilegal pero habitual en los Gobiernos brasileños.
Acompañada de algunos de sus más cercanos colaboradores, entre ellos el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, Rousseff se mantuvo serena en su despedida, aunque por momentos se le quebró la voz y se le empañaron los ojos cuando abandonaba la sede del Ejecutivo. También estuvo presente Lula, su padrino político, visiblemente abatido y en un discreto segundo plano.
“El mayor riesgo en este momento es que el país sea dirigido por los sin votos, aquellos que no fueron elegidos por la población y que no tienen legitimidad para enfrentar los desafíos” de Brasil, denunció haciendo alusión a su exvicepresidente, el actual presidente interino del país, Michel Temer.
Perfil. “Frío, calculador y con una gran experiencia política”, Michel Temer ha sabido aprovechar el poder que tejió entre bastidores durante décadas para saltar a la Presidencia de Brasil en el lugar de quien fuera su aliada y le abriera las puertas del Gobierno, Dilma Rousseff.
Michel Miguel Elias Temer Llulia, abogado constitucionalista, católico y descendiente de una familia de origen libanés, apenas arrastra el 3 % de intención de voto, según las encuestas, pero ha jugado hábilmente sus cartas para ocupar, de momento de forma interina, el sillón de Rousseff.
A sus 75 años, el líder del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), el más importante del país, asume el desafío de calmar el “huracán político” que ha desembocado en el impeachment contra Rousseff, mantener las alianzas que le han facilitado el ascenso al poder y, sobre todo, reconducir la economía y recuperar la confianza de la sociedad brasileña en su desprestigiada clase política.
Temer asume interinamente tras acompañar a Rousseff como vicepresidente desde 2011, liderar durante quince años el PMDB y ocupar tres veces la presidencia de la Cámara de Diputados.
Reacciones. Las redes sociales de los brasileños se agitaron con miles de montajes, burlas y mensajes que evidenciaron todavía más la crisis que vive el país.
Los brasileños, reaccionaron en el mundo cibernético, que se inundó de publicaciones a favor y en contra del cese temporal de la mandataria.
Rousseff se pronunció por primera vez después de la resolución del Parlamento en su perfil de Facebook, donde dijo que fue “un golpe” y divulgó videos de la intervención que en la madrugada hizo ante el Senado el abogado general del Estado, José Eduardo Cardozo, que actuó como su defensa durante el proceso.
Nuevo gabinete de gobierno. Temer tendrá dirigentes de nueve partidos del arco del centro y la derecha y en el que, por primera vez en décadas, no habrá ninguna mujer.
El Gobierno que asumió interinamente será el primero sin ministras desde 1985, cuando cayó el dictador Joao Figueiredo, que tenía a Esther de Figueiredo Ferraz como ministra de Educación.
El Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), de Temer, tendrá el mayor peso y ocupará siete de los 24 ministerios que tendrá el nuevo Gobierno, que ha fundido algunas carteras para reducir el actual número de 31.
También fueron contemplados los partidos de la Social Democracia Brasileña (PSDB), Republicano Brasileño (PRB), Progresista (PP), Demócratas (DEM), Laborista Brasileño (PTB), Verde (PV), Social Democrático (PSD), Popular Socialista (PPS), Socialista Brasileño (PSB) y Demócratas (DEM).
Dura experiencia
Rousseff, una economista de 68 años que militó en los grupos que combatieron la dictadura militar (1964-1985), por lo que fue detenida y torturada, denunció que sufrió “la mayor de las brutalidades que se puede cometer contra un ser humano: castigarlo por un crimen que no cometió”. La mandataria también recordó que no es la primera vez que ha sufrido una dura experiencia en su vida, tras las torturas recibidas en la cárcel y el cáncer que se le detectó en el año 2009.
ANÁLISIS
“No se puede hablar de golpe de Estado”: Luis F. Trejos Rosero
Sobre el juicio político: la economía de Brasil viene decreciendo sostenidamente, los casos de corrupción dentro del PT y de la coalición de gobierno entre otros factores, llevaron su popularidad a un 10 % de aprobación ciudadana; el sistema político brasilero obliga a conformar coaliciones que muchas veces obedecen a lógicas pragmáticas mas no programáticas; no se puede hablar de golpe de Estado, porque el procedimiento ha sido apegado a la Constitución y a través de las instituciones políticas. La caída de Rousseff marca un quiebre profundo en la historia reciente latinoamericana, que había estado marcada por el ascenso de gobiernos de izquierda y centro izquierda, los casos de Brasil, Argentina y Bolivia no son aislados, se esperan hechos similares en Venezuela y posiblemente en Ecuador.
Luis Trejos Rosero es doctor en estudios americanos, con especialidad en estudios internacionales de la Universidad del Norte. Email: trejosl@uninorte.edu.co
