Naciones Unidas pide parar la matanza en Alepo
Crecen las diferencias entre EEUU y Rusia, lo que aleja un acuerdo para detener los bombardeos, que en los últimos días han tumbado hospitales.
La ONU urgió ayer a las potencias internacionales a detener la matanza que se está viviendo en la ciudad siria de Alepo, en medio de una fractura cada vez mayor entre EEUU y Rusia, que imposibilita cualquier progreso.
La ofensiva lanzada por el régimen de Damasco con apoyo ruso para tratar de arrebatar la zona oriental de la ciudad a las fuerzas opositoras ha creado una brecha con Occidente que, ahora mismo, parece prácticamente insalvable.
EEUU confirmó que está “a punto de suspender su diálogo” con Rusia para impulsar un alto el fuego y un proceso de paz en Siria, mientras que el Kremlin volvió a dejar claro que no va a aceptar todas las exigencias estadounidenses.
“Estamos a punto de suspender el diálogo porque es irracional, en el contexto del tipo de bombardeo que está teniendo lugar, estar ahí sentados tratando de tomarse las cosas en serio”, dijo el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, en un foro en Washington.
Desde Moscú, el Gobierno ruso se declaró a favor de decretar una tregua humanitaria de 48 horas en Alepo, pero consideró inaceptable alargarla durante una semana, tal y como quiere EEUU, al considerar que permitiría a los grupos terroristas reagruparse. La desconfianza entre las dos partes es total, algo que volvió a hacerse evidente ayer en la sede de Naciones Unidas, donde el Consejo de Seguridad analizó la situación humanitaria en Siria.
“Lo que están haciendo es un regalo al EI (Estado Islámico) y a Al Nusra, los grupos que dicen que quieren detener”, aseguró la embajadora estadounidense ante la organización, Samantha Power, sobre la ofensiva de Siria y Rusia en Alepo.
Según Power, la parte oriental de la ciudad -bajo control rebelde- ha sufrido en los últimos días más de 1.700 bombardeos en los que han muerto al menos un millar de personas, incluidos ataques repetidos contra servicios de emergencias y hospitales.
Se trata, aseguró, de “la semana más salvaje en una increíblemente salvaje guerra de más de cinco años”.
Ese análisis lo corroboró en parte Naciones Unidas, que dijo que la situación en esta ciudad clave del norte de Siria es la peor que se ha visto en toda la guerra.
“El este de Alepo, en este momento, no está al borde del precipicio. Está en un terrible descenso al abismo despiadado e implacable de una catástrofe humanitaria como ninguna de las que hemos visto en Siria”, señaló el jefe humanitario de la ONU, Stephen O'Brien.
Reacción del Papa
El papa Francisco expresó su dolor y preocupación por la situación de los civiles en la ciudad siria de Alepo y afirmó que “los responsables de los bombardeos tendrán que rendir cuentas ante Dios”. “Hago un llamamiento a la conciencia de los responsables de los bombardeos, que tendrán que rendir cuentas ante Dios”, dijo improvisando en la Plaza de San Pedro.