Lubitz ensayó choque del avión en el vuelo de ida
Informe revela que el copiloto de la aeronave que se estrelló en los Alpes realizó maniobras riesgosas en pleno vuelo horas antes del accidente.
Andreas Lubitz, el copiloto que estrelló el pasado 24 de marzo un avión de Germanwings en los Alpes franceses, había ensayado la maniobra horas antes durante el vuelo de ida, lo que refuerza la tesis de que el impacto, en el que murieron los 150 ocupantes del aparato, fue premeditado, indicaron los investigadores.
La Oficina de Investigación y Análisis (BEA), responsable de las pesquisas técnicas, publicó un informe preliminar en el que destaca el análisis del vuelo de ida entre Düsseldorf y Barcelona que se desarrolló en el mismo avión y con idéntica tripulación que el que se estrelló horas más tarde.
Pero en el transcurso de la misma, el copiloto dirigió hasta en cinco ocasiones en menos de cuatro minutos el piloto automático del avión hacia el suelo, una operación que no fue percibida ni por los pasajeros ni por los otros miembros de la tripulación ni por el control aéreo francés, según afirmó a un grupo de medios internacionales el director del BEA, Rémi Jouty.
Maniobra riesgosa
Lubitz programó el piloto automático para que el avión descendiera a una altura de 100 pies, unos 30 metros, la mínima que permiten esos aparatos y la misma que puso horas más tarde cuando causó la catástrofe.
Fueron operaciones cortas, muy puntuales, de apenas unos segundos, sin relación con la maniobra que habían ordenado desde tierra y sin que tuvieran efecto, por su breve duración, en la trayectoria del avión.
“Podemos concluir que estaba ensayando el gesto que repitió en el vuelo fatal, por motivos que ignoramos”, indicó Jouty, que se mostró incapaz de discernir si el copiloto hizo ya un primer intento, abortado, de suicidio o si simplemente probó la maniobra.
Dos minutos antes de que el piloto retornara a su puesto, Lubitz situó el avión en posición normal y el vuelo aterrizó sin incidencias en Barcelona.
El informe afirma que Lubitz estaba consciente de lo que hacía al momento de estrellar el avión en los Alpes, y que incluso aumentó la velocidad para que la maniobra fuese más corta.
Tampoco atendió a un contacto de la defensa aérea francesa, cuya procedencia tratan de determinar los investigadores, si fue desde tierra o desde un avión militar.
Jouty indicó que lo esencial del accidente se conoció pocas horas después del mismo, pero señaló que la investigación continúa y que el informe definitivo no estará concluido hasta dentro de un año, aproximadamente.
Uno hecho que los investigadores están intentando establecer es cómo superó Lubitz los exámenes médicos y psicológicos a los que fue sometido, teniendo en cuenta que él había interrumpido su proceso de formación en una escuela de aviación por problemas depresivos. Efe
