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Cenizas del ‘Barranquillerisimo’ Nelson Pinedo. Josefina Villareal.
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En la iglesia San Roque fue el último adiós de Nelson Pinedo

El popular pollo barranquillero se despidió frente a una asistencia importante que se dio cita para despedir a esta luminaria del barrio Rebolo.

Ante una gran asistencia de público se llevó a cabo el último adiós de Nelson Pinedo, uno de los cantantes emblemáticos de la historia de nuestra ciudad.

La ceremonia sucedió en la iglesia San Roque, cerca de su natal Rebolo, barrio que lo vio nacer un sábado de carnaval, 10 de febrero de 1928, en medio de la danza del torito.

En la misa, que fue presidida por el monseñor Victor Tamayo, estuvo presente el secretario de cultura del distrito Juan José Jaramillo, quien leyó el decreto 0785, con el cual se le presenta un homenaje póstumo al popular Pollo Barranquillero. "Este homenaje estaba arreglado para antes de su muerte, pero lastimosamente solo pudo volver una vez más a su hogar en estas circunstancias", expresó Jaramillo

Se reunieron varias personas que influyeron en la vida de Napoleón Nelson Pinedo Fedullo, como su hijo Carlos, su manager Luis 'el negro' Mendoza, Ricardo y Saul Campanella, empresario y médicos del pollo barranquillero.

Mendoza lamentó la partida de su gran amigo y expresó que "se fue una de las grandes figuras que me enseño muchísimas cosas que voy a utilizar para darle a los que vienen después".

Así también, contó que se quedó un proyecto en el tintero que espera poder sacar a futuro de "un documental en La Habana que estamos hablando con Saul Campanella, empresario, para ponerlo en el mercado internacional. Fue un concierto que grabamos en 2010 en el teatro América de la Habana al lado de Omara Portuondo y un sinnúmero de luminarias de la vieja escuela, fuimos a la esquina del movimiento, tuvimos la oportunidad de hablar con Senén Suarez compositor de varios de sus éxitos, e hicimos un trabajo bello que vamos a poner a consideración del mundo melómano y en especial el salsero".

Su esposa no pudo asistir porque en "Venezuela hay un problema de papelería para expedir pasaportes y ellos tenían los pasaportes vencidos".

Fue sepultado en el osario 2-211, donde recibió flores y un último adiós digno de una figura que adonde quiera que estuviera recordaba sus orígenes barranquilleros y especialmente del barrio Rebolo.

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