El Heraldo
Opinión

Las víctimas en La Habana

El encuentro de las víctimas con los negociadores de paz de La Habana es histórico, primero, por la variedad de voces que ahora tendrá el proceso, y segundo, por la posibilidad de ensayar el necesario camino de la reconciliación.

El encuentro entre las víctimas del conflicto armado y los negociadores de las Farc y el gobierno, que empezó ayer en Cuba, tiene un profundo significado político tanto para las negociaciones como para el país. Por ello copó el interés de la prensa internacional, que no se ha cansado de desplegar titulares generosos sobre la cita.

Es la primera vez, en efecto, que un diálogo de paz incorpora a actores civiles en la mesa, lo que supone que -de alcanzarse, como es el deseo de todos- los acuerdos vincularían de manera auténtica componentes de verdad que resultaron marginales o no existieron en otras convocatorias.

En los 11 procesos que desde 1981 se dieron antes de este, solo se sentaron a conversar el gobierno y los grupos paraestatales, esto es, guerrillas y autodefensas. En el de La Habana, que ya había integrado de modo excepcional a empresarios y militares, se completa la variedad de voces que ha estado bajo el fuego de nuestra guerra interna en las últimas cinco décadas.

En ese contexto es de esperar que el diálogo, revitalizado con estos nuevos participantes, sincere el origen de las agresiones y clarifique las reparaciones, teniendo en cuenta que en la delegación que viajó a la isla figuran representantes de las víctimas tanto de todos los grupos alzados en armas como de algunas fuerzas del Estado que al margen de este abusaron de su poder constitucional.

Aunque con un interés fundado, la delegación de las víctimas, además, agregaría ecuanimidad a las aproximaciones de las partes en puntos en los que a estas aún les estuviere faltando consenso.

A la luz del derecho internacional humanitario, aquí lo que hay ahora es reconocimiento de que vivimos un auténtico conflicto y no solo una agresión terrorista, lo que plantea, de paso, la aceptación categórica de que los civiles, en todos los escenarios donde se desarrollan los enfrentamientos, han sido sistemáticamente víctimas neutrales de ellos. 

Más significativo, aún, es la admisión de que, además de paz, lo que necesitamos los colombianos es encontrar el camino de una reconciliación franca y definitiva, que concite el perdón, deponga los rencores y sane las heridas. Necesitamos conseguir, entre todos, una generación libre de violencia, y ahí está el gran paso para empezar a concebirla.

Como desde la perspectiva de los protocolos globales una negociación siempre es mejor que su antecesora por cuanto se vale de las experiencias acumuladas, lo primero que habría que decir es que el caso colombiano vendría a ser la confirmación de esa regla. Si definitivamente hay voluntad de las partes, este podría ser el mejor diálogo de cuántos han tenido lugar en nuestro territorio.

Lo segundo es que, si se mantiene el tono plural tanto de los interlocutores como de las temáticas, nos situaríamos de manera irreductible ante un acontecimiento histórico que daría cuenta de nuestro avance como sociedad civilizada. Los pactos de paz que se firmen felizmente serían del mismo tenor, y un buen día declararían que la mejor forma de resarcir a las víctimas, es asegurar que nunca más haya una de ellas.

Ahora disponible en: Spotify
Facebook
Twitter
Messenger
Whatsapp

Más Editoriales

El Heraldo
Editorial

PAE a cuentagotas

Justo cuando comienza el cuarto mes del año en curso y dos meses después del inicio del calendario académico, de los siete departamentos de la región Caribe tres no han comenzado aún a ejecutar el Programa de Alimentación Escolar al que est

Leer
El Heraldo
Editorial

Inflación sin control

La decisión de la Junta Directiva del Banco de la República de subir las tasas de interés al 5 %, en un nuevo intento para contener la galopante inflación en el país, podría quedarse corta o ser insuficiente ante el alza de los precios que,

Leer
Ver más Editoriales
X
COMO REPORTAR A WASAPEA
1. Agrega a tu celular el número de Wasapea a EL HERALDO: +57 310 438 3838
2. Envía tus reportes, denuncias y opiniones a través de textos, fotografías y videos. Recuerda grabar y fotografiar los hechos horizontalmente.
3. EL HERALDO se encargará de hacer seguimiento a la información para luego publicarla en nuestros sitio web.
4. Recuerda que puedes enviarnos un video selfie relatándonos la situación.