El proyecto Diamante del Caribe y los Santanderes, la propuesta de Findeter que será desarrollada y coordinada por Microsoft y la Fundación Metrópoli, tiene el propósito mayúsculo de unir a nueve ciudades principales y nueve departamentos de los santanderes y la Región Caribe para impulsar su desarrollo conjunto.

Los lugares elegidos tienen características similares en clima, población y geografía, cuentan con el río Magdalena como punto de cohesión y pretenden formar un territorio común que ya ha interactuado entre sí durante siglos y que ahora debe aprovechar sus rasgos comunes para crecer en conjunto.

Esa unión no es utópica si se miran las tendencias mundiales de integración, o si se entiende que el concepto de ciudades competitivas y sostenibles que impulsan organismos como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde), el BID y el mismo Findeter, es el que está catapultando el desarrollo de la sociedad actual.

Un informe de The Economist asegura que los negocios globales se dan de acuerdo al análisis que los inversionistas realizan de las ciudades y ya no de los países. Nueva York, Shanghai, Barcelona o Londres han crecido gracias a ese impacto, de la misma manera en que lo están haciendo hoy San Petesburgo, Bombay o Sao Paulo, las tres ciudades con mayor potencial actual de crecimiento, independientemente de las políticas que desarrollen sus propias naciones.

En el proyecto del Diamante la proyección es aún más grande: se trata de un conjunto de ciudades en el cual entran Barranquilla, Barrancabermeja, Bucaramanga, Cartagena, Cúcuta, Montería, Riohacha, Santa Marta, Sincelejo y Valledupar. La mayor diferencia está en que pocas veces se ha conjugado un número tan alto de factores para que se produzca un cambio social significativo como en este instante histórico de la Región Caribe.

Justo ahora, un grupo de líderes costeños está al frente de entes tan importantes como el Departamento Nacional de Planeación, la Andi y los ministerios de Transporte y de Minas. Adicionalmente, los alcaldes de Riohacha, Montería y Valledupar han puntuado como los mejores en los índices de favorabilidad y sus regiones han crecido económicamente. El mandatario de Córdoba fue elegido como el mejor del periodo pasado y se destaca a nivel nacional la voluntad política de los alcaldes de Cartagena y Barranquilla. 

Esos líderes en cargos claves para el desarrollo han dado su aval a esta iniciativa que aumentará la competitividad, pero además, y por su cuenta, están transformando la región con sus decisiones. Se han cometido errores en el pasado, pero esta vez no hay que quedarse en ello.

Están dadas las condiciones para que las ciudades del Caribe pasen a ser un gran territorio interconectado y sostenible, que genere desarrollo y competitividad. También hay voluntad política.

Así quedó evidenciado en la tertulia que organizó en días pasados EL HERALDO, a la que acudieron las autoridades locales y departamentales, junto con los representantes de los gremios, y en la que todos se comprometieron a sacar adelante este proyecto.

Es el momento de pensar en grande. De unirse como región y de proyectarse en ese y en otros nuevos escenarios. En esta ocasión, todo está dado.