La veeduría Caribe Visible acaba de publicar un estudio muy interesante sobre el balance de la actividad legislativa de los congresistas costeños en el período 2012-2013. El primer dato que llama la atención del informe es la escasa eficacia que tienen nuestros parlamentarios como promotores de iniciativas: de los 118 proyectos de ley que presentaron como autores o coautores, solo uno consiguió ser sancionado como ley (un proyecto referido a la creación de un fondo especial para la administración de bienes de la Fiscalía General de la Nación). Según el estudio, las iniciativas legislativas de los congresistas del Caribe en el periodo 2012-2013 se ocuparon principalmente de temas de carácter económico, honores y monumentos, así como de asuntos de índole laboral.

Además de la preocupante dificultad de los legisladores costeños para sacar adelante proyectos en el Congreso, hay otro tema sobre el que la veeduría llama, con razón, la atención, y es que la práctica totalidad de las iniciativas que promovieron dichos parlamentarios no respondían a las necesidades y demandas que tiene actualmente la región a la que representan. Los datos en ese sentido son demoledores: solo el 8,47% del total de los proyectos presentados por la bancada de la Región Caribe tiene impacto local, y un escaso 3,38% lo tiene sobre el conjunto de la región. Las demás iniciativas son de alcance nacional. Los autores del estudio subrayan que proyectos “como los que crean estampillas, o definen celebraciones, honores y reconocimientos (...) no pueden convertirse en los principales temas de trabajo de los congresistas”.

Ante semejante esecenario, no es difícil compartir plenamente el llamado del informe para que los congresistas costeños replanteen el rumbo de su actividad legislativa con el fin de centrar los esfuerzos en la prducción de leyes y la promoción de debates de fondo relacionados con asuntos de mayor trascendencia para toda la región; por ejemplo, el impacto que tendrán los Tratados de Libre Comercio en la economía de la zona.

Por supuesto que los congresistas costeños, al igual que el resto de sus colegas, deben mantener una participación activa en los grandes temas de interés nacional. Pero ello no tiene por qué convertirse en obstáculo para actuar en bloque en asuntos concernientes al progreso de la Costa. Quizá el principal escollo para lograr este objetivo es parquear las diferencias ideológicas y los intereses particulares, cosa que solo se puede conseguir con un ejercicio de altura de miras. Al respecto, los autores del estudio animan a los congresistas costeños a consolidar una “bancada Caribe” que actúe en aquellos casos en los que sea necesario alinearse en favor de los intereses de la región. Es una magnífica idea que merecería ser tomada muy en serio por nuestros representantes en el Congreso.

Cuatro alcaldes lo consiguieron. En el editorial de ayer afirmamos, con base en información oficial del Ministerio del Interior, que ningún municipio del Atlántico estaba en la lista del Gobierno nacional para la construcción de 119 Centros de Integración Ciudadana. Hemos sabido que en la lista están Santo Tomás, Sabanalarga, Usiacurí y Suan. Los demás municipios, como señalamos en el editorial, deberán estar atentos para apuntarse al próximo listado que se diseñe para nuevos centros.