Revive la polémica por venta de Isagén
Expertos aseguran que no es recomendable para el Estado vender una empresa rentable como una medida desesperada ante la falta de recursos.
Con el anuncio de la reactivación de la venta de las acciones estatales en la empresa Isagén también resurgieron las voces de rechazo a esta negociación con la que el Gobierno nacional espera recibir más de $5 billones que destinará para proyectos de infraestructura vial en el país.
Son diversas las razones expuestas en contra de la venta de la participación del 57,6% que tiene la Nación en la empresa del sector energético, pero la más frecuente es que no hay razón para que el Estado salga de una de las compañías más sólidas del país que en 2014 registró utilidades cercanas a los $500 mil millones.
El ex ministro de Minas y Energía Amylkar Acosta aseguró que es una decisión que no le conviene al país, pues representa una solución transitoria. Explicó que las utilidades de Isagén, que el año pasado llegaron al medio billón de pesos, van al Presupuesto General de la Nación y que al venderla se perderá este ingreso anual.
“Son recursos que van a hacer falta, pues se suman a los que ya deja de recibir el Estado por conceptos como dividendos, por la caída de utilidades de Ecopetrol y la baja en los precios del carbón y crudo, entre otros”, dijo Acosta.
Otra situación que le parece grave al experto es que en la medida que el Gobierno sale de sus activos en una empresa que representa en promedio un 10% de la capacidad de generación del país, también deja en manos de particulares la suerte a futuro de la confiabilidad y firmeza del sistema energético nacional.
“En una crisis energética el Gobierno podría influir en el mercado en la medida en que tenga un activo de estas características, pero si se despoja de él quedamos en manos de los particulares”, agregó.
Para el senador del Polo Democrático, Jorge Robledo, Isagén es una excelente empresa que se fortaleció con la entrada en funcionamiento de la hidroeléctrica Sogamoso, por lo que no ve justificación par venderla.
“Esta venta me hace recordar la fábula del que mató a la gallina de los huevos de oro”, dijo el senador, y agregó que es necesario promover una gran unidad para rechazar esta decisión.
No considera que invertir los recursos de la venta en proyectos de infraestructura vial 4G, como lo planea el Gobierno, sea una buena idea ya que estas vías no serán tan rentables para el país como sí lo es la empresa energética.
El economista PhD Jairo Parada coincidió con las opiniones de los analistas consultados por EL HERALDO y afirmó que la venta de Isagén es una medida desesperada del Gobierno por conseguir recursos fiscales ante la caída del precio de petróleo.
Recordó que la empresa es uno de los pocos activos que le queda al Estado colombiano y que no se puede perder de vista que el sector energético debe tener participación estatal para que pueda tomar decisiones que busquen el común.