El Banco Central Europeo, BCE, informó que inició nuevamente su intervención en el mercado secundario europeo luego de un receso de diecinueve semanas.
Tales intervenciones, que persiguen dar un estímulo monetario a las economías de España, Italia, Portugal e Irlanda sumaron la semana pasada un récord de compra de € 22.000 millones, la cantidad semanal de deuda más alta adquirida hasta ese momento por la institución, cuando su más alto registro era de €16.500 millones, en mayo de 2010, en medio del colapso de Grecia.
Hasta el momento, el BCE ha adquirido deuda pública de la zona del euro por un valor de 96.000 millones de euros.
Oposición
El pasado 4 de agosto el consejo de gobierno del BCE decidió mantener el programa de compra de deuda pública para ayudar a los países que atraviesan dificultades de financiación pese a la oposición del presidente del Bundesbank, Jens Weidmann, y del economista jefe del BCE, el también alemán Jürgen Stark.
Los gobernadores de los bancos centrales de Holanda, Luxemburgo y Finlandia también se opusieron, tanto a la compra de deuda de Portugal e Irlanda como a la de España e Italia, según algunos medios de comunicación.
Los representantes de Alemania en el consejo de gobierno del BCE consideran que con la compra de deuda la entidad monetaria asume funciones de política fiscal que no le corresponden y además alienta el riesgo de que suba la inflación.
El BCE ha sido muy criticado por adquirir deuda soberana de España e Italia desde el lunes de la semana pasada, si bien esta intervención ha tenido éxito y ha contribuido a bajar la rentabilidad de los bonos a diez años de España e Italia.
Italia volverá al mercado de capitales a finales de agosto para emitir entre €15.000 y €20.000 millones cada mes. Entonces será el momento de la verdad, ya que si no consigue inversores conservadores extranjeros el país se declarará insolvente sin apoyo exterior, según el economista jefe de Commerzbank, Jörg Krämer.