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Pablo Armero, el hombre que le pone sabor a los goles de Colombia

Nadie puede negar que tiene swing, el baile lo lleva impregnado en la sangre, escogió como profesión el fútbol, pero fácilmente hubiese sido un excelente bailarín. Pablo Stifer Armero es sinónimo de felicidad.

El lateral izquierdo de la Selección Colombia es el jugador que le pone alegría a las celebraciones en los goles del conjunto nacional.

Lo de Armero no es de ahora, desde que militaba en el América de Cali, se dedicaba no solo a entrenar los centros, sino las coreografías para los festejos. “Siempre sacamos el tiempo para las celebraciones, es algo diferente para ponerle sabor a los goles. A los muchachos les gusta y entonces también tenemos que ensayar los pases del baile”, expresó en una oportunidad el defensa tumaqueño, cuando pertenecía a la escuadra escarlata.

Pablito, como le dicen de cariño, saca todos sus dotes como bailador. Así como su fútbol, su baile y celebraciones también han evolucionado. En el balompié colombiano celebró muchos goles con el famoso baile del Gorila.

En aquel entonces Armero seguía al pie de la letra lo que decía la canción: levantaba sus manos, las estremecías y hacía los gestos de un gorila. Sin duda alguna esta celebración causó furor en Colombia, pero esto no paró ahí, Pablo llegó al Palmeiras de Brasil, la tierra de la samba, la cual lo contagió y la añadió a sus festejos.


Carlos Bacca también se atrevió a imponer su estilo.

Desde que se puso la camiseta de la Selección Colombia se llenó de más alegría y se dedicó a transmitírsela a sus compañeros. En cada juego Armero le pone el sabor a las anotaciones y, si es él quien marca, la emoción es mayor.

Ante Bolivia, el lateral de 26 años convirtió el quinto gol del conjunto nacional y lo que vino después fue puro sabor. Miñía —su apodo— corrió emocionado, se acercó hasta el banco de suplentes y con movimientos acelerados comenzó a agitar todo su cuerpo. La felicidad era total.

En el triunfo más reciente de Colombia, ante Ecuador, Armero se robó todas las miradas. James Rodríguez marcó el gol de la victoria, pero Pablito se encargó de ponerle color. Cuando finalizó el juego el baile de Armero volvió a aparecer y esta vez en todo su esplendor. El número 7 de la Selección, rodeado por todos los jugadores, comenzó a bailar y los contagió. Varios se animaron a bailar y a seguirle el paso.

Colombia está a un paso de clasificar al Mundial de Brasil 2014 y Pablo Armero se alista para poner a gozar a todo el país con sus pases de mapalé, samba y hasta reguetón.

Por Rosember Anaya Ramírez
Twitter:@rdeportes

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