En este perruno mundillo del gran carajo en el que todos vivimos, pues también los hay de todo. Desde el que traga más entero que un alcatraz en ayunas, que revolotea a cierta altura sobre el bote del pescador y cuando este viene a ver se ha lanzado en picada y levanta vuelo con un lebranche entre el pico, tratando de ponerlo longitudinalmente para podérselo tragar... y chaplandán: ¡pa dentro!... hasta ese pobre cristiano que lo cree todo, como pista de ese ‘topotoroto’ de credulidad que tiene alojado en el cerebelo.

El otro, el primero, no este pobre diablo, es el que hace preguntas pringamoceras a otros tantos de su misma calaña: “Oye, has notado que el viejo Chelo nunca ha hecho una crónica sobre boxeo femenino” ¿Y esa vaina por qué? El que lo oye, que se pasa de irresponsable, le desliza al primero: “Oye, por algo será”, que así decía Tocayo Ceballos. ¿Es que no lo han ‘engrasado’ o es que no se deja engrasar?

¿Sería cosa de preguntárselo, verdad?, pero el otro maliciosón a morir se la pone cuadrada: “Había que averiguarlo, hasta con él mismo. ¿Tu no serías capaz de preguntárselo “al viejo Chelo” “¿Yo? No me gano esa maraña ni sucio de brea, que tu sabes que el refrán no habla de brea, sino de otra cosa mucho más hedionda. Pero esperemos unos pocos días, a ver si escribe o no sobre la pelea. No, olvídate, que yo no pongo ese cascabel”.

Bien, ya hemos andado bastante por los ‘Cerros de Ubeda’ o mirando la Luna de Valencia y aterricemos de una buena vez, diciéndole a nuestros lectores y dentro de este lote a todos aquellos que les gusta el boxeo, y resulta que este columnista lo está viendo desde los 10 años de edad por tener un hermano promotor, es decir, que hemos cumplidos 82 años de estar viendo boxeo de primera fila, en todos los escenarios de la vieja Barranquilla: desde el Salón de las Quintas hasta el Estadio Moderno, pasando por el teatro Colombia, y para que se asombren los futboleros que creen que solo era para ellos (allí pelearon Isidoro Gastañaga y Primo Carnera de Jamaica) para que ahora, en plena y total senectud, nos venga ahora el boxeo entre mujeres.

Respetamos como el que más el gusto de cada cual, pero para este columnista no las sacaron de las costillas de Adán para que se entraran a guantazo limpio. El boxeo no se hizo para ellas. No criticamos bajo ninguna circunstancia a los que gustan del mismo, pero este pluma no se mueve para promocionar lo que nos repele, porque sería engañarnos a nosotros mismos. Creemos que esta fiebre, fiebrecita internacional ha de pasar, como ya pasó en los años 20, cuando tuvo un gran impulso. Ya hasta hay síntomas de declive. ¿Dónde está la hija de Alí, quien fue gran boxeadora? En fin, los amantes del box femenino, que conserven su entusiasmo, que no estamos en plan ninguno para que desaparezca. Hasta su último día profesional, esta pluma estará al servicio del otro pugilismo, que también tiene enemigos de los que creen que la fiebre está en la sábana...

Por Chelo de Castro C.

Facebook
Twitter
Messenger
Whatsapp
Convierta a El Heraldo en su fuente de noticias
X
COMO REPORTAR A WASAPEA
1. Agrega a tu celular el número de Wasapea a EL HERALDO: +57 310 438 3838
2. Envía tus reportes, denuncias y opiniones a través de textos, fotografías y videos. Recuerda grabar y fotografiar los hechos horizontalmente.
3. EL HERALDO se encargará de hacer seguimiento a la información para luego publicarla en nuestros sitio web.
4. Recuerda que puedes enviarnos un video selfie relatándonos la situación.