El Heraldo
Jesús ‘Chucho’ Díaz fue elegido como el árbitro del siglo en el Atlántico. Díaz pitando en el Mundial de México 1986.
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“Los fuegos artificiales de diciembre me recuerdan la muerte de Álvaro Ortega”: Jesús ‘Chucho’ Díaz

Considerado como uno de los mejores árbitros de la historia del fútbol colombiano • Estuvo impartiendo justicia en el Mundial de México en 1986 • La violencia de los años 80 en el país lo hizo retirarse.

Tan impecable como sus determinaciones arbitrales que lo llevaron a ser catalogado en los años 80 como el mejor juez del país, así llegó Jesús Díaz el pasado miércoles a la Gobernación del Atlántico para recibir una nueva exaltación a su brillante carrera. Vestido de blanco, de pies a cabeza, muy sonriente, ‘Chucho’ desempolvó recuerdos de su fructífera travesía con el silbato. Travesía que se vio entorpecida cuando la mafia de Medellín, en cabeza del extinto Pablo Escobar, asesinó cobardemente a su amigo y árbitro Álvaro Ortega el 15 de noviembre de 1989.


Jesús ‘Chucho’ Díaz el miércoles durante la exaltación.

‘Chucho’, quien aún se estremece y queda al borde del llanto cuando relata el aciago episodio en el que incluso llegó a forcejear con los asesinos, no puede sentir los fuegos artificiales en la época navideña porque su mente se inunda de sangre y dolor.

p  ¿Qué hay de la vida de Jesús ‘Chucho’ Díaz?
r  Estoy feliz de la vida, pensionado por Colpensiones luego de trabajar 24 años en Procaps después de ese momento aciago de 1989 que me hizo renunciar de Coldeportes, hoy Indeportes. Procaps me tendió la mano como agente vendedor y felizmente salí pensionado. Hice trabajos periodísticos con RCN, pero luego dije “no más”.

p  ¿Cómo se ganó el rótulo del mejor árbitro de Colombia?
r  Me lo gané gracias a mi visión. Siempre me puse metas, pero yo inicié fue jugando béisbol. Tuve una mala pasada siendo receptor, en 1966 y 1972. Pude ir a un Mundial, pero lamentablemente no se dio y me dediqué a ser arbitro. Luego Julio Quiroz me llevó a arbitrar fútbol. Me tracé metas: ser profesional, luego internacional. Me levantaba a las cinco de la mañana siempre, corría 10 kilómetros diarios. Me propuse ser alguien importante y con disciplina. A mis años puedo decir que nunca he probado un cigarrillo, ninguna droga y ninguna gota de licor, ni de vino. Lo que gané, me lo gané con mi preparación y disciplina, lamentablemente el narcotráfico se puso por el medio y me hizo retirar joven.

p  ¿Qué diferencias encontraba entre el béisbol y el fútbol?
r  Ser receptor en el béisbol te da mucha preparación porque eres el eje del equipo.  Ahora los mánagers desde el ‘dogout’ te dicen qué hacer, pero antes no era así El béisbol me dio esa disciplina para ser ‘umpire’ y luego árbitro de fútbol. Toda esa carrera la inicié en el barrio La Victoria.

p  A usted le tocó vivir en carne propia la época de la violencia en los años 80 y fue testigo de la muerte de su amigo y también árbitro Álvaro Ortega en Medellín, ¿aún tiene pesadillas con ese acontecimiento?
r  Totalmente, me descompongo y me se me eriza la piel relatar la muerte de Álvaro Ortega (hace una pausa). Yo había pronosticado lo que iba a pasar luego del secuestro del juez Armando Pérez, pero no me escucharon. Esa noche, luego de pitar un partido entre el equipo local, Medellín, ante el América, siendo las 10:50 p.m., aproximadamente, le quitan la vida a Álvaro. Yo alcancé a forcejear con los sicarios, pero ellos me decían que a mí no me pasaría nada, que eso no era conmigo. Ese día, a las 10:50 de la noche, Jesús Díaz volvió a nacer. En diciembre no salgo mucho a la calle porque los fuegos artificiales me recuerdan la injusta muerte de Álvaro Ortega. 

p  ‘Popeye’, sicario de Pablo Escobar, aseguró que la muerte de Álvaro Ortega fue planeada por su jefe, ¿si lo tuviera enfrente qué le diría?
r  Que es un mentiroso con tanta porquería que habla. En una entrevista dijo que al árbitro que habían matado era un tal ‘Chucho’, pero resulta que ‘Chucho’ soy yo y estoy vivo. Y a ellos pues que los perdone Dios, él es el único que perdona, yo no.

p  ¿Ese día acabó su carrera como árbitro?
r  Sí. Ese día decidí retirarme. El campeonato se suspendió y yo me aparté. Me retiré muy joven. Yo estoy seguro de que hubiese pitado en el Mundial de Italia 90, Estados Unidos 94 y hubiese peleado el cupo a Francia 98.

p  ¿Una alegría inmensa haber sido juez central el partido entre México y Alemania Federal en el Mundial de México, en 1986?
r  Maravilloso. Fue una de las mejores cosas que me pasó en mi carrera y me siente orgulloso por ese logro.

p  Ese fue el Mundial de Diego Armando Maradona, ¿sí lo pudo ver? 
r  Fui juez de línea en el partido entre Argentina y Corea del Sur. Finalizó 3-1 a favor de los argentinos. Maradona era un maravilloso jugador y deslumbró en ese Mundial.

p  ¿Fue Maradona el mejor jugador que usted vio?
r  El ídolo tiene que ser algo que está arriba para que usted digas que quieres que tu hijo que sea como él. Hay otros deportistas que sí merecen igualar, pero yo no quisiera que mi hijo fuera como Maradona. Si me hablas de Franz Beckenbauer, Pelé o Karl-Heinz Rummenigge, incluso Carlos Alberto ‘el Pibe’ Valderrama te diría que sí. Messi, también es un ejemplo a seguir.

p  ¿Tuvo algún encontrón con Maradona?
r  En la Copa América de Brasil, en 1989, me tocó amonestar a los cinco minutos a Oscar Ruggeri y a los 15 lo expulsé. Fue un partido entre Argentina y Uruguay, todos los gauchos se me vinieron encima. Caniggia, Maradona, Batista  me increparon, pero no me dijeron nada desafiante porque más pena le da a una vaca cuando la ordeñan que a mí para sacar una amarilla. Le dije a Maradona: “Mucho cuidado con lo que me vas a decir porque te vas”. Después me lo encontré en un avión saliendo de Barranquilla cuando él vino a jugar en el Metropolitano, hablamos, pero nada más.

p  ¿Nunca le pidió alguna camiseta a un futbolista?
r  Carlos Trucco, exjugador argentino, nacionalizado boliviano, jugando para el Unión Magdalena me dijo que le diera mi camiseta y él me daba la mía. Pero nunca  se dio porque las prendas de los jueces tenían el escudo bordado y se prestaba para mal entendidos. Fue la única oportunidad en que  pude dudar.

p  ¿Qué cree que le faltó en su carrera como árbitro?
r  Yo conseguí los objetivos que me tracé como árbitro. Fui a dos Juegos Olímpicos, ni Oscar Julián Ruiz pudo hacerlo, estuve en un Mundial juvenil. Pité una final Intercontinental entre el PSV de Holanda y el Nacional de Uruguay. Fui declarado, en el Atlántico, como el  árbitro de la década y el juez del siglo. Difícilmente se va a igualar lo que hice.

p  ¿Cuál fue el partido más duro que le tocó administrar?
r  México vs. Alemania en el Mundial de 1986. Terminó empatado en los 90 minutos, luego en la prórroga y al final, Alemania Federal, ganó en los penales. Fue un gran partido. También el de la Copa Intercontinental, en Tokio, entre Nacional y el PSV. Un partido durísimo, también definido en los penales.

p  ¿Quién es el mejor árbitro de Colombia en la actualidad?
r  Wilmar Roldán.

p  ¿Qué piensa de los escándalos de corrupción en la Fifa?
r  Me acabé de leer un libro que se llama ‘La caída de un imperio’. Me dejó sin palabras tanta corrupción y la plata que se gastaron João Havelange y Joseph Blatter. Todo es malo y esto va en contra de la salud del deporte. 

p  ¿Hay manos negras en el arbitraje colombiano?
r  Yo hace 27 años dejé de dirigir y no sé qué pasa internamente. No estoy desactualizado, leo y creo que hay que dignificar el arbitraje en Colombia. Aquí no hay malos jueces, pero hay que tener mayores controles antes y después de los partidos para que se recupere la credibilidad. Te contaré algo: Luis Bedoya, en el 2011, habló conmigo para que integrara la Comisión Arbitral en Colombia, pasó el tiempo y se le olvidó. Jesurún, en 2015, me propuso lo mismo, y se le olvidó. Y con esto no digo que necesito estar allí porque gracias a Dios estoy bien y ellos lo saben.

p  ¿Qué piensa de Gianni Infantino?
r  Ya por ahí hay un escándalo con unos papeles (risas).

“Yo era un árbitro que daba autógrafos”

 p  ¿Lo llaman todavía para algún partido?
r  Checo Acosta cada diciembre me llama. Ahí meto  goles, lo marco a él. En la despedida de ‘el Pibe’ y de Valenciano estuve. Mejor dicho, eso es un espectáculo.

p  Muchas veces, en los estadios, coreaban su nombre cuando algún árbitro se equivocaba y querían que usted lo reemplazara. ¿Qué sentía?
r  El árbitro se estaba equivocando y pedían que yo arbitrara. Gritaban: “Chucho, Chucho, Chucho”. Eso era un reconocimiento importante a mi labor. La Policía nos llamaba para que diéramos autógrafos a niños, niñas, adultos, mujeres ¿Qué árbitro hacía eso o lo hace en esta época?

p  ¿Ninguno de sus hijos siguió sus pasos?
r  No, se dedicaron a otras cosas. Jesús Gabriel jugaba béisbol, pero nació con un problema en sus pies (pie equinovaro) y no pudo seguir compitiendo. También tengo a Lizeth Patricia y a la luz de mis ojos, Angelina (8 años).

p  ¿Hincha de Junior?
r  Eso es algo que yo tengo a favor. Yo era beisbolista, yo siempre me mantuve ajeno a eso. Yo le dirigí  dos partidos al Junior en el 87 ante Sporting y ambos los perdió (risas).

p  ¿Clasificaremos al Mundial Rusia 2018?
r  Sí. En la próxima fecha ante Venezuela entramos; luego, ante Brasil, salimos, pero en la próxima fecha volvemos a entrar (risas). Tenemos un buen equipo, Teófilo está bien en Portugal, cuando viene  a Barranquilla hablamos. Con Bacca me pasa igual, llega a la ciudad y hablamos. Creo que hay jugadores para volver al Mundial.

p  ¿Cuál es su equipo favorito en las Grandes Ligas?
r  Donde están los colombianos siempre estoy haciendo fuerza. Donde esté Dónovan, Teherán, Quintana, Dilson, estoy apoyando, pero mi equipo son los Yanquis. Lastimosamente estamos viviendo una época difícil, pero nos vamos a recuperar. 

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