“Los colombianos tenemos genética para el ciclismo”: Santiago Botero

Santiago Botero tiene un espacio entre los más destacados ciclistas del país. El antioqueño, hoy con 43 años, ganó en 2002 la contrarreloj en el Campeonato Mundial de Ciclismo en Ruta, disputado en Zoider, Bélgica. Ese mismo año, en un ciclo vertiginoso de su carrera, ocupó el cuarto lugar en el Tour de Francia. Es, junto a ‘Lucho’ Herrera, el pedalista colombiano con más etapas ganadas en el Tour (tres en seis participaciones).

Botero, administrador de Negocios de la Universidad Eafit, debutó en 1996 en el equipo español Kelme y le puso freno a su bicicleta en julio de 2010.

En el Caribe Biz Forum, realizado en el Centro de Convenciones Puerta de Oro, hizo el miércoles, a través de una conferencia, un repaso de cómo perfeccionó sus entrenamientos a su llegada a Europa en los años que corrió como profesional.

“Hay que buscar a los que saben. No conformarse. En un equipo todos tienen que salir a ganar”, manifestó Botero mientras compartía sus métodos con el grupo de empresarios.

¿Cómo le va en esa faceta de conferencista?
Bien. Fui invitado para dar una charla sobre historia de vida y unos conceptos que fueron fundamentales para asumir el reto de ser ciclista en Europa. Yo le llamo ‘La verdadera fuerza de un campeón’. No es la fuerza física, sino la fuerza de la mente.

¿Aparte de comentar y dictar conferencias se desempeña en otro rol?
Tengo una escuela en Betania (Antioquia). Son pocos niños, solo 12. Se les  acompaña hasta que el niño esté graduándose. Se llama Escuela de Betania Santiago Botero .

El ciclismo, gracias a Nairo Quintana, vuelve a estar de moda por su reciente victoria en la Vuelta a España, ¿es Nairo el mejor de la historia?
Indudablemente es el mejor. Son épocas distintas, pero en los resultados, Nairo nos borra a todos los que en algún momento estuvimos representando al ciclismo colombiano. Por los títulos que ha conseguido hoy en día es el corredor más relevante que tiene el país.

¿Por qué aún no ha ganado Nairo el Tour de Francia?
Nairo no lo ha ganado todavía porque tiene un gran rival como lo es Chris Froome. El británico es sólido en la contrarreloj. Nairo, por su parte, es más menudo, y a pesar de ser un escalador, le va bien en la crono. Pueda que se dé una crono escalada, que no sea todo llano y a Nairo le vaya mejor, o que Froome se venga abajo con los años y Nairo vaya en ascenso. Pero sin dudas, él la va a ganar. No sé si el año que viene, o el de más arriba, pero lo va a ganar. Es cuestión de que se alineen los astros como pasó en la Vuelta a España. Nairo tiene la madurez necesaria y estuvo muy conectado en los 21 días de etapa en España.

¿Cuáles son las virtudes de él como ciclista?
Son tres cosas las que lo han llevado a ser grande: capacidad, mentalidad de superar los momentos críticos y acompañamiento de un gran equipo que está hecho a su medida. No está como líder, sí de segundo, pero con cierta capacidad de moverse.

¿Qué piensa de Esteban Chaves?
Es un corredor buenísimo. Pueda que no tenga las cualidades de Nairo en la escalada, pero sin ellas sabe aprovechar al cien por ciento sus otras capacidades. Es una persona que lee muy bien la carrera, es astuto y eso es bueno en un ciclista.

Usted corrió las tres carreras grandes del ciclismo, ¿cuál es la más difícil?
A mi modo de ver, pienso que el Tour de Francia por la dureza, porque están los mejores equipos del mundo, los mejores corredores y porque mediáticamente tiene la mejor cobertura. No es que sea, por etapas la complicada, porque hasta el Giro es más complejo, sino que esos factores que he dicho, hacen que el Tour, sea el Tour, Además es la carrera más veterana de tres semanas.

Lo hemos escuchado en la faceta de comentarista y lo ha hecho bien, ¿qué es más difícil, correr en una bicicleta o comentar de ciclismo y, a veces, corregir a sus compañeros?
(Risas) Es más difícil comentar porque tienes que coordinar con otros compañeros y no pisarlos. Soy el novato y vengo a aprender a raíz de mi experiencia en la bicicleta. Tengo que intentar estar aportando y no irrumpir. Eso es lo que he intentado y es un aprendizaje. No creo que esté capacitado plenamente todavía. Ahí vamos poco a poco y es importante ver el contenido y lo que uno puede ser a través de un micrófono. Creo que ninguno de los que comenta, creo yo,  ha sido ciclista. Y pues que uno lo sea sirve de aporte para instruir a la nuevas generaciones. 

Aparte de Chaves y Nairo, ¿cuál ciclista es de su agrado como profesional?
Sergio Luis Henao es otro gran ciclista. Ha tenido mala suerte con lo que pasó en la rodilla, luego se cayó en los Olímpicos cuando era medalla segura. Cantera hay. Pantano, ‘Bananito’ Betancur. Hay buen talento, lo importante es que se siga fomentando este deporte con los semilleros.

La década de los 80 y 90 fue importante para el ciclismo porque existió un ‘Lucho’ Herrera, un Fabio Parra, pero ahora esta nueva generación parece no tener fin, ¿a qué se debe?
Esta generación no tenía un vínculo directo con Europa. A través de Rigoberto (Urán)se comenzó. Él invitó a otro y así se fueron poniendo de moda los ciclistas colombianos. Pero se ha seguido la dinámica como en su momento salió un ‘Lucho’ Herrera, un Fabio Parra , un Oliverio Rincón, un Álvaro. Ya se puede decir que los colombianos tenemos un afinidad y una genética para el ciclismo. Eso sí no se puede obviar.

En el 2002 usted gana la contrarreloj en el Campeonato Mundial y por poco se sube al podio en el Tour de Francia, ¿fue ese su mejor año?
Sí. A rasgos generales sí fue mi mejor año.

¿No le da bronca saber que estuvo solo a un puesto de subir al podio en ese Tour?
Son cosas que suceden. En su momento yo quedaba satisfecho y era quizá el lugar que me correspondía, pero a veces pienso que por qué no apreté más y eso, pero bueno, eso sirvió para que un Rigoberto y un Betancur se entusiasmaran por el ciclismo.

¿Alguno de sus hijos se entusiasmó por la bicicleta?
No, ellos (Gara, Jerónimo y Martina) estudian. A uno le gustan las artes a otra la gimnasia olímpica y así.

¿Cuál fue el momento más difícil de su carrera?
Un accidente en 1994 (en Las Palmas). Fue un momento difícil. Yo siempre he dicho que todo se puede solucionar, pero ese accidente me marcó. Tuve un trauma craneal, una fractura de codo y una luxación en el hombro. Eso obligó a una intervención en la cabeza para extraerme un coágulo que me dejó convaleciente dos meses.

¿Cuál fue su mejor compañero?
José Luis Rubiera. Un asturiano.

¿Cuál fue el mejor ciclista que vio?
Miguel Indurain. Ganador de cinco ediciones del Tour de Francia.

¿Ganó todo lo que quiso en el ciclismo?
No, me hubiese gustado ganar más. Me quedé sin la medalla olímpica. Quedé quinto y séptimo en dos Juegos. Ganar un Tour también. Gané etapas, camisa de la montaña, pero faltó la carrera.

¿A qué ciclista usted le quería ganar?
(Risas) A Lance (Armstrong) porque quedó primero en todos los Tour a los que asistí.

¿Cómo percibió el saber que Armstrong se dopaba para ganar?

Yo no entro a juzgar. A él le tocó pagar un alto precio y a nadie le hubiese gustado estar en sus zapatos. Tenía talento, seguro.

Usted fue exonerado (2006) de toda sospecha de dopaje de la llamada Operación Puerto, la cual realizó la Guardia Civil española y donde involucraba al médico del equipo Kelme, Eufemiano Fuentes. ¿Difícil ese momento?
Al médico lo acusaron de daño a la salud pública. A nosotros nos involucraron porque trabajamos con él por 10 años. Luego él también salió exonerado. En esos momentos no queda otra que seguir para adelante. Uno está orgulloso y tranquilo por lo que hizo y no debe sentir nada.

¿Qué le dice a las nuevas generaciones?
Que incorporen en sus vidas el deporte. No soñando en ser ciclista, que elijan cualquier deporte, pero en donde sí fluya la vida.