Las gemelas fantásticas del patinaje atlanticense
María y Daniella, de 10 años, no solo comparten su físico, sino su pasión por el deporte. Representarán a Atlántico en el Nacional, en Bogotá.
Caminar y correr, para algunos. Caminar y patinar para ellas: María de los Ángeles y Daniella Gómez Álvarez, dos hermanas idénticas que además del físico, comparten la pasión de vivir sobre las ruedas.
La sintonía que existe entre ambas no puede ser más plena. No necesitan avisarse con la mirada para direccionar sus patines en el mismo camino.
“Aprendieron a patinar desde los tres años. Antes era un juego, ahora lo es todo para ellas”, cuenta Mireya Álvarez, madre las deportistas, quienes con tan solo 10 años empiezan a recoger los frutos del entrenamiento diario.
El sentido común indica que se aprende a patinar con dos patines, pero solo en algunos casos, porque a María y a Daniella les bastó uno solo para decidirse por esta disciplina.
“Su hermano mayor tenía un par de patines que a ellas les quedaban enormes. Pero como les parecía divertido, cada una se ponía uno y empezaban a jugar. Así aprendieron, solas”, recuerda Mireya.
Aquel motivo de risas y entretenimiento para las gemelas se convirtió en su gran pedido al Niño Dios apenas llegó la Navidad. El regalo llegó envuelto en talento por partida doble, convirtiéndose en la mejor inversión de diciembre.
Más de 60 medallas de distintos metales han conseguido María y Daniella, durante sus 7 años de competencias. El nuevo reto para las gemelas, quienes participarán este mes de noviembre, en la III Copa Nacional de Patinaje categoría infantil, que se efectuará en Bogotá, es dejar el nombre del Atlántico en alto.
La semana pasada, María de los Ángeles sorprendió en el patinódromo Rafael Naranjo de Barranquilla, al adjudicarse 5 preseas doradas en la II Copa Nacional de Patinaje, en contrarreloj, batería de velocidad 300 metros, habilidad, prueba por puntos y prueba por relevos, en la que hizo grupo con su hermana Daniella.
Entrenan diariamente en la pista, su segundo hogar, e incluso cumplen con estrictas rutinas de alimentación y ejercicio para mantenerse activas. Entre sus hábitos, está el visitar Puerto Colombia en patines, todos los sábados.
“Además de patinadora profesional quiero ser veterinaria”, asegura María de los Ángeles. “Modelo y actriz también”, añade sonriente.
Daniella, por su parte, conserva su postura, elogia a Alex Cujavante, patinador favorito para ambas y anuncia que será una profesora.
Profesiones distintas con algo en común: no imaginan sus vidas lejos del patinaje.
