La magíster barranquillera que es árbitro de boxeo nacional

Como una “locura” califica de manera jocosa Kasbleidys Olivares Aguilar el oficio de árbitro de boxeo, profesión que lleva ejerciendo hace aproximadamente ocho años y tiene como máxima meta poder dirigir una pelea en unos Juegos Olímpicos.

“Ese es mi gran sueño y en ese escenario me veo a futuro”, señaló la juez nacional.  

Olivares no se arruga ante el reto de ser de las pocas mujeres árbitros de boxeo en el país y enfatiza que esta profesión es de mucho sacrificio y preparación para estar al nivel de los boxeadores y demás compañeros. 

“Esto es de locos sinceramente, porque tienes que manejar las emociones aceleradas que tienen los púgiles, entrenadores y el público en una pelea”, señaló. 

Sin embargo, la barranquillera fue sincera en decir que no ve el boxeo como una salida para solventar su vida. 

Es más, para ella ser árbitro es un “hobby” y tiene la posibilidad de ejercer su carrera en negocios y finanzas internacionales y su maestría en recursos humanos mediante asesorías personalizadas.

“Tuve la oportunidad de estudiar mi carrera en la ciudad y mi maestría en el extranjero. El boxeo es una pasión para mí, pero no dependo totalmente de este”, aseguró.

La mujer que reside actualmente en Barranquilla, dirigió el primer partido del campeonato nacional que se lleva a cabo en la ciudad, en las instalaciones de la Base Naval, ubicada en la Vía 40. 

Ante el interrogante de si alguna vez pensó en dejar de ser arbitro de boxeo, respondió que cuando “entras” en este deporte, después es muy “difícil” salir. 

“Uno se acostumbra a esta rutina y le coge mucho amor a los jornadas de trabajo, por eso es complicado dejarlo”, afirmó mientras esperaba su turno para arbitrar en una pelea del campeonato nacional.

Rumbo internacional

Al ser su objetivo principal dirigir un combate en Juegos Olímpicos, Olivares es consciente de que se necesita un proceso largo para conseguir esa meta. Argumentó que se requiere una gran preparación para llegar a ese nivel. 

La magíster solamente ha dirigido dos peleas internacionales, en las cuales participaron países como Argentina y Chile, pero señaló que, como los boxeadores, “debo tener una acumulación de peleas para poder arbitrar en el extranjero”. 

Indicó que para acceder a la vacante olímpica, primero debe ingresar a una convocatoria previa, que posteriormente es evaluada por medio de dos exámenes. “El comité arbitral te evalúa en una pelea y luego a nivel teórico para saber que tanto conoces del reglamento y como te manejas en un ring”, afirmó.

Sus inicios

Kasbleidys recordó que en su primera pelea como árbitro sintió muchos nervios e incluso fue directa en decir que le “temblaban” las piernas. “Fue un nocaut y yo no sabía qué hacer al ver caer un tipo 91 kg sobre mis pies. Era un completo caos el público ese día”, narró. 

De acuerdo con la mujer de 27 años, su padre Wilfren Olivares, quien actualmente es juez de boxeo a nivel internacional, fue su gran inspiración para entrar en esta profesión e indicó que veía las peleas en las que se encontraba este desde niña, hasta que un día se montó a ayudar en el ring y nunca más se bajó de allí. 

“Ser árbitro requiere una gran responsabilidad. Los boxeadores colombianos se juegan la vida prácticamente en un ring, por la presión propia que tienen para salir adelante y las de sus municipios y departamentos”, destacó.

Anécdotas

La pelea de boxeo que más la marcó como árbitro —recuerda— tuvo como sede a Barranquilla hace ocho años, en un campeonato nacional efectuado en el estadio Elías Chegwin, como el que se está llevando a cabo en estos momentos. “Ese día el público que apoyó al perdedor no estuvo de acuerdo con la decisión y empezaron a tirar botellas y sillas”, recordó.

Ante la pregunta de si es más difícil dirigir una pelea de hombres o de mujeres, la juez, magíster en recursos humanos y profesional en negocios y finanzas internacionales, fue clara en manifestar que es “más complicada” una disputa femenina, por ser más “apasionadas” que los del género masculino. 

Según Olivares, los hombres son más “técnicos y estrategas”, en cambio las mujeres son más del “golpe por golpe”. Además, reconoció que los boxeadores son muy respetuosos con ella y nadie le ha discutido ninguna decisión arbitral.

“Una vez en un campeonato en el departamento de Valle, dos niñas no boxearon sino que pelearon como si estuvieran en una calle, dándose patadas y trompadas en el suelo. Se miraron feo y terminaron en esa situación, fue algo de momento”, concluyó.