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Julio César Uribe junto con el especial del Heraldo por los 90 años de Junior, que salió publicado el 7 de agosto.
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“El fútbol me ha ayudado a ser una persona feliz”: Julio César Uribe

‘El Diamante’ del mediocampo rojiblanco recuerda con cariño su paso por el Junior de Barranquilla, en 1986.

Julio César Uribe fue jugador del Junior en 1986. El peruano es uno de los futbolistas más recordados por la afición rojiblanca ya que brilló en ese año en que el equipo barranquillero hizo el tránsito del estadio Romelio Martínez al Metropolitano.

En Junior conformó una dupla inolvidable con el samario Didí Valderrama. En 1997 también fue técnico del conjunto tiburón. Actualmente dirige al Unión Comercio en su país y en noviembre vendrá a Barranquilla para participar en la tercera edición del showbol, que será un duelo entre las estrellas de Colombia y Perú.

En Lima, Uribe atendió gentilmente a EL HERALDO, para hablar de su paso por Junior y de lo que ha sido su vida en el fútbol.

Después de más de 40 años en el fútbol, ¿cuál es la mayor enseñanza que le ha dejado este deporte?

La mayor enseñanza es que me ayudó a ser buena persona, en el tiempo, en los viajes, en las ciudades, en los países, me cultivé mucho como persona, porque mis raíces fueron realmente muy humildes y complicadas.

A propósito de sus raíces complicadas, ¿cómo asimilaron sus padres y hermanos su desempeño como futbolista profesional?

Ellos me apoyaron siempre, yo vi en el fútbol el medio a través del cual podía ayudar a mi familia a ser feliz, y tenía que ser consecuente con esa intención cien por ciento. Cero licor, cero diversión, disciplina a nivel personal, buena alimentación, buena persona, y en la suma, cuando paso la película de mi vida, veo que valió la pena. Ahora que soy técnico transmito lo mismo pero con un criterio innegociable; para mí todos los jugadores son importantes y mi misión y función es ayudar a que todos luchen por su felicidad de una manera colectiva.

Le escuché que usted veía en cada gol el resurgimiento de su familia. Cuéntenos un poquito de eso…

Claro, yo soy el quinto de 6 hermanos, vivimos como una familia muy humilde, mi madre fue padre y madre para 6 hermanos, dormíamos 6 en una cama de dos plazas, dormíamos tan apretados, que soñábamos lo mismo, y bueno, entendí que en esa cualidad que Dios me dio era un medio para resolver las dificultades con las cuales crecí y cumplí todos mis propósitos, desde mi familia, cuando me casé, a mi madre, mis hermanos, a todos los ayudé, a todos los encaminé y Dios me ha ayudado mucho, porque creo que jamás claudicaría en esa permanente responsabilidad de querer ser un buen ser humano, de servir, ayudar y sonreír a mis semejantes; con mi familia, con mis amigos, y soy humilde y agradecido, que mucha gente cree que no soy humilde, a lo mejor no tengo cara de eso, pero sí soy humilde, no se confundan (Risas).

Usted era una de las figuras más importantes en los clubes donde jugó. ¿Sacó partido de esto?

Me fue bien en todos lados, me fue bien en Europa, me consideraron el mejor extranjero, incluso cuando estaba Zico y Maradona, allá por el 82. Me rebelé contra aquellos que creían que ser el mejor les daba derecho a manejar ciertas cosas, porque en el fútbol hay una misión por cumplir y se tiene que ser respetuoso de las decisiones del técnico; en mi vida teniendo cierto poder o preferencia nunca utilicé ese argumento, fui jugador y soy técnico y he cumplido con mi deber, eso me ha ayudado a ser feliz, ahora ayudo a los jugadores para que ellos sean importantes, eso es parte de mi responsabilidad.

Con relación a los 90 años del Junior, ¿cómo recuerda su debut en este club?

(Risas) Inolvidable, yo no tenía más de un mes y comía antes de los entrenamientos la frutica en determinadas esquinas, y en una de esas tuve un problema estomacal, dos días sin ingerir alimentos, dos días de diarrea, una debilidad tremenda y el doctor determinó que yo no jugara. Yo tenía una ilusión impresionante porque debutaba contra el América, y le dije al doctor: “Por favor, ¿cómo no voy a jugar? ¿Una diarrea me va a parar? Nooo, yo quiero jugar”. Jugué, con un problema estomacal difícil de controlar y consecuentemente muy débil, pero con un corazón y una mente a prueba de balas, así que hice dos golazos y jamás olvidaré que salí en hombros del Romelio Martínez, allá por el 86.

Recientemente, Fuad Char lo nombró como una de las contrataciones más importantes del equipo. ¿Cómo lo hizo sentir ese comentario?

Siento gratitud por siempre, siento reconocimiento y satisfacción como deportista y como persona, de que cumplí con mi deber, para mí eso ha sido una premisa que la he llevado a Colombia, México y Europa, porque me cultivé como persona siendo consciente que mis raíces eran muy complicadas, o sea que he podido ser cualquier otra cosa menos jugador de fútbol; entonces, el fútbol me ha llevado por buenos caminos, me ha ayudado a ser feliz, me ha ayudado a conseguir mis propósitos de vida, a tener una linda familia y con eso no tengo sino palabras de agradecimiento por siempre. A toda la gente colombiana la recuerdo con mucho cariño, le reitero mi gratitud a don Fuad.

¿Siendo técnico del Junior quién lo sorprendió?

Recuerdo entre mis jugadores a un Víctor Pacheco espectacular, desequilibrante, que manejaba sus tiempos de manera brillante, un jugadorazo; y un Jorgito Bolaño, que ante la salida de uno de esos jugadores que se creía dueño del equipo, apareció comiéndose la cancha y siendo muy productivo; jugadores que han sido humildes, guerreros, grandes personas. Son dos de los jugadores que yo recuerdo con muchísimo cariño porque hicieron un gran trabajo.

¿Qué le dejó haber formado una gran llave con Didí Valderrama?

Primero una muy buena amistad, muy familiar, una gran persona Didí, un gran profesional, un gran jugador, hicimos grandes sociedades con Ponce incluso, con Campbell, que era nuestro 9, con Kiko Barrios, aquel año que Junior quedó tercero o cuarto, pero ganó el Apertura con Mario Alberto Coll, Abello, Tony Salja, Pazo, me acuerdo de todos, así que realmente ese momento fue inolvidable.

¿A su juicio cuál era su mayor virtud como jugador y cuál como técnico?

Qué gran pregunta, mi mayor virtud como futbolista fue que era muy desequilibrante y tenía mucho gol y pase gol, yo creo que esas fueron mis principales virtudes y como técnico, tener un compromiso innegociable de ayudar a que todos sean felices y no solo unos cuantos, y eso me ayuda a sentirme feliz.

¿Cómo futbolista cree que lo dejó todo en el campo?

Siempre, absolutamente siempre, a mí no me ha gustado ni perder en los entrenamientos, me ha tocado perder partidos, cómo no, pero en los números siempre he ganado más de lo que he perdido; entonces me siento feliz con el deber cumplido, nada más.

¿Hasta cuándo piensa dirigir?

Jumh, a mi familia le dije que hasta los 55 años, no me he dado cuenta que ya tengo 57 (risas), ya me pasé 2 y… no me he dado cuenta, llevo 22 años como técnico, pero ojo ah? 22 años cumpliendo con más del 90% de los objetivos propuestos, resolviendo dificultades, porque la gente del fútbol sabe que es mucho más fácil cumplir metas cuando tú eliges y te dan todo, y a mí nunca me dieron eso, y he resuelto dificultades con equipos bien humildes, súper humildes, equipos grandes, cuando no era un equipo con cierta posibilidad de campeonar, campeoné… Recuerdo que cuando dirigí al Junior lo tomé en décimo segundo lugar, o décimo tercero, si mal no recuerdo, y tampoco elegí yo el equipo, y tenía como objetivo terminar entre los 8 primeros, terminé de séptimo; entonces, cumplí con mi objetivo, aunque uno siempre quiere ser campeón…

¿Entonces no vislumbra un retiro por ahora?

La familia ya quiere que me retire, pero mi corazón está fuerte, todavía quiero seguir compitiendo, porque no hay nada más lindo que luchar por ser el mejor, no existe ninguna otra fuerza más importante que competir y ver que uno es el mejor, lo viví como jugador, con un pensamiento diferente del entrenador, y ahora lo vivo como técnico; entonces, el día que ya no sienta eso me voy a mi cuartel de invierno y disfruto la vida con mi señora, mis hijos y mis nietos, pero mientras tenga esa pasión ahí, no hay fecha programada para un retiro (Risas). 

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