“Duré como una semana incapacitado después que lancé los famosos 19 innings”: René Morelos

El cordobés René Morelos es un hombre muy recordado por los amantes de la ‘pelota caliente’ en Barranquilla. Morelos era un lanzador hábil desde el montículo y pasó a la historia el 6 de octubre de 1974 cuando lanzó 19 entradas. Aquel maratónico juego terminó 2-1 a favor de Pizano, su novena, ante Terminal. También hizo parte de los Caimanes de Barranquilla siendo el coach de pitcheo.

En el estadio Tomás Arrieta, el pasado 1 de julio, el cordobés René Morelos recordó sus épocas como lanzador.

Fue el invitado especial el pasado 1 de julio cuando se hizo el acto simbólico de la postura de la primera piedra por parte del alcalde Alejandro Char, en el estadio Tomás Arrieta, diamante que pasará a llamarse Édgar Rentería cuando concluyan obras y sea utilizado para los Juegos Centroamericanos y del Caribe 2018.

¿Qué hay de la vida de René Morelos?
Cuando terminé de jugar béisbol profesional me dediqué a ser coach de pitcheo con los Caimanes porque Édinson Rentería me llamó. Después me di un receso y vivo de la pensión vitalicia que nos dio el presidente Samper por ser gloria del deporte. 

¿Cómo inició en el béisbol?
En San Antero comencé en el colegio a hacer peloticas cuando tenía 13 o 14 años y luego íbamos a la plaza a practicar. Recuerdo que en Lorica hacían un campeonato de segunda categoría y yo me volaba para ir a verlos, incluso me metía a jugar y me sacaban porque era muy ‘pelao’. Me decían: “ojo que te va a pegar una bola y te va a regañar tu abuela” (risas). En un partido en Lorica, jugando San Antero ante Tierralta, después de tanta insistencia, me llevaron a jugar. Ese día hubo un accidente entre el catcher y el primera base y uno de ellos salió fracturado. El pitcher se puso nervioso y me dijeron que si quería lanzar, dije que sí y gané el juego. Ese día, con 16 o 17 años, decidí ser pitcher. Luego vinieron de Montería a decirme que si quería jugar en primera categoría con Cardenales, fui ‘champion pitcher’, salí campeón ese año y de ahí me voy a jugar (18 años) a la Serie Mundial, en Dominicana (1969), jugando para Córdoba.

Usted es reconocido por aquel juego donde lanzó 19 innings, ¿qué recuerda de ese día?
Fue un partido histórico y hasta una placa me dieron. Fue ante Terminal, en el Campeonato Departamental local. Gané dos a uno y las carreras fueron en la última entrada en casi cinco horas de partido. Terminé incapacitado como por una semana después de esos famosos innings (risas). A los quince días lancé doce entradas porque en esa época era así. Uno podía lanzar sábado y si estabas bien el domingo, estabas en el montículo.

¿Y del subcampeonato  de la Serie Mundial en 1971, en Cuba, qué recuerda?
De cosa no quedamos campeones, de todas maneras Cuba era una potencia fuerte, pero nos ganó apretado. Nuestro béisbol amateur no ha conseguido más nada y solo está la profesional y ya. Pero en definitiva es un orgullo vestir la camiseta de tu país.

Con Colombia logró un subcampeonato Mundial en 1971. 

¿Qué fue lo máximo que ganó en el béisbol?
Le doy gracias  Dios por la bendición de llegar a donde llegué. Trabajé en empresas y jugaba béisbol, estuve a nivel profesional y eso me ayudó. Participé en torneos en Venezuela, jugaba en junio porque acá el campeonato era de octubre de a febrero. Ganaba bolívares y era una moneda que valía. Luego fui coach en los Caimanes y también fui veedor de los Mellizos de Minnesota. 

¿Ningún hijo siguió sus pasos en el béisbol?
Yo tuve tres hijos: dos mujeres y un hombre. El varón tiene 25 años, se llama René Alexander Morelos Villa. Él jugaba como campo corto y estuvo a punto de que lo firmaran, pero luego se dedicó al estudio (administración de empresas). Mis hijas (Ketty y Liliana) viven en Canadá hace varios años.

¿Cómo ve la nueva Liga de Verano en el béisbol colombiano?
Es buena la idea y seguro lo están haciendo con peloteros que no están en los Estados Unidos, pero creo que tiene que jugarse en temporadas largas para que los ‘pelaos’ que están firmados se desarrollen más. También es importante que  ahora mismo en Barranquilla se tenga un estadio alterno. El de la Universidad Atlántico es bueno, pero lo único malo es el transporte porque muchos aficionados y jugadores no querían ni llegar al Tomás Arrieta.

¿Qué le falta al béisbol colombiano para seguir en ascenso?
Las organizaciones no le dan permiso a los peloteros que están allá porque es lógico que tienen que cuidarlos. Los que están allá no juegan aquí y eso baja la calidad. En nuestro medio no hay un cuerpo de lanzadores buenos, no hay relevos, cerradores. Por eso acuden  a los extranjeros. El béisbol que jugamos nosotros sí fue fuerte.

¿Cómo ve el desempeño de José Quintana y Julio Teherán en la Gran Carpa?
Están trabajando bien porque yo lo analizo en los partidos. Están tirando seis o siete innings y le dan cuatro o cinco hits. A uno de ellos le dieron un jonrón y así fue como le ganaron. En los Bravos de Atlanta, por ejemplo, los peloteros fallan mucho bateando y con bases llenas. Teherán dejó un juego 0-0 y entró otro pitcher y perdió. Ambos están haciendo buena labor, pero sus equipos no empujan una carrera ni con fly. Así es difícil.

“El pitcheo será clave en el Clásico Mundial”

¿Le da nostalgia que el Tomás Arrieta vaya a desaparecer y se convierta en un nuevo estadio?
La nostalgia sí va a existir porque tanto tiempo que yo lancé acá, tantos años jugando pelota, eso se siente. Pero lo bueno es que se va a construir un estadio nuevo y todo lo que uno espera es ver un estadio de Grandes Ligas. Hay que echar para adelante y según opiniones de los dirigentes y los mandatarios dicen que las cosas van bien.

¿Qué equipos necesitamos para hacer una buena presentación en el Clásico Mundial de Béisbol?
Necesitamos un equipo fuerte porque si nos toca con República Dominicana, con Puerto Rico o con Estados Unidos, ellos se van a armar para ganar. El pitcheo será clave en esta confrontación. Pienso que si no  tenemos el cuerpo de lanzadores fortalecidos no vamos a tener una buena labor. Por otro lado nosotros no tenemos gran cantidad de jugadores de campo en las Grandes Ligas y por eso tenemos que apostar por los criollos. No digo que vamos a ser campeones, pero debemos prepararnos bien. Este es un Clásico donde las potencias que van son muy  fuertes.

¿Cuál fue el momento más difícil de su carrera?
Eso pasó en segunda categoría jugando para Willard. Estábamos practicando y Gerónimo (Blanco) bateó y la bola me vino directa y me fracturó la quijada. Estuve bastante tiempo incapacitado por ese golpe. 

¿Cuál era su mejor lanzamiento desde el montículo?
La recta bajita era una cuchilla. Yo le gané a Bolívar 2-1, gané a los mejores peloteros con ese lanzamiento veloz. Recuerdo que en ese equipo estaba el ‘Ñato’ Velásquez y los vencí con una selección joven. Ese lanzamiento era un gancho, como se decía antes. La bola bajaba y rebotaba en el home (caja de bateo).

¿Cómo fue su relación con Édgar Rentería?
Bien. Nunca hubo problemas con él. En los entrenamientos (en Caimanes) yo a veces le lanzaba para que él bateara. Tenemos buena relación y hablamos siempre cuando él está por acá. Es una gloria del deporte.