“Yo estoy sacralizando, mostrando algo hermoso”
La artista María Eugenia Trujillo defiende su muestra de arte en Bogotá, suspendida por una acción de tutela. La polémica se generó por representar genitales femeninas en, lo que parecen, símbolos católicos.
“El problema es que hay un temor enorme a ciertas partes de la mujer”, asegura María Eugenia Trujillo, en referencia a la suspensión de su exposición Mujeres ocultas.
La muestra fue aplazada por el Ministerio de Cultura, acatando una orden provisional del Tribunal Administrativo de Cundinamarca.
La exhibición suscitó malestar en el grupo Voto Católico y la Conferencia Episcopal, entre otros grupos, y generó una ‘tutelatón’. Dos demandas fueron admitidas “por presunta violación del derecho fundamental a la libertad de cultos consagrado en el artículo 19 de la Constitución Política”.
Al respecto, Mariana Garcés, titular de la cartera de Cultura, explicó que “no es una decisión del Ministerio proceder con la suspensión. Las tutelas son de obligatorio cumplimiento. Lo que estamos haciendo es presentar todos los recursos de ley para que tengan nuestra visión y tengan nuestra perspectiva”, aunque la decisión judicial no es compartida desde la administración.
El montaje iba a ser inaugurado ayer en el Museo Santa Clara, de Bogotá. Según la artista, lo que ella hace es “una representación e interpretación de cosas reales”, por eso sus obras hablan de una situación “que se ha dado en varias épocas” cuando la mujer “era considerada impura”.
El trabajo que generó la controversia es una pieza que hace alusión a una custodia que en el centro tiene una figura que se asemeja a una vagina.
Desde un comunicado del Ministerio de Cultura expresaron que la muestra “recrea diferentes partes del cuerpo femenino en piezas artísticas que hacen referencia a objetos semejantes a custodias, celosías y maniquíes, para representar la subyugación y maltrato histórico al que ha sido sometida la mujer durante siglos”.
Para el especialista en artes visuales Eduardo Márceles, el hecho que María Eugenia Trujillo haya utilizado imágenes que pertenecen a la tradición religiosa y se les haya puesto encima una obra de arte “no implica un irrespeto a la religión”, sino que por el contrario “se le está haciendo un homenaje a esas imágenes religiosas trasladándolas a una obra de arte”.
La exposición la integran objetos que aluden a los ostensorios para exhibir en su centro fragmentos del cuerpo femenino, bordados en hilos, mostacillas e incrustaciones de piedras semipreciosas e “invitan al público a reflexionar sobre la erótica femenina, desde el amor humano, hasta el amor místico”, añadió el Ministerio.
“Lo que se logran con estas polémicas es que el público se interese más por ver estas obras”, finaliza Márceles. APS y Efe
