Táctica o dependencia
La vez que Rinus Michel apareció con su ‘naranja mecánica’ y Johan Cruyft a bordo de ella, comenzaba la revolución táctica en el fútbol. Todavía las mieles del Mundial México-70 era el manjar preferido para muchos que se resistían a olvidar esas pinceladas.
Desde ese entonces, el fútbol comenzó a manejarse de acuerdo a los libretos establecidos por los técnicos de turno. Muchos se quedaron del lado oscuro del espectáculo y, otros se alejaron de esa partitura que ganaba juegos y títulos, pero jugando mal. Pero, la concebida táctica, era el ingrediente para hacer de los equipos dechados de virtudes.
La lista de quienes la usaron jugando bien es interminable. Luis Menoti en Argentina, Arrigo Sachi en Italia, Pep Guardiola con el Barcelona, Francisco Maturana en Colombia, entre otros, le dijeron al mundo, que se podía jugar fútbol con arte, dependiendo de las ideas preconcebidas.
En la actualidad el técnico español Guardiola, en su experiencia arrolladora en el país alemán, está demostrando que la táctica es la inteligencia del fútbol, esa que permite la fusión con el jugador, para que este desarrolle su potencial sin inhibiciones en aras del espectáculo.
Equipos con oficio, con kilometrajes en el pentagrama táctico, no dependen del factor estrictamente humano, cuando la fatalidad le toca a la puerta.
Indudablemente, jugadores inamovibles, de esos que marcan diferencia existen en la mayoría de los equipos, como el caso de Radamel Falcao en nuestra selección. Su estampa, su imagen, sus goles, y esa aureola propia de quienes han recorrido el camino para convertirse en ídolo, le harán mucha falta a los dirigidos por José Pékerman. Pero esa dependencia manifestada por la posible ausencia del astro samario en el próximo Mundial, que ya comienza aparecer como una estela siniestra sobre el combinado patrio, debe ser subsanada por el timonel argentino, con el argumento que el Tigre es necesario, pero no indispensable.
En estas instancias especiales, es cuando la mano del estratega aflora para que la orquesta no se desafine. En el pasado, en esa área de candela, territorio neurálgico donde los libretos se pierden, para darle paso a la creatividad, los arietes que inflan las redes había que buscarlos con lupa, hoy el panorama es completamente distinto.
Allende el mar, en esas ligas rotuladas con estrellas, los nuestros se destacan haciendo goles de todas las marcas, bonanza afortunada que permitirá escoger con tranquilidad el reemplazo de Falcao.
En tiempos de dificultades, los nubarrones negros se desvanecen cuando los procesos son alimentados por libretos que optimizan la calidad del jugador.
Pékerman tiene la palabra.
Más Columnas de Opinión
Junior y la sanción a Jorge Duarte
En los más de cuarenta años que he estado en la industria de los medios de comunicación, el fútbol siempre ha sido la misma historia. Los temas del Junior de Barranquilla, por partidos accidentados y fallos arbitrales, siempre se maximizan y s
La pobreza energética, un mamotreto de tareas
De Mamotreto, del latín mammothreptus, cuyo significado literal es criado por su abuela, deriva “abultado o gordito”, por la creencia de que las abuelas crían niños gordos. Hoy tiene tres usos: armatoste (objeto grande), libro o l
A cuidar las marchas
Las marchas y manifestaciones han desempeñado un papel crucial en la dinámica de los cambios sociales a lo largo de la historia. Estos eventos han sido catalizadores potentes para transformaciones sociales y políticas, y van más allá de la le
¡Lee la naturaleza!
Para quienes compartimos que Dios es el creador del universo y de la vida o para quienes no lo aceptan, lo único claro es que, de todos los seres vivos existentes en la naturaleza, el único que tiene la capacidad de comunicarse con sus semejante