Por Puerto
Puerto Colombia, conurbado con Barranquilla y perfilado como nuestro mejor destino residencial, institucional, comercial, turístico, y hasta industrial, pudiera decirse que son dos: la que crece en alrededores de Villa Campestre, Caujaral y Punta Roca, y la que conforma el pueblo propiamente dicho que, a su vez, se subdivide en otros tres sectores cuales son el del muelle y sus calles circundantes, el que va desde la Plaza hasta Pradomar, y Vistamar y el resto del casco. Cada uno y sus subdivisiones requieren un tratamiento diferencial en cuanto a protección, usos, alturas, densidades, espacio público y, claro, un plan de las obras individuales y comunes.
La más simbólica: el muelle, que la Gobernación le ha puesto pilas a su reconstrucción y a las obras para protegerlo del embate de las que hoy son las más grandes olas. Anuncia y comenzó a ejecutar un plan que luce bien, y coherente. Por otra parte, la necesaria pero errática ampliación que se adelanta en la autopista que, pese a que en la prensa informaron se trata solo de bermas internas y externas, servirá para mejorar la movilidad. Pero al ritmo que van nos cogerá Semana Santa. El trauma causado podría paliarse con alguna dosis de sentido común.
El PBOT, del que mucho se ha dicho, debe articularse con el POT de Barranquilla por ser en buena parte su prolongación, y con el POT Metropolitano por su incidencia en los otros municipios que integran el área, tiene determinantes: 1- El sector del muelle y sus alrededores está nacionalmente normado por el Plan Especial de Manejo y Protección (PEMP) de los Centros Históricos, que desde la cra 3B hasta la 6, y desde la calle 27 hasta el mar, ningún alcalde puede alterar su reglamentación protectora; y 2- El sector denominado Corredor Universitario, que está en litigio con Barranquilla, y que Puerto lo pelea a dentelladas por el ingreso que representa en el recaudo de predial que, sin embargo, no alcanza para las muchas obras que se requieren. O sea, hay que acudir a la inversión privada, y la fórmula es exigir a los constructores que adelanten sus proyectos mediante planes parciales, cuya compensación en densidades y alturas sea la ampliación y mejoramiento de actuales vías, y construcción de nuevas, de espacio público, equipamiento urbano y otras obras que faciliten movilidad y mejoren la conectividad y la imagen urbana. Controlando, claro, que la compensación sea favorable, y que no vayan a poner una pantalla de edificios que impida la vista al mar. Vamos bien. Ojalá el resultado sea el mejor.
Coletilla: ¡Ochenta y tres años!! y 27.330 ediciones publicadas cumple mañana EL HERALDO informando a diario los acontecimientos nacionales y locales, y defendiendo los intereses de la Región Caribe. Felicitaciones a todos: Desde el Director Consejero Juan B. Fernández Renowitzky, hasta el último de los voceadores, quienes en una forma u otra han hecho posible este invaluable y sempiterno servicio a la comunidad.
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