Turismo religioso

La Semana Santa es objeto de demostraciones de fe, costumbres y prácticas religiosas. Sitios como Sevilla, en España, se llenan de turistas y constituyen una temporada que mueve su economía;  Popayán, Mompox y Tolú, entre otros, reciben muchos visitantes para participar en las procesiones, o simplemente admirar la belleza de sus ‘pasos’. Los de Sabanalarga, en el Atlántico, son tan hermosos como acompañados.

Tesoro no observado

En Europa, las grandes catedrales exhiben sus tesoros de arte: pinturas, esculturas, cálices, custodias, etc. En Barranquilla, nuestra Catedral María Reina posee los más extensos y hermosos vitrales de Suramérica. ¿Cuántos se han dado cuenta para admirarlos? ¿Y qué me dicen de los altísimos mosaicos laterales de 14 o más metros de alto representando a los padres de Jesús? Armar ese rompecabezas en las columnas adyacentes al presbiterio constituye toda una hazaña artesanal. La talla de madera del Santo Sepulcro, efectuada por ancianos operarios del antiguo Taller Ventura reclutados por su nieta Ana María Roig, es de mostrar. La imagen del Cristo yacente rescatado por el obispo González Rubio durante una persecución religiosa en Quito, y donado 150 años después por sus sobrinos barranquilleros a nuestra Catedral, luego de custodiarlo en Cartagena y Barranquilla todos esos años, es otro de sus tesoros. La imagen del Cristo latinoamericano, suspendida sobre el trono arzobispal, del maestro Arenas Betancur, el más importante de los escultores colombianos contemporáneos, es otro de los tesoros catedralicios al que los barranquilleros le ponen poca atención. Sin embargo, los turistas informados vienen a la Catedral a admirar los vitrales y mosaicos del artista Mario de Ayala, más esa famosa escultura, por supuesto.

Devaluación, oportunidades desaprovechadas

Nuestros exportadores ahora tienen el estímulo del dólar alto para desquitarse la temporada de menores ingresos por la revaluación. Sin embargo, me dicen entendidos que la oferta exportadora en algunos casos no es tan abundante como para aprovechar la coyuntura favorable. La producción tardará en reaccionar.

La plaza del hospital

Me refiero a una de las obras públicas distritales en el Centro Histórico de Barranquilla – en plena Zona Cachacal. “El vetusto inmueble, fundado en el siglo XIX por monseñor Carlos Valiente con un grupo de médicos y hombres cívicos de la época y que tantos servicios a la salud popular ha prestado, tiene un entorno en el que la Alcaldía trabaja por mejorar para revitalizar.

Haciendo memoria local, Valiente fue el primer obispo designado por la Santa Sede para Barranquilla, pero humildemente en la Legación Apostólica de Bogotá, al recibir las cartas pontificias con el nombramiento, declinó el honor de asumir el cargo. La manzana adyacente por uno de sus costados comenzará a ser demolida para darle salida hacia la carrera 38, terminando su centenario ocultamiento visual. Edubar ha sido determinante en esta notable mejoría para ese sector. Valiosa inversión de la valorización distrital.