El Heraldo

Modernización con identidad

Concluida la reunión en la cual se discutió una vez más la suerte del aeropuerto de Barranquilla, todo indica que ahora sí es definitivo que la propuesta de modificar el contrato de concesión con el fin de construir instalaciones nuevas en lugar de remodelar las existentes, quedó desechada. Como se había planteado, el Ernesto Cortissoz será modernizado con cinco grandes intervenciones, entre ellas la anhelada remodelación del edificio de pasajeros. Considerando lo que puede significar un aeropuerto para el desarrollo de una ciudad o de un país, Barranquilla tiene obligación de no dar pasos en falso en el manejo de su privilegiada posición geográfica, de manera que, hay que estar alerta y cruzar los dedos, la tal modernización sea un asunto serio y no un ostentoso ‘jua-juá’ –expresión que representa cabalmente el lamentable concepto de remodelación que se fue imponiendo en nuestro medio– que lo haga desmoronarse en pocos años. Las inversiones que necesita el desvencijado Ernesto Cortissoz son impostergables, y su buena ejecución tendrían que garantizarla, como dice el vallenato “del cura pa’ abajo”, comenzando por quienes adjudicaron la concesión y terminando por quienes la recibieron por 20 años. Presuntamente capacitados para asumir los retos técnicos y financieros que involucran estas obras, estarían comprometidos a lograr que la reinauguración del Cortissoz reinaugure también la fe en una nueva Barranquilla. Ojalá en este legajo de erudición hagan el esfuerzo de incluir un atributo que marca grandes diferencias y al que pocos le apuestan con la responsabilidad que se merece: la estética, y de su mano, la identidad.

La modernidad ha ido transformando estos enclaves emotivos que llamamos aeropuertos en sitios de gran funcionalidad y excelente rentabilidad que, la mayor parte de las veces, son escenarios impersonales. Como si fueran tierra de nadie, se repiten por el mundo esas grandes terminales aéreas hechas de vidrio templado, acero de alta resistencia y aluminio anodizado, que prescinden de los valiosos elementos que simbolizan una cultura y, por supuesto, ofrecen a los usuarios la imagen de una ciudad sin identidad. Un sencillo ejemplo de ello es lo que sucede en el aeropuerto de Siem Reap, en Camboya, utilizado por millones de turistas que llegan tras el esplendor de las construcciones religiosas que resguarda la ciudad. No es un aeropuerto monumental, pero en su diseño arquitectónico se integraron pabellones de columnas similares a las que hay en los templos de Bayón o de Angkor Wat –declarados por la Unesco Patrimonio de la Humanidad–, articulando de esta forma identidad, estética y funcionalidad. 

Paradójicamente, en Bogotá El Dorado es plateado, y en el actual Ernesto Cortissoz el Carnaval son dos afiches mal colgados entre las provocaciones de un voraz patrocinador.

berthicaramos@gmail.com
 

Facebook
Twitter
Messenger
Whatsapp

Más Columnas de Opinión

El Heraldo
Álvaro López Peralta

¡A marchar este 21 de abril!

Algunos colombianos manifiestan que las marchas “no sirven para nada” y por esa razón prefieren quedarse en la comodidad de su hogar, a pesar de las evidentes amenazas en el escenario político; otros creemos que son una herramienta participa

Leer
El Heraldo
Roberto Zabarain

Actuar como jauría

Los paisas protestan en gavilla, cual jauría. Les temen, y obligaron a Petro y a sus ministros del sector a echar tremenda reversa y a comprometerse con las inversiones que habían negado para culminar un túnel, obra por la cual armaron tremendo

Leer
El Heraldo
Fabrina Acosta Contreras

El malestar

Estamos viviendo tiempos de postverdad, caos, violencias, basta con ver las noticias y con analizar nuestras vidas, para concluir que padecemos la pobreza de no tener tiempo, de estar corriendo tras un mandato planetario de productividad, de estr

Leer
El Heraldo
Haroldo Martinez

El vicio de la lectura

Yo nací en un castillo encantado con un rey, una reina, una princesa y una biblioteca. Desde mi primera infancia, toda mi vida está relacionado con los libros, tengo impregnado en mis fosas nasales el olor de las letras impresas en el papel y lo

Leer
Ver más Columnas de Opinión
X
COMO REPORTAR A WASAPEA
1. Agrega a tu celular el número de Wasapea a EL HERALDO: +57 310 438 3838
2. Envía tus reportes, denuncias y opiniones a través de textos, fotografías y videos. Recuerda grabar y fotografiar los hechos horizontalmente.
3. EL HERALDO se encargará de hacer seguimiento a la información para luego publicarla en nuestros sitio web.
4. Recuerda que puedes enviarnos un video selfie relatándonos la situación.