Más juegos, más equipos y menos calidad
Charlar con Mike Schmulson sobre béisbol de grandes ligas y hacerlo con la verdad por delante es hacerlo con una grata confrontación. Con él no se pierde el tiempo, ni mucho menos se establece un diálogo de sordos voluntariosos, como lo sería si ese diálogo se entablara con periodistas beisboleros que no admiten descensos de calidad conjunta en el béisbol de los últimos tiempos, con las medidas que tomaron los dueños de clubes de las Ligas Mayores.
Le preguntábamos a Mike si él conocía a esta ‘cochada’ alegrona que se apoderó de las riendas del béisbol y procedió sin contemplaciones a tomar medidas punitivas, todas tendientes a darle al béisbol de las grandes ligas los elementos para aumentar el número de clubes y, por ende, de peloteros, sin tener en cuenta o teniéndola de pronto en que eso gravitaría inevitablemente en la rebaja de calidad del gran pasatiempo americano.
Antes de proceder estos utilitaristas descarados a “machetear” la calidad conjunta en el cuerpo del béisbol de las grandes ligas, procedieron a aumentar el número de juegos que por casi un centenar de años en las ligas mayores se jugó la temporada con 154 juegos. Eran 6 meses continuos de béisbol, comenzándose en abril y terminándose la temporada general a fines de octubre. Los nuevos corsarios del béisbol alargaron la tira a 162 juegos.
Luego vino la ‘puñalada marranera’ al espectáculo, aumentando el número de equipos, que siempre fueron de 16 equipos en ambas ligas —Nacional y Americana— pero aumentando el número de clubes lenta y paulatinamente, hasta llegar al momento en que lo está: 29 clubes. Es decir casi el ciento por ciento. Lo cual en materia de descaro, como diría un cubano, “es algo que le roncan los pistones”.
Eso debería haber sido el gran pretexto para una polémica “anchurosa como el mar”, pero que sepamos eso no se dio en ningún momento, ni se va a dar. Esos campeones del descaro dirán, con muy buen olfato, que los aumentos también aumentan las oportunidades. Y, vamos, el yantar es el yantar, que lo demás viene por añadidura.
Alguien que conoció el contenido de este artículo que promoviera una polémica en el periodismo nacional, pero con lo que le contestamos nadie más quiso echarle leña al fuego…
Más Columnas de Opinión
¡A marchar este 21 de abril!
Algunos colombianos manifiestan que las marchas “no sirven para nada” y por esa razón prefieren quedarse en la comodidad de su hogar, a pesar de las evidentes amenazas en el escenario político; otros creemos que son una herramienta participa
Actuar como jauría
Los paisas protestan en gavilla, cual jauría. Les temen, y obligaron a Petro y a sus ministros del sector a echar tremenda reversa y a comprometerse con las inversiones que habían negado para culminar un túnel, obra por la cual armaron tremendo
El malestar
Estamos viviendo tiempos de postverdad, caos, violencias, basta con ver las noticias y con analizar nuestras vidas, para concluir que padecemos la pobreza de no tener tiempo, de estar corriendo tras un mandato planetario de productividad, de estr
El vicio de la lectura
Yo nací en un castillo encantado con un rey, una reina, una princesa y una biblioteca. Desde mi primera infancia, toda mi vida está relacionado con los libros, tengo impregnado en mis fosas nasales el olor de las letras impresas en el papel y lo