Marihuana, to buy or not to buy
Poco importa que alguien sea de la familia Cannabaceae. Ni siquiera por un presunto abolengo griego, que en gracia de discusión no lo es. Cannabaceae es el apellido de la marihuana, la sonora palabra que por estos y otros días tanto debate produce.
Ahora suena por la propuesta oficial de otorgarle licencia para ser usada en asuntos medicinales. Antes era por razones comerciales y mucho antes por prejuicios morales. Desde hace varias décadas lo fue por razones de salud pública y en los 70 y 80 la causa del debate sobre la yerba fue de carácter económico y de lucha contra las mafias. En ese momento Colombia era el gran cultivador y exportador y Estados Unidos el gran comprador.
Las cosas han cambiado de manera sustancial, ahora los grandes productores están en California y otros Estados de la Unión. Por encima de los riesgos que implica legalizarla para asuntos medicinales debemos aprender una lección que es parte de nuestro lastre histórico de país de tercer mundo. Resulta que ahora vamos a tener que comprarla porque el territorio del mundo de donde provenía la mejor calidad de esta planta, que es la Sierra Nevada de Santa Marta, fue fumigado sin misericordia con glifosato, un herbicida no selectivo de amplio espectro, conocido comercialmente como Roundup y que producía la firma Monsanto y se aplicó en Colombia devastando su objetivo, pero también cientos de hectáreas de cultivos de naranja y café de la Sierra. Con la importante anotación de que en Estados Unidos el glifosato estaba prohibido.
Llamada maldita por unos y bendita por otros, está demostrado que la marihuana no induce a la criminalidad, pues lo delincuencial o delictivo no depende de usarla. Que se sepa ha sido utilizada durante miles de años como planta medicinal y los registros de este uso son de 2.700 Antes de Cristo.
Si bien tiene el efecto que produce es el de una planta psicotrópica, también es usada en muchas sociedades como una llave para entrar al alma, con fines netamente espirituales.
De la yerba se derivó la inspiración literaria de Marihuana para Göering, un cuento que ganó un concurso y que es de autoría del célebre Ramón Ilian Bacca, quien por ese tercer ojo que suelen tener los escritores profetizó que a mediados de los 80 un juez del Circuito Penal, Göering Silvera Sanjuan, tuviera entre sus casos uno de los más grandes decomisos de marihuana.
Y no se escapa la anécdota familiar de mi madre en su lecho de muerte y a quien solíamos ponerle cataplasmas de cannabis con alcohol para aliviar su dolor. Una tarde, dos días antes de partir para siempre, y ante la presencia de una enfermera desconocida, pidió en pícara clave “las flores de violeta que mi hijo me trae de Bogotá”. Lo hizo porque urgida sabía que era lo único que la aliviaba.
Ante la demanda de una sociedad enferma, y la fumigación que dañó las mejores tierras, vamos a tener que aplicar una variante de Hamlet: marihuana, to buy or not to buy.
mendietahumberto@gmail.com
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