Junior vs. Nacional: el partido esperado
¿Cuántas veces no nos ha ocurrido que de repente, y sin haberlo programado, uno ingresa a un almacén y se topa en la vitrina con esa camisa con la que había soñado, pero solo comprobó que era la que buscaba cuando la vio? También pasa en el fútbol. Por distintas razones, como expulsiones o lesiones, un equipo se ve obligado a diseñar una alineación diferente y que, quizá, no era en un principio la idealizada por el entrenador.
El jueves anterior, el Junior, por la ausencia de algunos jugadores, encontró una alineación y un funcionamiento que le permitió desarrollar, en mi opinión, la mejor expresión futbolística de todo el torneo. La de mayor calidad y continuidad. Con Edwin Cardona por el centro del ataque, más cerca de Luis Carlos Ruiz y del área rival, redujo sus obligaciones defensivas y sus recorridos hacia atrás, lo que le permitió emplear sus energías mayormente en acciones ofensivas.
Los trayectos más largos se los cedió a Jossymar Gómez, que actuando por el costado es más útil. En esa zona y en esa función se puede y, a veces, se debe trasladar y acelerar, aventuras que definen la sensibilidad del volante samario. Por el medio no, en esa zona está restringida la conducción. Ahí, el control y pase es lo sensato. El movimiento de los que defienden hacia adelante para respaldar más cerca el ataque de sus delanteros, para ganar los rebotes y para mantener la iniciativa, fue esencial en el dominio territorial.
Junior logró ser un armonioso bloque con y sin el balón. Fue tan buena la muestra del equipo, que no hubo necesidad de incorporarle modificaciones. No recuerdo cuándo fue la última vez que esto ocurrió en Junior. Hoy se enfrenta al favorito Atlético Nacional, al mejor según la tabla y, quizá, también al mejor en juego. El equipo de Medellín, bajo la égida de Juan Carlos Osorio, logró definir un estilo de juego reconocible y eficaz. Sin Macnelly, ya no gira alrededor de la inteligencia de este, sino alrededor de la inteligencia colectiva. En este Nacional los laterales no son una opción, son una obligación: Stefan Medina y Juan David Valencia son tan protagonistas como Sherman Cardenas, Jefferson Duque o Lionard Pajoy. Alexander Mejía es el equilibrio y el eje central. Para la marca y para la primera distribución del balón.
La presencia de tres defensas centrales ocupando el ancho del campo provoca en los laterales estar continuamente en el terreno rival. La mixtura en las características de sus mediocampistas le permite tener aportes en defensa y ataque casi que en la misma proporción. Osorio ha gestionado perfectamente, a través de las rotaciones, la ilusión de todos de ser titulares. Cuenta con todos, no desde el discurso, sino en la práctica.
Un triunfo ante Nacional esta tarde incrementará en un alto porcentaje las posibilidades del Junior de llegar a la final. Yo no modificaría el equipo del jueves. ¿Y usted?
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