Hoy se juega bajo otras intenciones
Una constancia anticipada por delante: no somos enemigos de ninguna región colombiana. Adversarios deportivos sí que lo somos, como lo son muchos colegas deportivos de Antioquia a través de distintas épocas pasadas, lo decimos con pleno conocimiento de causa, derivadas de intensas como implacable lucha por vencer al Atlántico, desde los años 30 el más formidable adversario deportivo que tenían Bolívar y Magdalena en la costa, Antioquia y Valle en el interior.
Hay aficionados que estudian aquellas luchas deportivas de antaño y quieren saber de primera mano cómo fueron estas. Ya contamos que fue un jugador del equipo de fútbol de Antioquia que sacó al más grande jugador que tenía el país para siempre del fútbol, a través de una lesión intencional cuando se tiro en plancha contra Gabrielito, quien conducía la pelota. Se tiró de costado, no de frente, lo cual refuerza el cargo de intencionalidad. Doble fractura de tobillo lo saco para siempre del balompié colombiano.
Y vino un poco más tarde el campeonato nacional de fútbol de 1.932, cuando Atlántico demostró que tenía el mejor fútbol de Colombia, conquistando invicto el título nacional. En aquella justa se cometió el acto más inicuo que se ha visto, cuando el arquero José Escorcia estaba inconsciente en el suelo, solo para que llegara otro jugador antioqueño y le triturara la cabeza a Escorcia, en una agresión cobarde contra un jugador indefenso, produciéndole fractura cerebral, que tuvo a Escorcia recluido en un hospital largamente en Medellín.
Afortunadamente, ya estos tiempos son otros. Aunque la violencia física no puede decirse que ha desaparecido de nuestros estadios, hoy no se ve ni por equivocación un ataque como los que sufrió José Escorcia en su vida. Hay una leve conciencia que les dice a los jugadores que todos a una son socios de una misma causa y por ende no tiene sentido buscar la eliminación de nadie.
Hoy se juega fuerte y no faltará un sujeto en las canchas con intenciones verdaderamente homicidas, pero en sentido nuclear se juega limpio en Colombia.
Por eso nos encanta entregar hoy esta página deportiva a nuestros lectores, para aseverar válidamente que hoy son otros tiempos y por lo mismo se interpretan las luchas deportivas bajo el signo de la limpieza en las acciones en el campo de juego.
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