Falcao se ha visto relegado, y en ocasiones criticado, por su entrenador Louis Van Gaal. Sus números no certifican su condición de goleador. El mal funcionamiento del equipo, su poca continuidad y, sobre todo, la evidente desconfianza de Van Gaal lo tienen en aprietos.

Releyendo el libro ‘Entrenador, un poder inestable’ encuentro, en el capítulo dedicado a Van Gaal, algunos apartes que nos pueden ilustrar sobre su manera de ser y hacernos una idea del carácter del hombre que, por ahora, no ha considerado tan importante al gran goleador colombiano.  “Louis, la táctica la hago yo. Entrenador, no tiene usted ni idea de fútbol”. Esta discusión fue un día a principio de los años ochenta en el estadio de Het Kasteel del Sparta de Rotterdam, Holanda. El personaje que le decía eso al técnico era Louis Van Gaal, capitán del equipo. Ante los medios la siguió: “si el señor Hughes hubiese sido un genio táctico, hubiera planificado el partido contra el PSV de otra manera”. Aún no cumplía los 30 años.

En 1984 le preguntaron qué sería en el futuro y respondió: “creo que seré un gran entrenador, en lo técnico y lo táctico me encuentro en un nivel muy alto. No es arrogancia que yo diga eso, solo es tener confianza en uno mismo”.

En 1987 lo despidieron del AZ Alkmaar y un directivo dijo de él: “demasiado autoritario y contestón. Incluso nos llegó a decir cómo teníamos que organizar nuestras fiestas. Quería estar en todo”. “Para alcanzar la cima hay que ser un cabrón testarudo”, admitía.  Fue contratado por el Ajax para la dirección de las categorías menores y el presidente Ton Harmsen dijo: “fichamos a Van Gaal porque nos gustan las personas arrogantes. El Ajax es también un poco así”.

Tras el paso de Leo Beenhakker al Real Madrid, lo nombran técnico del primer equipo. “Iba en el coche a casa después del nombramiento y, de repente, empecé a sudar. ¡Qué responsabilidad!, pensé. Eso duró un minuto. Y nunca más me ha vuelto a pasar”. Dice de él mismo que es sincero, duro y consecuente.

Dejó una estela de triunfos en el equipo de Ámsterdam; una Copa de Europa, tres títulos de Liga holandesa, una Copa intercontinental y 3 Súper Copa de Europa. Dirigió al Barsa con dos títulos de Liga y en el pasado Mundial de Brasil condujo a Holanda al tercer lugar.

Sin disciplina habrá caos, repite. “Vivimos unos tiempos en donde todo está permitido, pero creo que eso con jugadores de fútbol no funciona”. Cree que su estilo de juego es difícil de practicar, “exige una gran disciplina y si algunos no se someten al colectivo y cumplen con su deber fracasa”. Por eso, remata, “un jugador como Romario no nos vendría bien porque no ayuda a defender ni a presionar cuando se pierde el balón”. Si eso pensaba de Romario, nos imaginamos que le exige a Falcao.