Nuestro apreciado amigo e inmancable contertulio en las oficinas de Mike Schmulson; Alfonso Espinosa y Meola, amante del béisbol y de casi todos los deportes, ha querido que hagamos un artículo sobre la personalidad fascinante de Ryne Sandberg uno de los infielders más grandes que ha tenido tanto los Phillies de Filadelfia como los Cachorros de Chicago, principalmente en la última década del siglo pasado.

Sandberg fue lo que se dice un mago alrededor de la segunda base, como fildeador de guante certero para que la pelota no siguiera su camino. Y con el tolete sobre los hombros no tenía ni prójimo de manco. Todo eso unido a un brazo “respetable público” tirando a las bases. Hablando en plata, un tipazo de pelotero cuyos méritos fueron tan grandes que llegó a ser ingresado al “hall de la Fama”, la máxima institución que tiene el béisbol de las Grandes Ligas.

Antes de proseguir, digamos que somos parte de los que se han decepcionado con los ingresos que ha tenido ese templo del béisbol, cuyos personeros se dejaron impresionar de periodistas cubanos, principalmente, para que le abriera sus puertas a un buen puñado de jugadores de la isla, sin importar que nunca jugaron en las Mayores. Y a manera de “cerecita” coronando el pudil, también introdujeron a un locutor de béisbol como exclaman los franceses, “Oh, lá, lá”.

De las Grandes Ligas han salido numerosos peloteros que fueron una maravilla con el guante o con el bate o de pronto con ambas cosas, pero en el orden personal estaban “adornaditos” por una incultura de las que dicen “¡apártense!”, pues en la niñez y luego en la adolescencia no iban a los colegios por jugar béisbol, y cuando les llegó la adultez a duras penas y penas duras sabían garabatear sus firmas.

De los casos anteriores Dios nos libre de pertenecer a esa lista y mucho, muchísimo menos Sandberg, hombre que agregó a sus cualidades caballerosas supo agregar una instrucción completa que le ha permitido ser colaborador de prestigiosas publicaciones de los Estados Unidos. A esto el ex big leaguer tiene nada menos en su haber que haber escrito dos libros sobre béisbol, además de haber ocupado la gerencia de los Phillies, que no es posición que pueda estar al alcance de los ignaros.

Debemos finalmente que lamentar que el material escrito sobre Sandberg, siendo muy completa su redacción y el suministro de datos y averages que contiene, no ha podido ser aprovechado en lo que contiene, tomado de una fuente autorizada, por haber sido escrito totalmente, en un tipo tan pequeño de letra, que este viejo que ya pasa con largueza de los 94 años, no ha podido leerla sino a pedacitos.

Tenemos la esperanza que con todo eso, hemos escrito algo demostrativo de lo que fue el gran Ryne Sandberg, pelotero y caballero de primera magnitud.