El saqueo
En el colegio nos enseñan que a América mandaron lo peor de lo peor que había en las cárceles españolas a colonizarnos y que por eso es que “estamos como estamos”. Luego de esta afirmación suele venir una sarta de elogios a la cultura europea, “es que son tan cultos”, “son tan elegantes”, “si esto estuviera en manos de europeos quizás funcionaria”. En lo profundo de la construcción de nuestra identidad está que somos casi que genéticamente inadecuados, y que de ahí viene nuestro desorden y nuestro desastre. La admiración por Europa en Latinoamérica llega al punto de que a duras penas aprendemos la historia propia, y en cambio, la historia de las civilizaciones comienza en Europa, da un paseo por Asia y al final, nos hablan un poquito de los aztecas y de los incas.
Acaban de encontrar -¡por fin!- el galeón español San José, hundido hace tres siglos frente a Cartagena, muy famoso por su tesoro. España ha dicho que buscará un acuerdo amistoso, alegando que el barco es parte de su Estado y que, por ello, también parte de ese tesoro. Según los españoles, están amparados en un convenio de la Unesco y el ministro de Asuntos Exteriores, el chapetón José Manuel García-Murillo, nos reiteró que las relaciones entre Colombia y España son “sensacionales”. Cualquiera diría, pues, que seguimos siendo un mismo país. Pero en realidad eso nunca fue cierto, porque de la explotación de las Américas solo se lucraban los españoles y sus descendientes “puros” en estas tierras –por algo estaban llevándose todo el oro para allá–. Pareciera que “La Madre Patria” ya se olvidó de que todo lo que haya en ese galeón se lo robaron, esclavizando y matando a los indígenas nativos y a punta de someter a trata de personas masiva. Como también del otro continente que estaban explotando: África. Oro manchado de sangre, oprobio.
Este año tuve la oportunidad de asistir a varios encuentros internacionales en los que se habló con insistencia del “Global South” o “Sur Global”, que no es otra cosa que un eufemismo para referirse a todos los países que estamos jodidos por nuestro pasado poscolonial, y con pasado poscolonial me refiero al saqueo masivo que hicieron los imperios europeos a tantos países ubicados en lo que ellos denominaron “sur”. Las veces que he podido visitar Europa me ha impactado, claro, el orden, la organización, eso que por acá llamamos “progreso”, pero lejos de sentir admiración por ellos, la verdad es que siempre me queda una sensación de desasosiego y profunda tristeza. Ese “progreso” está construido con las comodidades y el dinero de los saqueos a muchísimos países de América, un saqueo que dejó millones de muertos y montones de complejos que persisten hasta hoy. Hoy los europeos siguen siendo los grandes dueños de muchas empresas lucrativas que fueron colombianas y que operan en el país, las multinacionales vienen a explotar nuestro suelo dejando desastres naturales y algunos sindicalistas muertos, y como tampoco “tenemos los medios” para extraer los tesoros del Galeón San José (que llevaba 11 millones de monedas de oro y casi 200 toneladas de esmeraldas, barras y lingotes macizos de oro y plata, cuyo valor estimado se acercaría a los diez mil millones de dólares, todos injustamente explotados de tierras americanas), toda la riqueza del famoso barco terminará –legalmente– en manos extranjeras. El saqueo continúa.
@Catalinapordios
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