Centralismo cachaco y Electricaribe abusan de la Costa
Ya sabemos que Electricaribe es una empresa que presta un mal servicio y tiene el descaro de utilizar campañas insultantes a los usuarios. Pero eso no es lo más grave. Lo más triste es que todo ocurre con la colaboración del Ministerio de Minas, de la Creg y de la Superservicios, que se manejan desde Bogotá, con criterio colonial, y abusan de la Costa contando con la genuflexión de su dirigencia. Por ejemplo, ha manifestado el minminas que seguirán las inversiones en infraestructura eléctrica, pese a reconocer que se está incumpliendo con las leyes 142 y 143 de 1994 en lo atinente a contratos de concesión. Defender la aplicación de la Ley se ha vuelto subversivo. El Estado persiste en violarla en favor de las multinacionales. ¿Hay mermelada aquí?
Otro ejemplo es la Resolución 36 de 2015 de la Creg que justifica el aumento tarifario a partir de calificar a Electricaribe como empresa eficiente, contra toda evidencia.
Hay un abuso en particular que causa escozor por la forma aberrante en que está legitimado. Partiendo de que en el negocio del suministro de energía eléctrica puede haber variaciones en la facturación, la Creg, en el artículo 37 de la Resolución 108 de 1997, dio libertad a las empresas para que establecieran los parámetros de aumento o disminución de lo facturado, por cuyos excesos solo se amerita adelantar investigaciones. A eso se le denomina ‘desviación significativa’. Si usted ha leído alguna vez su Contrato de Condiciones Uniformes con Electricaribe, sabrá que la cláusula 39 dispone 370% como desviación por aumento y 95% como desviación por disminución. Es decir, si usted paga en promedio $100 mil mensuales y la factura le llega por $400 mil, que es el 300%, este incremento inusitado no amerita ser investigado. Le toca pagar, así reclame. Lo anterior constituye un claro abuso de posición dominante.
Pero los usuarios no solo le cubrimos a Electricaribe las pérdidas por robos, sino también las llamadas pérdidas ‘negras’, que es la energía que desaparece durante el proceso. Además, del mismo componente con que se cubren los robos, identificado como R en la factura, salen recursos para el sostenimiento de la Creg, la Superservicios y la Superintendencia de Industria y Comercio. Como vemos, mediante la tarifa, sostenemos a Electricaribe. Sin embargo, continúa trabajando con picos inestables en el voltaje, no atiende a tiempo los daños, y esquilma con la sobrefacturación, protegida esta con el margen de desviación que le avalan las autoridades de regulación y control.
Si los cachacos de la Creg reconocen la pobreza y el calor en la Costa, ¿por qué, entonces, no incrementan la cantidad de kilovatios del consumo de subsistencia? Antes estaba en 200 kWh y lo bajaron a 173. De aquí para arriba no hay subsidios.
La equidad social con la Costa debe comenzar por el respeto y la consideración. Si la Nación quiere ayudarnos a superar la desigualdad debe empezar por garantizarnos un sistema eléctrico confiable, donde el Estado asuma el control efectivo de este bien estratégico y no permita abusos en un servicio tan esencial.
@HoracioBrieva
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