Ami$to$o$
Mitad entrenamiento, mitad recreativo. Mitad excusa para verse las caras, mitad ingreso de una buena cantidad de dólares. Mitad conocer lugares exóticos, mitad fantasía cumplida: sentarse--sentirse- al lado de un jeque. Así; algo más, algo menos, es la percepción que me quedó del ensayo de la selección Colombia ante Bahrein. Un clásico partido de recaudación, y no de preparación. Cualquier equipo del rentado colombiano hubiera ofrecido mayor resistencia.
En realidad, estos tipos de partidos cada 2 o 3 meses, no cumplen con uno de los principios básicos de un programa de entrenamiento: continuidad. El adiestramiento, que tiene como finalidad el mejoramiento de la coordinación colectiva, la cohesión y la armonía funcional, necesita del día a día, del encadenamiento permanente de acciones, movimientos, secuencias de los jugadores entre sí. Lo que ocurre en estos enfrentamientos, no determina nada con relación a los compromisos oficiales, por la distancia en tiempo que separa unos de otros.
El inicio de la Copa América, por ejemplo, será el 7 de Junio, o sea que sólo dentro de un poco más de 2 meses, las selecciones se volverán a reunir. Por supuesto que si la Fifa estipula lo que llama fechas Fifa, las federaciones aprovechan para ganarse unos dólares más, para darles a los patrocinadores otros espacios publicitarios; para que los medios promocionen los eventos futuros; para que los técnicos se desperecen de tanta inactividad en el terreno de juego, para que los jugadores suplentes tengan una oportunidad de crearle alguna duda al entrenador y, de últimas, para que el grupo se reencuentre y repase, así sea por sólo 2 o 3 días, las claves tácticas del equipo.
Me pregunto, entonces, si sus beneficios posteriores son nimios, por qué no darse el gusto y exprimir al máximo esa hora y media, y poner a los jugadores en un escenario más edificante; ante rivales que los exijan. Carearlos con profesionales de su misma categoría, para que las conclusiones no estén condicionadas por la precariedad del opositor.
En este periplo, la recuperación emocional y futbolística de Falcao se promovió- exageró- como el gran objetivo. Con toda impudicia la idea es que Falcao, que no juega en el Manchester United, venga, convierta goles a dos equipos muy malos, enrostrarcelos a Van Gaal y automáticamente sea otra vez el Falcao de antes. Después de los dos que le anotó a Bahrein, el comentarista emocionado anunció:" la noticia del día es la recuperación de Falcao". Falso, eso se producirá cuando sea titular en el equipo inglés, convierta goles allá, y en Chile, durante la Copa América. Estoy seguro de que para el estupendo goleador colombiano es más retador y motivante, convertirle un gol a De Gea, su compañero y arquero del Manchester, en una práctica.
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