5 contra 2
No se trata del enunciado de unas proporciones numéricas para describir una pelea callejera o un contragolpe de un equipo contra otro, sino de las cuentas que les saco a los padres que van a consulta porque no saben qué hacer con sus hijos, pues se han perdido las proporciones de las cosas en el hogar y hay una confusión en cuanto a las responsabilidades que corresponden a cada uno. Hay un alto porcentaje de consultas de niños y adolescentes en que los padres no saben cómo argumentarles sobre lo que deben hacer y por qué deben hacerlo, y los chicos lucen como pequeños tiranuelos que abusan de sus padres con plena conciencia de lo que hacen.
Después de hacer un diagnóstico clínico de la niña y comprobar que no tiene ningún trastorno mental que le impida entender lo que se va a decir, procedo a sacar las cuentas que, a mi modo de ver, explican todas las responsabilidades de la díada padres/hijos. Los padres estamos obligados a dar 5 cosas: casa, comida, ropa, estudio y diversión. Es responsabilidad de los hijos devolver a cambio solamente 2: comportamiento y estudio. En el desglose de esa ecuación están todos los parámetros para el premio o la sanción.
Dime, cariño, ¿tus padres te dan todo eso? Sí, doctor. Ah, entonces eres una privilegiada. ¿Eres inteligente o brutica? ¡Inteligente! Muy bien, entonces explícame cómo una chica inteligente es capaz de perder el año? ¡Tch, no sé! Bueno, yo sí sé, por irresponsable. Caballero, señora, ¿qué sanción amerita esta niña? No sabemos doctor, por eso estamos aquí. Mi respuesta los deja petrificados a los tres: arrancarle la cabeza. Explico la metáfora: quitarle el iPad, el celular, el computador –excepto para las tareas– y el televisor. No tiene derecho a nada por el tiempo que estimen conveniente, el castigo puede durar un mes o más. ¡Nooooo!, grita la chica, y yo pienso: touché. Y contraataca: entonces me voy a matar. Te recomiendo algo mejor, le respondo, mírate en el espejo todas las mañanas y pregúntate cómo pudiste permitir que fulanita y sutanita, las más bruticas del salón, te sacaran un año de ventaja. Esa sí es una forma bien inteligente de morirte todos los días, y resucitar, si quieres.
Para mí, esta ecuación es una clave fundamental para poner un orden mínimo en la casa porque pareciera que los padres, en su infinita capacidad para amar a sus hijos, perdieron las partituras y creen que solamente tienen obligaciones y ningún derecho que exigir a sus hijos, y estos, que no son ningunos tontos, creen que se lo merecen todo sin dar nada a cambio, solo por su linda cara. Así como los padres se rompen el cuero para dar una vida digna a sus hijos, así los hijos están obligados –subrayado– a comportarse y a responder académicamente para dar una vida digna a sus padres. Así de duro es el amor, de ida y vuelta. La ecuación es eficaz únicamente si los padres son capaces de ejercer sus derechos, de ser conscientes del valor del no, de aceptar que la frustración es necesaria para crecer como personas y que la autoridad bien ejercida es la mejor pastilla para educar a un hijo.
Padres, no tengan miedo, tienen el balón, apliquen el contragolpe y metan el gol, sus hijos necesitan perder ese partido.
haroldomartinez@hotmail.com
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