El Heraldo
El director durante el rodaje del filme. El cine ha sido su gran pasión desde que tiene uso de razón. Liliana Merizalde, Andrés Barrientos, Emanuel Rojas y Andrés Córdoba
Cine

El cesarense que se dejó abrazar por la serpiente

‘El abrazo de la serpiente’, último filme del director Ciro Guerra, le ganó una ovación de diez minutos tras su estreno en Cannes y puso a este autor independiente en la mira del mundo cinéfilo.

“El verdadero hallazgo del Festival de Cannes. Esta bellísima película fluye como un sueño”. La crítica de Jordan Hoffman para la revista Vanity Fair, es solo uno de los múltiples elogios que El abrazo de la serpiente, última producción del director Ciro Guerra, ha recibido por parte de la prensa mundial y nacional.

Otras publicaciones especializadas en el tema, como Screen International, definen este filme como uno de “una grandeza hipnótica”, mientras que The Hollywood Reporter la posicionó como una de las 10 mejores películas del festival, hasta el momento.

El responsable de esta hazaña nació en 1981 en Río de Oro, en el sur del Cesar, el lugar que, en sus palabras, es donde más siente que pertenece. A sus 17 años y contra la opinión de su familia, se fue a estudiar Cine y Televisión en la Universidad Nacional.

El abrazo de la serpientes

La película fue rodada en blanco y negro, en el Vaupés amazónico. El filme transcurre entre 1909 y 1940 y narra la historia de dos exploradores que se adentran en la selva en búsqueda de la yakruna, una planta con supuestos poderes curativos.
En la realización del filme participaron personas de las comunidades cubeos, wananos, ocainas, huitotos y tikunas, entre otras.

Gente Caribe habló con el cesarense sobre la evolución de su trabajo y el logro de ‘abrazar a la serpiente’.

P   ¿Cuándo supo que quería dedicarse al cine?
R   Siempre lo supe, pero era muy difícil  pensar en dedicarse a esto en Colombia. A mi familia no le gustaba la idea, era un poco como querer ser astronauta. En general consideraban que era una cosa muy loca.

p   ¿Cuáles fueron las primeras películas que lo inspiraron para su profesión?
R   Tenía como 13 años cuando vi Ocho y medio de Federico Fellini y supe que quería dedicarme a esto. También con películas como JFK de Oliver Stone empecé a ver el cine como algo más que entretenimiento y con 2001: Una odisea del espacio, de Stanley Kubrick, ocurrió lo mismo.

p   ¿Cómo ha cambiado su visión de la realización audiovisual desde que inició hasta hoy?
r   En mis inicios hacía cortometrajes, los cuales me parecen más difíciles de hacer que los largometrajes, desde el punto de vista del director. A nivel narrativo no tienes tiempo ni espacio para desarrollar tus ideas, entonces es muy difícil lograr un buen corto. Mis cortos no son muy buenos y no me enorgullecen. Siempre los veo como ejercicios de aprendizaje, pero no siento que sean lo mío. A nivel narrativo nunca me sentí muy cómodo con este formato.

p   Los viajes del viento es una película rodada en exteriores, en donde impera una sensación de quietud. El abrazo de la serpiente también tiene ese componente natural. ¿Qué lo atrae a este tipo de escenarios?
r   Creo que el cine, más que un medio de comunicación, es un medio que te transporta a lugares muy lejanos. Te puede llevar al pasado, al futuro o a la esquina de tu casa. Como espectador aprecio cuando una película me hace viajar a otros lugares. En ese sentido, Colombia y sus paisajes están muy inexplorados. La gente conoce más un paisaje de California que uno de su propio país y por eso me parece muy estimulante trabajar con lo local.  Aquí hay muchas cosas por descubrir, muchas historias por contar.

p  En entrevistas pasadas ha dicho que rodar El abrazo de la serpiente fue bastante complicado. ¿Cuáles fueron estas complicaciones?
r   Era una producción que a priori parecía prácticamente imposible. La selva es el escenario más agreste, mucho más que el desierto, que la nieve o el mar. A nivel de ambiente y climático estábamos desprotegidos. Tuvimos encuentros con todo tipo de animales. Además, resolver problemas de producción era difícil por lo remoto del lugar. Fue muy arriesgado y muy exigente a nivel físico y emocional.

p   ¿Cómo fue trabajar con actores indígenas naturales y de fuera del país en una misma película?
r   Era un gran reto porque se trabajó con los dos extremos de la actuación. Actores profesionales y actores naturales, que tenían toda la verdad de la zona. Fue un gran trabajo de preparación a cargo de Andrés Barrientos, desde lo más básico hasta lo más complejo, pero siempre se logró que cada uno esos actores nos entregaran su conocimiento, su alma.

p   ¿Ya tiene planeada su próxima película?
r   La siguiente película ya está en proceso. Estamos escribiendo el guión. Va a ser rodada en La Guajira y se llamará Pájaros de verano.

Trayectoria
Ciro nació en Río de Oro, Cesar en 1981. Su vida ha transcurrido entre este municipio, Bogotá y Bucaramanga, en donde estudió el colegio.

‘El abrazo de la serpiente’ es el tercer largometraje del director. ‘La sombra del caminante’ (2005) y ‘Los viajes del viento’ (2009) fueron, respectivamente, su primera y su segunda película. Sus cortometrajes corresponden a ‘Silencio’ (1998), ‘Alma’ (2000) y el corto de animación ‘Intento’ (2001) Así mismo, dirigió el documental ‘Documental siniestro: Jairo Pinilla, cineasta colombiano’. (1999).

‘El abrazo de la serpiente’, estrenada en Colombia el pasado jueves 21 de mayo y actualmente en salas, está basada, según reseña el portal The Hollywood Reporter, en los diarios del alemán Theodor Koch-Grunberg y del norteamericano Richard Evans Schultes, “que en la película son transformados en los personajes de Theodor, interpretado por Jan Bijvoet y Evan, interpretado por Brionne Davis”, explica la publicación.

Además de su fotografía, la película, escrita por Guerra y el bogotano Jacques Toulemonde, ha sido aclamada por representar una visión crítica del colonialismo y el poder destructivo del hombre sobre la naturaleza.

Sobre el cine nacional...
“Me gusta hacer cine en Colombia porque hay muchos paisajes e historias por explorar”.

Sobre sus inicios...
“No me siento muy orgulloso de mis primeros cortos. Los veo como un aprendizaje”.

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